Otro bello ejemplo de lo que se
puede encontrar en el Staglieno , es la
tumba “Lavaggi” ejecutada por Mario Restelli,
fiel seguidor y admirador de Edoardo de Albertis quien incursionara de forma notable dentro del estilo Déco.
fiel seguidor y admirador de Edoardo de Albertis quien incursionara de forma notable dentro del estilo Déco.
Este modelo de joven doliente, se fundamenta en una media escultura (cintura para
arriba) la cual
emerge de una cruz
geometrizada (portando en la
parte media el nombre de la tumba: Lavaggi) que se repite en cinco
ocasiones, logrando el
efecto de movilidad
(muy utilizado por
el Déco) ataviada con una casulla
con capucha - versión estilizada y elegante de
una pleurante medieval
ataviada con traje
talar y capucha
- quien parece estar arrobada en sus pensamientos.
Sus manos se
hallan levantadas, unidas
a la altura
de las muñecas
mismas que hacen el efecto de marco a su bello rostro: “...su estilo
Déco tardío se refleja
en la doliente
de Lavaggi, de
Mario Restelli... uno
de los muchos
imitadores de Alberti en el Staglieno.”
El llamado memento mori (recuerda que
vas a morir) lo
vemos repetirse a
lo largo de
la historia del
arte funerario, más
sin embargo un ejemplo en la necrópolis genovesa llama la
atención de los caminantes: la tumba Lavarello
(1914) denominada “La visión de la
muerte”,
realizada por el escultor Italiano Demetrio Paernio (1851–1914), consistente en la figura de una mujer joven desnuda sentada sobre el piso, ligeramente agachada observa un cráneo que está colocado frente a ella sobre una cruz.
realizada por el escultor Italiano Demetrio Paernio (1851–1914), consistente en la figura de una mujer joven desnuda sentada sobre el piso, ligeramente agachada observa un cráneo que está colocado frente a ella sobre una cruz.
La joven doliente
en actitud pensativa
y de gran
reflexión lleva un brazo a un costado y el otro, hacia el
corazón recordando con su actitud el “memento mori”.
Aunque para los
Simbolistas la desnudez
de la joven
doliente pareciera tener otro
significado: ... No obstante el contraste entre el memento mori y la desnudez
de la
figura de la
joven mujer da
a los Simbolistas
otra oportunidad de yuxtaponer
el Eros y
el Thanatos...seguramente
eran capaces de
inventar su propia
iconografía Simbolista ejecutándola
a alto nivel...
Demetrio Paernio...cuyos trabajos
corrieron a través
del Realismo hacia
el Simbolismo e
incluso al proto -
Art Deco, como La
visión de la
Muerte que seguramente fue uno de sus últimos monumentos
para el Staglieno.
La belleza de la escultura femenina es evidente, el perfil de su rostro,
la tiara y
el peinado, formado
de trenzas recogidas
cubriendo las orejas son
reminiscencias de la
belleza griega. Motivos
utilizados recurrentemente por el
Déco, así como el volumen de la joven mujer hacen recordar a las doncellas de
Miguel Ángel.
Es innegable el
enfrentamiento del Eros
y el Thanatos
en esta obra.
La joven doliente desnuda, representada por una figura pletórica de
fuerza y belleza, se contrapone con el horror de la miseria y muerte
representada por una cabeza descarnada que yace al ras del suelo.
El “Memento Mori” es explícito, a pesar de poseer todos los atributos físicos deseados por cualquier ser humano, al final del día nada se llevará
y terminará siendo nada; el polvo al que
hace referencia el cristianismo en su máxima:
“polvo eres y en polvo te convertirás”.
Finalmente, veamos la tumba de Maria Francesca Delmas de Luigi Orengo.
Maria Francesca Delmas.
