dilluns, d’abril 30, 2012

EL SIMBOLISMO DE LA LUNA EN EL TAROT /1.

“En el comienzo era el Abismo sin fondo y sin límites, la Nada y el Todo a la vez, el Caos indeterminado que contiene todas las cosas todavía sin nombre y sin concreción. Y antes del Abismo, quizás, la Razón Inabarcable de ese Origen apenas perceptible, la recóndita semilla de los Mundos y de los Seres. Lo Absoluto de imposible conocimiento; la idea del Cosmos que escapa a toda comprensión, la pregunta sin respuesta: el Enigma.
En el principio era también la Potencia, lo que podría llegar a ser. Aquello inconcebible contenedor de ambos gérmenes. Lo que luego llamáramos "Padre" y "Madre" se hallaban inscritos en esa Totalidad, juntos, sin diferencia aparente, en interacción continua conteniendo en si todas las posibilidades de plasmación.
Con el primer latido se inició la separación: fue acto el comienzo del Tiempo, se hizo el Espacio y la vida fluyó. Hubo ritmo, hubo un lugar para la Creación, y lo Uno se vertió, se plasmó, se convirtió en Dualidad manifiesta... El desdoblamiento originó las grandes aguas y el viento que las agita; y nació el espejo que permitía a uno y otro reflejarse en similitud y oposición.
Desde entonces existió una dirección y un transcurrir; un arriba y un abajo, un cielo y una tierra, lo izquierdo y lo derecho... Existió la Materia Primera, la Sustancia Primordial y el hálito del Espíritu. La Ley necesitó el sustento de energía para actuar, precisó de las formas que la cumplieran. Existió el impulso que tras sucesivas divisiones permitió la aparición de los seres individuales y, paralelamente, la fuerza que insta a las criaturas separadas a religarse en el anhelo de recobrar la Unidad perdida”.




En éste intento mío, por recorrer ese libro de sabiduría tradicional que es el Tarot, he ido desgranando, en entradas anteriores, el significado del simbolismo de algunos de los principales arcanos mayores. No he seguido el orden prestablecido por los grandes estudiosos, sino que llevado por la intuición he ido saltando de uno a otro, conforme a mi interés del momento, a continuación os remito a las entradas anteriores dedicadas al estudio de los arcanos:

El diablo

El hermitaño

El loco

El mundo

El Mago
http://terraxaman.blogspot.com.es/2009/10/el-simbolisme-del-mag.html 


Hoy quisiera centrarme en el Arcano XVIII, conocido como la Luna. 
Como ya he dicho en otras entradas sobre el tema, no soy un experto, ni un profesional del Tarot, no me interesa tanto la utilidad del Tarot como mancia, pues ya sé que detrás de cada poder -ver el futuro, interpretar determinadas situaciones, etc.- se esconde una "dolorosa espina". Lo que realmente intento extraer y comunicar del Tarot, es la posibilidad de autoconocimiento, de herramienta para ir avanzando en el camino espiritual. Por eso, éstas entradas, van orientadas sobre todo al estudio del simbolismo, aunque ello me lleve, en ocasiones, a extenderme por caminos colaterales que, aparentemente, se alejen de nuestro objetivo inmediato.




¿Quien de entre nosotros no se ha sentido fascinado por la luz de una noche de Luna llena?. Quienes hemos tenido el privilegio de vivir muchas noches de verano en la soledad de los bosques, en la proximidad del mar, rodeados de inmensas montañas, bañados por su luz argentina, sabemos ya, del porqué de su fama de cautivadora, de su poderosa influencia sobre nuestros estados de ánimo y emociones. Mientras escribo éstas líneas  - y la luz de la Luna penetra en mi estudio por la ventana del techo- me vienen a la cabeza, decenas, cientos de experiencias vividas a su embrujo. Fijaros bien, casi sin proponérmelo las palabras emociones y memoria, han surgido de inmediato, porqué como veréis esas serán algunas de las ideas que nos acompañaran a lo largo de éste texto que dividiré en dos partes, para que las podáis seguir con mayor comodidad.
 Cuando el ardiente sol oculta su incandescente cuerpo más allá del mar o de las rojizas montañas, todas las formas de la Naturaleza anteriormente bañadas por sus dorados rayos van perdiendo su esplendor y lentamente se transforman en oscuras sombras, perfiladas por una tenue luz plateada. Es en ese momento cuando en el frondoso bosque comienzan a despertar los hijos de la noche, los búhos y los lobos. Ellos, como fieles servidores, alzan la mirada hacia su señora, la Luna, aquella dama que desde su altar celestial inicia el gobierno de su reino, el reino de la noche y del misterio.
Todas las antiguas civilizaciones se preguntaron el porqué del Universo y hacia dónde se dirige. Y la Humanidad quedó particularmente hechizada por ese misterioso astro compañero de la noche.






La luna, único satélite natural de la Tierra, afecta muchas cosas de nuestro entorno: las mareas en los mares, la agricultura, el clima…

A lo largo de la historia es usada cómo medida del tiempo, algunas culturas como la islámica utilizan aún un calendario lunar y tradicionalmente se le han atribuído efectos sobre el estádo de ánimo y sobretodo, sobre los ciclos de la mujer.

Dicen que nuestro humor se ve afectado por las fases lunares y hay tradiciones, supersticiones y costumbres relacionadas con sus fases.