María murió joven –a los 25 años- en un accidente de coche el 13 de de marzo de 1908 en la Piazza Statuto en Turín . Los periódicos lo llamaron una horrible catàstrofe de automóvil y ocuparon varias columnas de la época, también en la prensa extranjera. El conductor, Bacicalupo Francisco, dijo que cuando regresaban de un viaje en el Mont Cenis, en algún momento Giovanni Castagnino, su maestro, tomó el control de la máquina. Llegaron a una buena velocidad sobre el puente que atraviesa el túnel ferroviario en Milán, ansioso por volver al Hotel de Europa. En un momento dado, después de una maniobra brusca el coche se estrelló contra la barandilla de hierro y el coche volco cayendo sobre todos los ocupantes. Siete pasajeros María y otra mujer murieron en el acto.
María murió joven –a los 25 años- en un accidente de coche el 13 de de marzo de 1908 en la Piazza Statuto en Turín . Los periódicos lo llamaron una horrible catàstrofe de automóvil y ocuparon varias columnas de la época, también en la prensa extranjera. El conductor, Bacicalupo Francisco, dijo que cuando regresaban de un viaje en el Mont Cenis, en algún momento Giovanni Castagnino, su maestro, tomó el control de la máquina. Llegaron a una buena velocidad sobre el puente que atraviesa el túnel ferroviario en Milán, ansioso por volver al Hotel de Europa. En un momento dado, después de una maniobra brusca el coche se estrelló contra la barandilla de hierro y el coche volco cayendo sobre todos los ocupantes. Siete pasajeros María y otra mujer murieron en el acto.
En esta escultura, conocida como “el último beso”, un hombre medio desnudo
se inclina sobre el cuerpo igualmente desnudo de una mujer joven besandole la
cabeza, mientras que la mano de una niña está descansando en la ingle, cubierto
por una cortina. No se aprecian signos de dolor o gran tristesa en los
rostros de las figures.
Luigi Orengo combina el simbolismo y el
liberty y resulta de un erotismo casi necrófilo, en una interpretación
sensual del dualismo Eros-Tánatos (Amor-Muerte).
Para finalitzar el recorrido, debemos concluir que el cementerio-museo Staglieno es una fuente de conocimientos a nivel artístico. Su haber presupone uno de los más vastos conjunto de estilos en cuanto a escultura, arquitectura y artes decorativas funerarias de los siglos XVIII XIX y XX. Por lo mismo, es conocido el esfuerzo que se está realizando por parte del Ayuntamiento de Génova por recuperar “el enorme acervo cultural a través de su centro permanente de restauración y del fichaje automatizado y fotográfico de su patrimonio artístico”.
Para finalitzar el recorrido, debemos concluir que el cementerio-museo Staglieno es una fuente de conocimientos a nivel artístico. Su haber presupone uno de los más vastos conjunto de estilos en cuanto a escultura, arquitectura y artes decorativas funerarias de los siglos XVIII XIX y XX. Por lo mismo, es conocido el esfuerzo que se está realizando por parte del Ayuntamiento de Génova por recuperar “el enorme acervo cultural a través de su centro permanente de restauración y del fichaje automatizado y fotográfico de su patrimonio artístico”.
Tipologias de la estatuària funerària: Ángeles, Dolientes, Vanitas...
“Detente pasajero!
¿Por qué te pasas sin hablarme?
Si porque soy de tierra y tú de carne
Apresuras el paso tan ligero
Escúchame un momento, compañero,
El pedido que hago es
corto y voluntario,
Rézame un Padre Nuestro y un sudario
Y continúa tu marcha... ¡Aquí te espero!”
Los cementerios más
lujosos se transfiguraron en
templos del romanticismo decimonónico, con sus
estructuras neoclásicas, sus rosetones
y figuras art
Nouveau que estimularon
ese halo de
tragedia y misticismo
que implica este
género de lugares.
Gustavo Adolfo Bécquer,
una pluma bien
sintonizada con su
época, nos heredaría
una famosa frase,
escrita luego de
haber asistido a un cementerio:
“Ante aquel contraste de vida y misterio, de
luz y tinieblas
medité un momento:
¡Dios mío, qué solos se
quedan los muertos!”