Dicen que para tener buena suerte, debe verse la Luna sobre el hombro derecho, verlo por el izquierdo tendrá el efecto contrario.
Dicen que la Luna llena y mojada trae diez días de aguada…
A la luna llena se le atribuyen efectos relacionados con los crímenes, suicidios, enfermedades mentales, desastres, accidentes, nacimientos, fertilidad y por supuesto los hombres lobo, las brujas y sus aquelarres, entre otras cosas.
Aún se mantienen creencias sobre los partos. Y según leemos en "Bajo el Volcán": La creencia popular va más allá, y todavía puede escucharse el dicho «si se pare en cuarto creciente, el próximo hijo será diferente y si nace en cuarto menguante, igualante», según el cual la Luna además tendría la capacidad de influir en el sexo de los que ni siquiera han sido concebidos.
Otras costumbres versan sobre el corte de pelo, o de las uñas que para que crezca más fuerte, se aconseja en luna llena.
Incluso existen creencias sobre la influencia de la luna en el comienzo de una dieta… hay una dieta específica que consiste en ayunar siguiendo el ciclo lunar, llamada De la Luna: el ayuno completo en los días de la Luna Nueva y LLena (tomando sólo líquidos) y medio ayuno en cuarto Menguante y cuarto Creciente. Esta dieta -dicen- está basada en la teoría de que los líquidos del cuerpo tienden a seguir los ritmos de las maréas.


También se dice que: "Viento, mujer y fortuna, mudables como la luna".
Muchas tradiciones populares se mantienen con arraigo, cerca y lejos. La Teoría Solunar, por ejemplo, trata de demostrar que los peces tanto de agua dulce como salada tienen ciclos de alimentación basados en las fases lunares. Se augura un mejor éxito de pesca durante los días de luna llena y de luna nueva.

También se dice que los ajos se siembran con luna menguante: «La Luna te dice cuando plantar, cuando regar según el clima de tu zona, cuando abonar, cuando podar y cuando cosechar.»

Y dicen que las plantas de raíz y las que dan sus frutos a ras de tierra se plantan en menguante y las que dan los frutos por encima de la tierra como tomates, pimientos, etc. se plantan en creciente.

La luna pues, parece ejercer una gran influencia en los diferentes aspectos de la naturaleza. De hecho, hasta hace pocos años las tareas de los caseríos de Euskal Herria, tales como la matanza del cerdo, el embotellamiento de la sidra, la siembra del maíz, de las alubias o del nabo, la tala de árboles, etc. se realizaban en gran medida atendiendo a las fases lunares.

“Los árboles de hoja redonda deben plantarse los días de luna nueva, y los de hoja larga con luna menguante” (EuskoNews)



Lilith: “La luna negra”:



El dualismo filosófico, tan frecuente en los pueblos de la antiguedad se centraba en la existencia de dos lunas: La luna blanca y la luna negra. En ellas estaban representadas las fuerzas femeninas de la sexualidad y de la maternidad. De ellas dependían el nacimiento de los niños, el florecimiento de los campos, el desarrollo de las cosechas y, en definitiva, la vida misma. Todo dependía de la luna. La luna blanca y la luna negra eran los polos (positivo y negativo) de la creación y del poder.
En astrología también existe una posición lunar llamada Lilith o Luna negra. Se da cuando la Luna se encuentra en su apogeo o punto en el cual está más alejada de la Tierra. Este punto simboliza el inconsciente más profundo del ser humano, esa represión que tiene el ser humano dentro de sí. Lilith lo que hace es llevar a esa situación límite para que la válvula salte.
Veamos la historia de Lilith que tanto tendrá que ver con el estudio de nuestro Arcano.

La leyenda de Lilith

El origen de la leyenda que presenta a Lilith como primera mujer se encuentra en una interpretación rabínica de Génesis 1, 27. Antes de explicar que Yahvéh dio a Adán una esposa llamada Eva, formada a partir de su costilla (Génesis 2:4-25), el texto dice: «Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó». Si bien hoy suele interpretarse esto como un mismo hecho explicado dos veces, otra interpretación posible es que Dios creó en primer lugar una mujer a imagen suya, formada al mismo tiempo que Adán, y sólo más tarde creó de la costilla de Adán a Eva. La primera mujer a la que alude Gn. 1, 27 sería Lilith, la cual abandonó a su marido y el jardín del Edén.
La leyenda está vinculada a una tradición mágico-religiosa judía: la costumbre de poner un amuleto alrededor del cuello de los niños recién nacidos, con el nombre de tres ángeles (Snvi, Snsvi, Smnglof).


El Génesis Rabba, sobre el libro del Génesis, recopilado en el siglo V en Palestina, señala que Eva no existía todavía en el sexto día de la Creación. Entonces Yahvéh había dispuesto que Adán diese nombre a todas las bestias, aves y otros seres vivientes. Cuando desfilaron ante él en parejas, macho y hembra, Adán —que ya era un hombre de veinte años— sintió celos de su amor, y aunque copuló con cada hembra por turnos, no encontró satisfacción en el acto. Por ello exclamó: «¡Todas las criaturas tienen la pareja apropiada, menos yo!», y rogó al Dios que remediara esa injusticia.
Según el Yalqut Reubeni, colección de comentarios cabalísticos acerca del Pentateuco, recopilada por R. Reuben ben Hoshke Cohen (muerto en 1673) en Praga:


Yahvéh formó entonces a Lilith, la primera mujer, del mismo modo que había formado a Adán. De la unión de Adán con esta hembra, y con otra parecida llamada Naamá, hermana de Túbal Caín, nacieron Asmodeo e innumerables demonios que todavía atormentan a la humanidad. Muchas generaciones después, Lilith y Naamá se presentaron ante el tribunal de Salomón disfrazadas como rameras de Jerusalén.
Adán y Lilith nunca hallaron armonía juntos, pues cuando él deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilith se sentía ofendida por la postura acostada que él le exigía. «¿Por qué he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—: yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual». Como Adán trató de obligarla a obedecer, Lilith, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó. Convendria recordar aquí, la importáncia de la posición denominada del "misionero" en la sexualidad judeo cristiana, en la que la mujer se ve obligada a adoptar una posición subyacente, es decir dominada bajo el peso del varón, lo que dificulta notablemente sus posibilidades de alcanzar el orgasmo y/o la satisfacción del acto sexual.




Saliendo del Edén fue a dar a las orillas del Mar Rojo (hogar de muchos demonios). Allí se entregó a la lujuria con éstos, dando a luz a los lilim. Cuando tres ángeles de Dios fueron a buscarla (Snvi, Snsvi y Smnglof), ella se negó. 



El cielo la castigó haciendo que muriesen cien de sus hijos al día. Desde entonces las tradiciones judías medievales dicen que ella intenta vengarse matando a los niños menores de ocho días, incircuncisos.
El novelista italiano de origen judío Primo Levi pone en boca de uno de sus personajes esta visión de Lilith:
A ella le gusta mucho el semen del hombre, y anda siempre al acecho de ver a dónde ha podido caer (generalmente en las sábanas). Todo el semen que no acaba en el único lugar consentido, es decir, dentro de la matriz de la esposa, es suyo: todo el semen que ha desperdiciado el hombre a lo largo de su vida, ya sea en sueños, o por vicio o adulterio. Te harás una idea de lo mucho que recibe: por eso está siempre preñada y no hace más que parir. Primo Levi, Lilith y otros relatos, Barcelona. Edicions 62, 1989, p. 24.





La siguiente es una crónica resumida de un libro apócrifo (no aceptado por la iglesia), El libro de Nod, en el cual se pueden encontrar bastantes referencias de cómo Caín adquiere sus poderes sobrehumanos. El libro de Nod, es una excelente referencia para encontrar el origen de las brujas y la magia negra (encarnada en Lilith), además de que responde uno de los grandes abismos de información (entre muchos más) que se encuentran en la Biblia... ¿de donde sale la esposa de Caín?...


"Caín fue el primogénito de Adán y Eva y él aprendió a usar las herramientas para sembrar la tierra y se dedico a ser agricultor.
Abel, hermano de Caín, se dedico a cuidar a los animales y domesticarlos, a alimentarlos y a ayudarlos en sus sangrientos partos.
Caín amaba a su hermano Abel, ya que él era el más fuerte, el más dulce, el más inteligente y era el que le traía toda la alegría.
Llego el día en que Adán le dijo a ambos que tenían que hacer una ofrenda a su Creador, tenían que darle lo mas preciado y lo que le daba más alegría.
Caín trajo los árboles más fuertes, los frutos más dulces y el pasto más verde y los quemo en un altar.
Abel trajo a los animales más jóvenes, más fuertes y más tiernos de su rebaño y los sacrifico.
He aquí que el sacrificio de Abel fue grande a los ojos del Señor y fue bendecido, mientras que Caín solo recibió palabras duras y regaños por que su sacrificio no valía la pena.
Tiempo después Adán volvió y les anuncio que el tiempo del sacrificio había regresado.
Abel trajo de nuevo a sus animales, los más fuertes, los más tiernos, los más jóvenes.
Caín no trajo lo mejor de su cosecha por que sabía que no iban a ser apreciados por el Creador.
Abel le pregunto por que no había traído su sacrificio, parte de su alegría, lo mejor de su cosecha para ofrecer a aquel que vive en el cielo.
Caín enmudeció, sus ojos se humedecieron mientras con sus herramientas sacrificaba a lo que más alegría le traía, su hermano.
Y así la sangre de Abel cubrió el altar y olía dulce mientras se quemaba.




Pero Adán lo vió y lo maldijo con las siguientes palabras: "Maldito seas Caín, que mataste a tu hermano. Así como yo fuí expulsado así lo serás tu."
Y Caín escapo bajo la oscuridad de la noche, sin ningún rayo de luz por el cual guiarse, y estaba solo y tenía miedo...
Y ahí se encontraba Caín, solo en la oscuridad, y tenía frió
Y ahí se encontraba Caín, solo en la oscuridad, y tenía hambre
Y ahí se encontraba Caín, solo en la oscuridad, y lloró.
Y de la nada llegó una voz dulce, voz de miel con palabras de apoyo y de alegría.
Una mujer, de pelo negro y adorable, con ojos que traspasaban la oscuridad llegó con él
"Conozco tu historia, Caín de Nod.
¿Tienes frió? ¡Ven! Tengo ropa
¿Tienes hambre? ¡Ven! Tengo comida
¿Estas triste? ¡Ven! Te haré sentir mejor."
Y Caín no lo creía.
¿Quién hará sentir mejor a uno maldito como yo?
¿Quién me arropara?
¿Quién me alimentara?
Y la mujer le contestó.
"Soy la primera esposa de tu padre. La que estuvo en desacuerdo con el Creador y gane libertad en la oscuridad. Soy Lilith."