La escultura es, por naturaleza, el arte más sencillo y más claro: un cuerpo
humano desnudo, sola
y exclusivamente un
cuerpo humano desnudo
– llámese Venus o
Diana, Marte o
Mercurio; llámese la
Verdad o el
Trabajo – es,
hace más de
veinte siglos, tema
constante del estatuario,
y es razonable
presumir que lo será
otros veinte, con
todo lo cual
apenas produce cada
siglo más de una figura de esta especie que inmortaliza el Arte.
El deseo de
trascendencia y de
la propia inmortalidad,
ha llevado al
ser humano a
dejar plasmado en
diferentes expresiones
artísticas figuras e
imágenes que ofrezcan
consuelo en los
momentos de las grandes pérdidas.
El ángel ha aparecido siempre en relación con los temas funerarios,
cumpliendo diversos cometidos: como conductor y guía de las almas, como
guardianes de las tumbas, o como expectativa y promesa del paraíso celestial.
Sin embargo, poco tienen que ver esas representaciones de ángeles, desde el
contenido estrictamente religioso, con el tratamiento que esta imagen va a
recibir en la cultura europea de fin de siglo. Un tratamiento mucho más acorde
con una visión o estado poético, en el que se mueven las distintas artes, capaz
de integrar lo más espiritual con lo mundano y de reducir a intereses
exclusivamente de orden estético, elementos de la reflexión sobre la muerte, el
silencio, el dolor del adiós, el destino y la fugacidad de las cosas.
El ángel del arte modernista puede sufrir trasvases de contenido, sin que se alteren para nada sus capacidades de expresión. Se encuentran lo mismo en la escultura de cementerios, que en los monumentos a poetas ejerciendo el papel de "La Musa", lo mismo encarnan esa visión poetizada de la muerte, intimista y subjetiva, que son metáforas del amor ideal, dentro de un caso de máxima ambigüedad y polisemanticidad, respecto a sus contenidos iconográficos.
Los elementos icónicos distintivos del "ángel" son esencialmente dos: la referencia a su condición de espíritus, es decir, "luminosidad" o resplandor, traducido también por "blancura" especialmente en las túnicas; y "alas", esto es, ligereza, capacidad de volar, con todo lo que supone en relación con la " elevación", sea el sentido religioso, laico o neoplatónico.
Además, el ángel modernista va a contar con algunos motivos iconográficos específicos y constantes, básicamente su encarnación femenina y su simbiosis con la flor.
ÁNGEL de la muerte.
El ángel del arte modernista puede sufrir trasvases de contenido, sin que se alteren para nada sus capacidades de expresión. Se encuentran lo mismo en la escultura de cementerios, que en los monumentos a poetas ejerciendo el papel de "La Musa", lo mismo encarnan esa visión poetizada de la muerte, intimista y subjetiva, que son metáforas del amor ideal, dentro de un caso de máxima ambigüedad y polisemanticidad, respecto a sus contenidos iconográficos.
Los elementos icónicos distintivos del "ángel" son esencialmente dos: la referencia a su condición de espíritus, es decir, "luminosidad" o resplandor, traducido también por "blancura" especialmente en las túnicas; y "alas", esto es, ligereza, capacidad de volar, con todo lo que supone en relación con la " elevación", sea el sentido religioso, laico o neoplatónico.
Además, el ángel modernista va a contar con algunos motivos iconográficos específicos y constantes, básicamente su encarnación femenina y su simbiosis con la flor.
ÁNGEL de la muerte.
Tratado como ángel de la muerte. Este tipo se asimila más bien a las amenazadoras figuras híbridas de la pintura de Khnopff (Medusa dormida, por ejemplo, de 1896).
No es, sin embargo, una figura del ángel caído, cuya representación más relevante es la realizada por Basterra para el cementerio de Derio (Bilbao), en un agitado remolino y lleno de referencias rodinianas.
ÁNGEL-AMOR
El amor ha sido representado en la pintura simbolista a menudo como una figura alada. Ya no es el niño travieso, el "eros" renacentista, sino figuras de jóvenes masculinos o femeninos. Solomón lo representó así en Aube (1871), y Burne Jones, con el tipo andrógino característico, en El amor conduciendo al peregrino, alusión explícita al viaje de la vida y por ello implicado en esta visión relacionada con la muerte. Es una iconografía formalmente intercambiable por la de Tobías y el ángel, a cargo de los mismos elementos compositivos: el viaje, encontrar el camino perdido, el ángel como ayuda y mensajero celeste, y la fe como seguimiento confiado de las rutas marcadas.
Sin duda aparecen otras variantes, pero su grado de constantes a lo largo de la iconografía religiosa, hace que no entren en esta revisión de lo que es más específico de la visión modernista. Son los ángeles-victorias, ángeles infantiles o puttis, ángeles acompañando el calvario, etc.
En la escultura modernista funeraria, convive el ángel cristiano con el ángel exclusivamente poético o heterodoxo, relacionado con los datos de una mística distinta: poesía, ensueño, deseo inefable de la eterna juventud y elevación a un mundo sublime.
Sus antecedentes próximos están en William Blake, donde encontramos casi todos los perfiles del ángel simbolista.
El ángel-sueño, el ángel protector y, sobre todo, el ángel energía, deseo, en la heterodoxa visión que confunde ángel y demonio, o invierte sus conceptos. Un ejemplo aparece en el panteón de Muros de Nalón de A. Martínez (Oviedo) con dos ángeles en bajorrelieve cuya dependencia de la miniatura medieval es claramente perceptible, pasada por la aportación de W. Blake.
Un elemento indispensable en la iconografía del ángel funerario es el acompañamiento de flores. Guirnaldas, cestillos, coronas, ramos que llevan en las manos y que tienden a esparcer en un gesto constante sobre las tumbas.
Más sobre las dolentes
Entre dichas representaciones, una
es la que
guarda un lugar preponderante en
la iconografía funeraria
y esta es
la del cuerpo
femenino. Las formas femeninas
pueden ser reconocidas
de manera frecuente adornando edificios
públicos, museos, templos,
parques, avenidas y por
supuesto también, cementerios.
Y es
en este punto
prudente recalcar nuevamente, la figura del Eros y Thánatos:
En la
antigua Grecia, el
desnudo era el
epítome de la
belleza física perfecta, poseía
una clase de
inmunidad sobre la
depredación del tiempo; significaba la imposición del orden sobre
los caprichos de
la naturaleza: y simbolizaba
la nobleza del
espíritu humano. Era
un arte generalmente reservado
para representar deidades,
mientras que los
retratos de las
personas eran frecuentemente ataviados.
El tema recurrente
de la muerte
y de las
doncellas ó vírgenes
proviene de la mitología Griega, específicamente de la saga de Perséfone
y Hades: Perséfone era
la diosa griega
del Inframundo y
la esposa de Hades. Hades se enamoró de ella tras verla
recogiendo flores en un llano de
Sicilia. Hades decidió
raptarla y llevársela
al Inframundo. Demetria,
la hermana de Zeus,
era la madre
de Perséfone. Luego del rapto de Perséfone, Demetria fue por todo el mundo
en su búsqueda.
Finalmente se enteró
del destino de
su hija y
le rogó a
Zeus que liberara
a Perséfone del
reino obscuro del
Inframundo. Hades accedió con la
condición de que no comiera nada
durante su estancia
en el bajo
mundo. Por desgracia,
Perséfone comió algunas
semillas de granadas
que Hades le
había ofrecido. Después
de mucho llanto
y tristeza, Zeus accedió a que Perséfone pasara la mitad
de un año bajo la luz del día
junto a su
madre en la
Tierra, y la
otra mitad en
el Inframundo, en donde reinaba
como Reina del Inframundo junto a su esposo el dios Hades (Plutón para los
Romanos).
Durante la mitad del año que está con su madre, la primavera y el verano cubren
a la Tierra
calidamente; las flores
florecen, los árboles
se cubren de
frutas y los
pájaros alimentan a
sus crías.
Durante el otoño y el invierno, la Tierra está cubierta de hielo. Las
flores mueren, los
árboles se secan,
y los pájaros
desaparecen de sus
nidos. Por lo
tanto, esta leyenda
está relacionada con la creación mitológica de las estaciones. Es
claro que Perséfone entra en una relación “sensual” con la muerte (Hades) y con ello
el mensaje se da
a través de
la idea que
la vida es corta,
como corta es
la belleza exquisita
de la doncella
(Perséfone). Esta belleza
habitualmente será representada
desnuda.