Entonces, Caín, quien una vez tuvo frío y lo arroparon; quien una vez tuvo hambre y lo alimentaron; quien una vez se sintió triste y lo alegraron encontró compañía en Lilith y lloro hasta que sangre salió por sus ojos y ella secó sus lágrimas con besos.
Y él vivió por un tiempo en casa de Lilith y empezó a preguntarse: ¿De la oscuridad, como sacaste esta comida? ¿Cómo sacaste esta ropa? ¿Cómo construiste este lugar?
Y Lilith sonrió y dijo: "Yo, muy diferente de ti, estoy despierta. Veo los hilos que te rodean, y tejo con ellos lo que necesito a través del Poder."
Caín sorprendido contestó: "Despiértame entonces, Lilith" y al decir esto vio el ceño de Lilith fruncirse con preocupación. "Tengo necesidad de este Poder; Así podré construir mi propia casa, sacar mi propia comida y crear mi propia ropa."
Entonces Lilith mencionó: "No sé que podría pasarte al despertarte ya que tu verdaderamente estas maldito por tu padre. Despertarte podría cambiarte para siempre, podría matarte."
Pero Caín le respondió: "Aun así, una vida sin Poder no vale la pena vivirla; Moriré sin tus dones y no viviré como tu esclavo."
Lilith amaba a Caín y él lo sabía, ella haría lo que él le pedía aunque no lo deseara.



Y así Lilith, Lilith la de los ojos brillantes despertó a Caín. Cortó su piel y dejo correr su sangre en una vasija y Caín se tomo hasta la última gota probando la dulce sangre de Lilith.
Y ahí cayó al abismo y cayó profundamente. Cayendo siempre, internándose en la oscuridad más profunda.
Y de la oscuridad brilló la luz más clara, una flama en la noche. Y el Arcángel Miguel se presento ante Caín. Este sin miedo pregunto su negocio con él.


Miguel, General del Paraíso, portador de la Flama Divina, le dijo: "Hijo de Adán, hijo de Eva, vuestro crimen es grande mas la piedad de mi Padre es aun más grande. ¿No has de arrepentirte por el mal que has hecho y dejaras que su piedad te limpie de todo pecado?
Y Caín contesto seriamente: "No por su gracia, pero por la mía viviré, orgulloso".
Y Miguel lo maldijo diciéndole: "Sea así, por que mientras que tu y tus hijos caminen por esta tierra temerán mi flama viviente, y te morderán profundamente y saborearan tu carne."
Y en la mañana llegó Rafael con sus alas abiertas, luz sobre el horizonte, conductor del sol, guardián del este.
Este habló con voz potente: "Caín, hijo de Adán, hijo de Eva, tu hermano Abel perdona vuestro pecado, ¿no te arrepentirás y aceptaras la piedad del Todopoderoso?"
Y Caín volvió a contestar: "No por el perdón de mi hermano sino por el mío propio seré perdonado."



Así fue como Rafael lo maldijo con las siguientes palabras: "Pues mientras tu y tus hijos caminen esta tierra temerán el amanecer, los rayos del sol te buscaran para quemarte como madera donde te escondas siempre. Aléjate por que el sol sale buscándote para destruirte."
Y Caín corrió y encontró un lugar lejos, dentro de la tierra y se escondió de los destructivos rayos del sol. Muy dentro de la tierra durmió y descanso hasta que la Luz del mundo fue cubierta por el manto de la noche.
Cuando despertó de su siesta matutina escucho el sonido de alas que venían hacia él. Vio las alas negras de Uriel, ángel de la muerte, que lo cubrían... el negro Uriel que camina en la oscuridad.



Uriel le susurró lentamente: "Hijo de Adán, hijo de Eva, Dios todopoderoso ha perdonado tu pecado. ¿Aceptaras su piedad y dejaras que yo te de tu premio, ya sin tu maldición a tu espalda?"
Pero Caín se negó diciendo: "No por la piedad de Dios, sino por la mía, viviré. Soy lo que soy, hice lo que hice y eso nunca cambiara."
Entonces a través de Uriel, Dios Todopoderoso maldijo a Caín de nuevo: "Mientras tu y tus hijos caminen por esta tierra, tu y tus hijos vivirán sosteniéndose de la oscuridad, tomando solamente sangre, comiendo solamente cenizas, nunca muriendo, aún viviendo. Caminarán por siempre por la oscuridad, todo lo que toquen se destruirá, hasta los últimos días." De ahí que muchas tradiciones nos digan que Caín fué el primer vampiro.