A través del recorrido de diversos panteones en América y Europa, fueron persistentes compañeras de camino, esculturas femeninas de líneas voluptuosas, apenas cubiertas por algún delgado lienzo de tela, que, fuera de ocultar la espléndida línea de sus cuerpos, remarcan con innegable propósito, la sinuosidad de sus figuras.
A través del recorrido de diversos panteones en América y Europa, fueron persistentes compañeras de camino, esculturas femeninas de líneas voluptuosas, apenas cubiertas por algún delgado lienzo de tela, que, fuera de ocultar la espléndida línea de sus cuerpos, remarcan con innegable propósito, la sinuosidad de sus figuras.
En otros casos,
fue evidente la
total desnudez de
las mismas, sumándole
a ello las
sugerentes posturas en
que generalmente suelen
estar representadas: yacientes,
recostadas o tendidas
con expresión de
abandono, hincadas con la mirada
y los brazos orientados
al cielo, ó de
pie, en poses sensualmente románticas.
¿Quiénes son estas
bellas jóvenes mujeres
que siguen adornando
cementerios pertenecientes al
siglo XIX y principios del
XX y que
tantas preguntas nos
surgen al contemplarlas? ¿Quiénes
son esas distinguidas
figuras que vigilan
el reposo del
valiente, de la
buena madre y
ama de casa, del
poeta, de jóvenes
niñas, de la
científica y del
deportista, entre otros?
Todas ellas son
las “dolientes”, esculturas
funerarias que inundaron los panteones desde fines del siglo
XIX y principios del XX, y que bajo los estilos
Art Nouveau y
Art Déco velan
y custodian sueños truncados, lágrimas amargas, glorias
hechas realidad, historias de amor y sobre
todo, seres humanos
cuyo deseo fue
el de afirmarse
en la tierra
a través de
un homenaje postrero
engalanado por la
etérea figura de
estas singulares doncellas
y que a
través de su
inacción, se puede
percibir la ansiedad
y vanidad humana,
y sobre todo,
el enorme temor
a lo desconocido:
“Las mujeres tienen
una parte esencial
en la imaginería
funeraria, tanto en
la figuración misma
de los rituales,
donde se las
ve lo más
cerca posible del
difunto, como en
las escenas de
ofrenda, donde asumen,
con más frecuencia
que los hombres,
la tarea de
mantener la relación con los muertos.”
Es bien sabido
el papel fundamental
que a través
de los siglos
ha tenido el cuerpo femenino en
el arte. Haciendo un repaso de la historia del arte occidental comprobamos su
reiterativa presencia.
En infinidad de
ocasiones lo hemos
admirado en lienzos,
bocetos, esculturas,
bajorrelieves, fotografias y para aquellos con gran imaginación, hasta en
las notas musicales.
Ni que decir,
si éste se
presenta sin atavío alguno; obras
maestras que han
pervivido a través de
los siglos nos
lo muestran como la excelsitud de
la representación humana.
Épocas más, épocas menos, el tema
del la figura femenina ataviada o no,
connota al arte.
Y son precisamente
las esculturas funerarias
Art Nouveau y Art Déco, dos
estilos artísticos, hermanados por el tiempo y la iconografía, que
tendrán por bandera
a la figura
femenina, y cuya
influencia alcanzará más
allá de los
altos muros que
resguardan a los
camposantos.
El cuerpo femenino, ícono de la cultura occidental, tema perfecto para la obra de
arte, ha venido
transformándose a través
de los años,
en los cuales persiste una visión de goce
esteticista sobre el cuerpo de la mujer; luego es evidente, que el tipo femenino
encontró su nicho en los estilos ArtNouveau
y Art Déco:
mujeres jóvenes, de
medidas “perfectas” con
cabelleras largas y
onduladas, en posturas
retorcidas (la llamada
“línea látigo”), de
formas redondeadas (tipo
orgánico), entrelazándose con
el motivo central -presentes
especialmente en el periodo Nouveau-
ataviadas con tules o satines que dejaban ver más allá de lo permitido
en una época de grandes cambios en el campo de la moral.