Y Caín grito angustiado por esta terrible maldición y cortó su carne.
Lloró sangre y recogió sus lagrimas en una vasija y se las tomó. Mientras bebía, deprimido, su trago, el arcángel Gabriel; Gabriel el Señor de la Piedad se le apareció.
Este le dijo: "Hijo de Adán, hijo de Eva, Mira la gran piedad de mi Padre, grande como no conocerás otra, por que aun ahora hay un camino ante ti, un camino de piedad y llamarás a este camino Gloconda. Y dile a tus hijos que la busquen por que por ese camino podrán volver de nuevo a la luz."
Y con eso la oscuridad se fue, como si le quitaran un velo y la única luz que podía ver era la de los ojos de Lilith.
Mirando alrededor pudo ver que había despertado.
Cuando sus dones primero surgieron en él descubrió como moverse como el relámpago (Celeridad)
Como pedir prestado la fuerza de la tierra (Potencia)
Como ser como la piedra (Fortaleza)
Estos dones eran como el respirar había sido una vez para él.
Entonces Lilith le mostró como esconderse de los cazadores (Ofuscación)
El cómo ordenar obediencia (Dominación)
Y como demandar respeto (Presencia)
Entonces, despertando aun más, encontró como alterar formas (Protean)
Como tener el dominio de los animales (Animalismo)
Y como hacer que los ojos Vieran (Auspex).
Entonces Lilith le ordenó que se detuviera y por respeto a su poder la escuchó, pero muy dentro de él una semilla de rebelión fue sembrada en su corazón y cuando le dio la espalda Caín salió de nuevo a la noche y vio en las estrellas la infinidad de posibilidades que tenia y encontró que un camino de poder, el camino de la Sangre estaba ahí para que lo tomara.


Y así despertó en el camino final del cual crecerían todos los demás.
Con este nuevo poder rompió los lazos que la Dama de la Noche le había impuesto. Dejó a la Reina de los Malditos esa noche, cubriéndose con las sombras y huyó a las tierras de Nod y llegó al final a un lugar donde ni siquiera sus demonios podrían encontrarlo.
Sea como fuere es evidente que Lilith es el perfecto símbolo para representar a la mujer emancipada, la que no se somete al hombre y busca la igualdad. Dejando a un lado las referencias al infanticidio o a los sueños eróticos masculinos, Lilith es un ejemplo claro de cómo la mitología también nos puede ayudar a encontrar las raíces del feminismo.


Por las sendas del pasado

Desde los primeros tiempos, a través de ciertos símbolos, encontramos intentos de representación del carácter cíclico y cambiante de la Luna. Su peculiar característica no podía representarse bajo un emblema estático, puesto que se distinguía esencialmente entre luna llena, media y oscura. Estos tres aspectos eran representados por dos medias lunas y un círculo o disco. 





Así aparece, por ejemplo, en una moneda hallada en Megara (Grecia), donde cinco medias lunas están colocadas en una especie de cruz o esvástica primitiva. Al igual que ésta, otras medias lunas similares se encuentran en monedas mesopotámicas representando a la Diosa Triforme. Dichas monedas están relacionadas con otras muchas representaciones triples de la Diosa Luna. Del mismo modo, en la Grecia clásica, la Diosa Hécate representaba a la luna oscura, siendo acompañada por unos fieles perros. Curiosamente, del mismo modo se ha representado a la citada Diosa Triforme babilónica. Dicha cualidad trina se representa a través de estatuas posteriores donde aparece como una mujer triple.

También encontramos en culturas como la celta otras Diosas Trinas, como las Bridgets, que representan los tres aspectos de la Diosa Luna. Incluso cuando el cristianismo fue impuesto en países donde hasta entonces se había venerado a esta Diosa triple, su adoración fue reasimilada pasando desde entonces a figurar en las leyendas de "Las Tres Marías".



Prosiguiendo nuestro recorrido por las múltiples culturas antiguas, hallamos que general y constantemente la Luna ha venido representando simbólicamente a la Gran Diosa Madre Gestadora, y por tanto también está vinculada estrechamente a la figura de la mujer. En las distintas Mitologías del pasado se refieren a ella como a la "Materia Primordial" expresada simbólicamente en las figuras del mar o el agua, que alude a la "Matriz Generadora" de aquel primer instante de la Creación de donde posteriormente surgirá todo el Universo manifestado.

Aun así, contrastando los textos, paradójicamente nuestra protagonista aparece con una clara contraparte natural, cuando en lugar de creadora se torna destructora; y aunque este aspecto parezca negativo a primera vista, es necesario puesto que simboliza la destrucción de las formas gastadas, evidentemente imprescindible para poder formar una vez más cada nueva creación. Ejemplo de esto último lo encontramos en la milenaria China, donde la Diosa lunar es quien otorga la vida cuando periódicamente se produce una inundación. Podemos comprobar este doble aspecto en multitud de representaciones artísticas en diversas culturas, especialmente en el arte religioso, cuando se pinta cada mitad de su faz usando los colores blanco y negro.

Así entre los ainu de Japón, la luna iba vestida con un traje blanco y negro. En Egipto, las Diosas Isis y Nephtis encarnarían también ambos aspectos lunares en sus formas creciente y decreciente. Isis aparece con la faz luminosa representando a la Tierra, a la Materia Primordial fecundada por el Espíritu que dará nacimiento al mundo; y es el aspecto virginal de la naturaleza femenina, su oculta faz.



Por otro lado la Luna es también el astro que preside por excelencia los ritmos de vida en la Tierra. Crece y decrece, aparece y desaparece, su vida está sujeta a la Ley universal del devenir; nacimiento y muerte.
La Luna revelaría al hombre su propia condición humana, sujeto al ciclo de vida y muerte, aunque no a la extinción.
Pero debemos tener en cuenta los aspectos científicos, en opinión de éstos: 
"La paranoia de algunas seudociencias afirma la siguiente falacia: Si nuestro satélite, la Luna, ejerce tan magnos efectos de gravedad sobre las masas oceánicas (mareas) y nuestros cuerpos están compuestos en un 75% de agua, analógicamente ¿cómo no va a afectarnos también a nosotros?. En primer lugar, una analogía no es garantía de razón. Desde tiempos ancestrales el saber popular viene relacionando el incremento de tasa de partos, la fertilidad femenina y las alteraciones en la conducta humana (no olvidemos al hombre-lobo) con la que es la fase lunar por excelencia, el plenilunio. Los humanos tenemos predisposición a crear mitos, nos gusta más la fascinación y el asombro que el propio razonamiento. Estos mitos de la fecundidad femenina y los partos tienen su origen en que el ciclo menstrual de la mujer coincide aproximadamente con el periodo lunar de translación alrededor de la Tierra y con su ciclo sinódico de fases (29,5 días). Pero precisemos no todas las mujeres del planeta ovulan y menstrúan en la misma fase lunar. La Luna ni rige ni regula el ciclo sexual o menstrual de la mujer. Aún tomando, y sólo como hipótesis, que existiera un vínculo entre el ciclo sexual de la mujer y el ciclo lunar cabe preguntarse, en opinión del biorritmólogo norteamericano A. Solberger, ¿por qué este determinado vínculo astronómico sólo se ha dado en la mujer y no en el resto de mamíferos hembra?. Citemos que el ciclo sexual del perro dura 180 días, en el chimpancé 36, en el macaco 27, en la vaca 25, en el cerdo 21, en la oveja 16, en el conejo de Indias 15 y la rata 6 días. Por tanto, no es de extrañar que de toda esta diversidad de ciclos sexuales en los mamíferos algún ciclo, de ellos, coincida con el ciclo lunar.



Según la gráfica no existe ninguna relación entre las fases de la Luna y el número de partos...
La Luna, llamada por los griegos Selena, manifiesta su influjo por medio de sólo dos efectos: la gravedad lunar, capaz de deformar la hidrosfera de la Tierra, las mareas; y el efecto lumínico de reflexión de luz solar que con su tenue actividad fotoperiódica se relaciona con algunos aspectos de la agricultura y con los ciclos reproductivos de algunos organismos marinos. Es verdad que durante las dos posiciones de plenilunio y novilunio es cuando se producen las mareas vivas, máximas subida de marlaea oceánica, como consecuencia de los tirones gravitatorios que ejercen la Luna y el Sol en ambas situaciones de alineamiento. Cabria entonces preguntarse, ¿por qué la fase novilunio, con idéntico influjo de gravedad, carece de efectos mitológicos?. Al plenilunio se le achaca todo, que si se producen mayores porcentajes de hemorragias durante y post las intervenciones quirúrgicas, que si existe una mayor predisposición a sufrir cortes en el afeitado... 




En fin empecemos por formular y administrar la Ley de Gravitación Universal de Newton pues los futurólogos desconocen que al decrecer considerablemente un numerador de las dos masas, donde el producto de éstas hace disminuir considerablemente la fuerza deformadora con que se manifiesta la gravedad y, más, en razón inversa al cuadrado de la distancia. De ahí, que advirtamos tan exageradamente el efecto marea en la masa oceánica y tan insignificante se manifieste en los lagos, por no mencionar el nulo efecto en el agua de nuestra bañera. Por tal razón, el feto y la gestante, de recibir algún tipo de impulso, esta minúscula fuerza surgiría de la masa comadrona pero no de la masa satélite. Esta ley de gravitación no es una teoría sino un hecho empírico que evidencia que ni el feto ni el liquido amniótico experimentan ningún tipo de presión o tirón gravitatorio que estimulado por cualquier cambio de fase lunar pudiera acelerar e incrementar los partos naturales. Otra cosa es que las comadronas y/o sanitarios, crédulos en este mito, recuerden con más entusiasmo los partos en plenilunio que los que se dan en otro periodo lunar. Tan fácil como ver cualquier estadística con extensa muestra temporal donde los picos máximos de partos resultan totalmente aleatorios al ciclo lunar.
Deberíamos recordar aquí que la ciencia "oficial" es reacia a modificar sus criterios y mucho más, en defensa de los intereses de las clases dominantes.



Aspectos esotéricos



Se dice que los viejos anales de la Sabiduría atemporal abarcan extensos compendios respecto al astro nocturno. Sintetizamos este punto aportando algunas pinceladas.
Los antiguos filósofos herméticos pensaban que la Luna dio al hombre su forma astral o "Cuerpo de emociones". Más recientemente la extraordinaria - y siempre discutida- ocultista Helena P. Blavatsky expuso asimismo cierta referencia esotérica hacia los Pitris o Padres Lunares como creadores de la parte física del hombre y de cada uno de sus principios inferiores. Comenta también cómo nuestro cercano astro se halla en estos momentos en un período o etapa de descomposición, girando a nuestro alrededor como si de un cadáver se tratase. En dicho proceso quedarían adheridos a la Luna ciertos "elementos extraños", ideas negativas, sombras, etc. Se trata de formas nefastas para el ser humano, puesto que nos atraerían hacia ciertos estados de retrogadación o profunda excitación emocional que puede arribar incluso a la locura, hechos que, por otro lado, no han sido corroborados por la ciencia actual. Veamos: "
Hay muchas anécdotas, pero no suficientes evidencias que puedan relacionar el ciclo lunar con alteraciones en los niveles de las sustancias neuroquímicas implicadas en el estrés y la agresión (cortisol, vasopresina, serotonina, epinefrina, testosterona, melatonina,...) las cuales pudieran inducir a disfunciones psicológicas como homicidios, suicidios, accidentes. La psiquiatría forense sigue sin reconocer ninguna estadística que correlacione el efecto Luna con la conducta delictiva. A efectos judiciales la Luna sigue sin poder eximir ni un solo día de cárcel. Ninguna investigación clínica ha podido resolver una correlación entre los llamados ritmos circadianos (ciclo diario) de las hormonas del estrés con los ciclos lunares. Comparto la opinión de James Rotton psicólogo de la Universidad Internacional De la Florida (Miami), "Un hecho que confirma que tampoco sufrimos ningún tipo de marea biológica por influjo lunar es que en nuestro mundo desarrollado todos los días los médicos están enviando muestras de sangre y orina para que sean analizadas en los laboratorios y en donde a estos valores analíticos (incluyendo los anómalos) nunca se les aplica ningún modelo correctivo en función de la fecha de extracción y la fase lunar"



“La creencia de la vinculación entre la conducta humana y la Luna y sus fases es antigua pero vigente, como prueban la vieja etiqueta de “lunático” para designar a los enfermos mentales, o los más modernos términos “Efecto Transilvania” empleado para referirse a la supuesta influencia lunar sobre la psicopatología, e “Hipótesis Transilvaniana”, que sostiene que las conductas violentas y alteradas son más frecuentes con la luna llena.
Un estudio efectuado en el condado de Dade, en Florida (EEUU.) mostró que los homicidios, suicidios, accidentes de tráfico mortales, asaltos con agravantes y emergencias psiquiátricas tienen una relación estadísticamente significativa con las fases lunares. Un estudio del Reino Unido reveló que, en los días de luna llena, los enfermos con esquizofrenia presentaban un deterioro significativo en esferas psicopatológicas y de calidad de vida. Otro trabajo, efectuado en una institución para mujeres con retraso mental en Tennessee (EEUU.), observó una mayor frecuencia de conductas anómalas en los días de Luna Llena.
Aunque para la ciencia no hay suficientes datos para probar que el satélite afecta el comportamiento y la vida humanos, las estadísticas, los testimonios y muchos expertos indican que las fases lunares, sobre todo el plenilunio, influyen en nuestra reproducción, carácter, violencia, estado de ánimo y salud. 
Pero, ¿ejerce la Luna algún efecto comprobado sobre la conducta, la salud, el carácter y la vida de los seres humanos?



Durante la Luna Llena, algunos Departamentos de Policía informan que se cometen más crímenes, algunos hospitales que reciben más pacientes en las salas de emergencia, los directores de personal más quejas de los empleados y los diarios y las revistas, más llamadas insólitas y de gente fastidiosa.
Un informe del departamento de Policía de Filadelfia, en EEUU, solicitaba a sus funcionarios que aumentasen la vigilancia durante las noches de Luna Llena porque "en esos días crece el número crímenes", reflejando una creencia que comparten muchos policías. El plenilunio también inquieta a los bomberos de todo el mundo, porque en esa etapa aumentan los incendios provocados, las falsas alarmas, los accidentes y los casos de personas asustadas y los pirómanos están más activos”. Pero de todas formas, todo ello siguen siendo hipótesis, dado que no hay estudios científicos que así lo corroboren.
Estas comprobaciones modernas ya quedaron reflejadas en el pasado bajo la forma de mitos. En Grecia a Hécate se la llamaba "Antena", "dadora de visiones"; una Diosa que a la vez podía aportar tanto inspiración como locura, precisamente porque el tipo de inspiración que aporta la Luna no es un pensamiento racional, sino algo de naturaleza más semejante a la intuición artística del soñador o del visionario; de ahí derivaría el término médico moderno de "lunático".

La Luna y el principio femenino




La Luna ha sido el símbolo atemporal y permanente que a través de innúmeros milenios ha representado a la mujer en todo el planeta. En el arte de la poesía, ya clásica o moderna, desde tiempos inmemoriales, en los mitos y leyendas, la Luna ha representado la Deidad de la mujer, el principio femenino, así como el Sol con sus héroes simboliza el principio masculino.

Para el hombre antiguo la Luna era símbolo de la verdadera esencia femenina, en contraste con la esencia del hombre, de carácter solar. En los diferentes mitos y cosmogonías se muestra claramente el sentimiento que tenían hombres y mujeres hacia el "Principio Femenino", Principio que controla al mismo tiempo la vida física y psicológica más profunda de la mujer. En nuestra alienada civilización dicho Principio ha sido descuidado y tan sólo han sido creadas ciertas acciones mecánicas sobre las costumbres convencionales de la mujer. Pero esta Fuente de Energía espiritual y psicológica sigue ahí, inmutable por siempre. 



En toda cultura mistérica, la Luna era venerada por mujeres. Ellas estaban a cargo de prácticas mágicas destinadas a fomentar su poder fertilizador. Las funciones más importantes eran el abastecimiento del Agua Sagrada y el cuidado de la llama Sagrada que representa la luz lunar, que no debía extinguirse jamás. En muchos lugares, las sacerdotisas recibían supuestamente la Energía Fertilizante de la Deidad en beneficio de toda la comunidad. Los numerosos templos dedicados a las más diversas e importantes Diosas del mundo eran atendidos por sacerdotisas que se convertían en perfecto canal para la manifestación de la Divinidad en cuerpo y alma. Tal es el caso de las sacerdotisas Mama-Quilla en Perú o las vestales romanas, dedicadas a mantener este fuego sagrado en el templo de la Diosa-Matriarca. La íntima conexión entre el rito de fertilidad femenino y la Luna estaba en muchos casos asociada con determinados órganos femeninos tales como los senos, útero y ovarios, además de su ligazón al proceso de gestación y del parto.

En la antigua Babilonia se pensaba que la fertilidad, el embarazo y el nacimiento de los niños tenían una estrecha relación con la influencia de la Luna. Los ahts y groenlandeses creen que la Luna es incluso capaz de embarazar a las mujeres. Y muchas tribus de Nigeria creen que no se necesita marido para la procreación, ya que la Gran Madre Luna, que está en el cielo, manda al Pájaro Luna a la Tierra para traer bebés a las mujeres que lo deseen. Esta idea no es muy distinta de la nuestra cuando a los niños se les dice que los bebés son traídos por una cigüeña. En las tribus más primitivas no sólo se responsabiliza a la Luna del embarazo, sino que también tiene otra función piadosa: la de cuidar el nacimiento del niño. Por eso, la mujer que está a punto de dar a luz se dirige a su protectora celeste para pedirle ayuda en esos difíciles momentos. A menudo el principal trabajo de la comadrona consiste en rezar y ofrendar al astro para asegurar un parto fácil. Aún en nuestros días, las mujeres del sur de Italia llevan una media luna como amuleto para obtener el socorro de la Luna durante el nacimiento de los niños.




Durante milenios, el ser humano ha vivido armoniosamente acompasado a los distintos ritmos de la Naturaleza. Nuestros antecesores, ayudados por calendarios solares y lunares, conocían las energías e influencias de la Naturaleza, y aplicaban dicha sabiduría en la vida cotidiana. La Luna, como portadora de fertilidad, desempeñaba un papel muy importante, junto a otros astros, en el campo de la agricultura, llegando a recibir el nombre de "Madre y Señora de las Plantas". Su influencia no sólo se ha considerado favorable, sino indispensable para el crecimiento del Reino vegetal. En múltiples culturas, como representante de esta fuerza fertilizadora, o bien como Deidad de fertilidad, se le ofrecían plegarias previas a la siembra y la recolección; era también habitual la recogida de plantas medicinales en determinadas épocas, cuando contienen mayor cantidad de sustancias activas. Pero hacia finales del siglo XIX el conocimiento de estos ciclos naturales cayó irremediablemente en el olvido. Se creyó que se podía ignorar la sabiduría de los antepasados y el respeto de estos ritmos naturales pasó a considerarse algo superfluo. Este olvido se ha heredado hasta nuestros días y nos hemos entregado a un uso exagerado de todo tipo de máquinas agrícolas, fertilizantes y pesticidas. Hemos elevado la comodidad a corto plazo a la más alta jerarquía. En el vértigo de la sórdida vida consumista creemos poder superarlo todo, incluso a la propia Naturaleza, pero olvidamos que irremediablemente formamos parte de ella.




El hecho de que el Sol esté relacionado simbólicamente con el principio masculino, mientras que la Luna refleja lo femenino, ha sido recogido en los distintos mitos que nos presentan las diversas culturas del planeta. El Sol representa esa constante fuente de luz y calor que desaparece durante su viaje nocturno y reaparece por la mañana. Como eterna contraparte, la Luna es variable y sigue un orden diferente; incluso el horario de salida parece depender de su capricho. Estas extrañas cualidades se reflejan en el mundo psíquico de la mujer, que a veces ofrece una imagen de inconstancia o variabilidad. Pero, como en el caso de la Luna, un orden o regla oculto es la base de su aparente volubilidad, dado que para la mujer el carácter cíclico de su vida es algo muy natural. Ésta le impone flujos y reflujos en su experiencia actual, no sólo en ritmos diurnos y nocturnos, como hace con el hombre, sino también en los ciclos lunares, con las fases de cuarto, media, luna llena y menguante, y así hasta arribar a la luna oscura. En el transcurso de este ciclo completo, la energía de la mujer aumenta, brilla con esplendor y decae de nuevo; cambios de energía que afectan tanto a la vida física y sexual como al mundo psíquico y espiritual femenino.Hasta aquí hemos intentado desvelar parcialmente uno de los grandes misterios que rodean la noche. Posiblemente seguiremos ignorando muchos de sus secretos que, como fiel guardiana plateada, nos oculta. Mas nosotros, efímeros mortales, seguiremos interrogándola y buscaremos arduamente su divina inspiración, de igual modo que a lo largo de la Historia tantos poetas, soñadores y escritores han anhelado.

Mientras tanto, nos será imposible evitar cada noche alzar nuestra mirada al cielo y rendirnos a sus pies. Rendirnos y evidenciar tanto belleza como misterio. La Diosa en nosotros. Símbolos de lo femenino Paloma de Miguel

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