Presentes están también
el mito de
la juventud y
de la nostalgia
por ella, incorporada
a la obra
escultórica a través
de volumetrías netas
y articuladas, superficies
suavemente pulidas y
geometrías compuestas (representadas especialmente
durante el período
Déco). Siendo por
ello, que la
generalidad de las
esculturas funerarias de
dichos periodos, muestran esculturas femeninas lozanas y
frescas.
El “romántico” siglo
XIX “creador” de
los estilos Simbolista y
Art Nouveau, colmó de expresiones sobre
la muerte, libros,
periódicos, epitafios y
epístolas, en el
que fallecer, era
una experiencia de
exquisita emoción y
última expresión de
amor. Temática que
aportaría una visión muy particular sobre la mujer fatal,
lo sobrenatural, el amor, y la muerte.
Es así como puede avistarse el pensamiento de la bella muerte, tema omnipresente durante el
último tercio decimonónico,
en el que,
morir, podía ser
apreciado como un
refugio, una liberación,
o un renacer:
“La muerte era
asociada con un
renacimiento, con la
concepción, con el
nacimiento y con la expresión sexual.
La transición de la muerte a la vida eterna era vista como un renacer y
vino a ser simbolizado en la liberación del placer sensual expresado por la
“pequeña muerte” –el orgasmo-...
La representación de la mujer durante el periodo del Art Nouveau fue
asociada al elemento
floral, cuya silueta
cual planta trepadora,
va enredándose en
el tronco formando
movimientos cadenciosos que terminan
por crear un
efecto “latigueante”, fundiéndose
en la base
que le ha dado soporte.
Las bellas dolientes que ha decir de Kenneth Clark “...en el siglo XIX,
el desnudo había
llegado a significar
casi exclusivamente el
desnudo femenino...” engalanan, bibliotecas, hospitales, universidades, rotondas,
catedrales, museos y parques entre otros sitios. Por lo anterior se llega a comprender, como,
la escultura urbana Art Nouveau y art
Déco, fue a dar a los panteones. El componente sexual de estas jóvenes y bellas féminas pudieron
adaptarse nuevamente al concepto de la bella muerte y del Eros y Thanatos:
Las musas del Art Nouveau padecían del "mal du siécle": la melancolía. Sofisticadas como las cortesanas de los cafés parisinos aparecían representadas con dramática sensualidad, posando en éxtasis con los párpados entornados. Sus representaciones estaban cargadas de un fuerte componente sexual. La mujer fue vista como eje de la vida, como condición de la reproducción y asociada a los ritos de la fertilidad indispensables a la evolución. El sexo, a partir de las teorías freudianas, fue descubierto como esencia de la individualidad. La mujer, estilizada en el frágil tipo de hombros estrechos despertó en la época una contradictoria visión, su exótica y débil apariencia fue interpretada con un algo mórbido y demoníaco por muchos artistas del estilo. Ser de transformación y metamorfosis, por ello siempre reflejada con extrema fantasía y asociada a la pasión sobrenatural...
Las musas del Art Nouveau padecían del "mal du siécle": la melancolía. Sofisticadas como las cortesanas de los cafés parisinos aparecían representadas con dramática sensualidad, posando en éxtasis con los párpados entornados. Sus representaciones estaban cargadas de un fuerte componente sexual. La mujer fue vista como eje de la vida, como condición de la reproducción y asociada a los ritos de la fertilidad indispensables a la evolución. El sexo, a partir de las teorías freudianas, fue descubierto como esencia de la individualidad. La mujer, estilizada en el frágil tipo de hombros estrechos despertó en la época una contradictoria visión, su exótica y débil apariencia fue interpretada con un algo mórbido y demoníaco por muchos artistas del estilo. Ser de transformación y metamorfosis, por ello siempre reflejada con extrema fantasía y asociada a la pasión sobrenatural...
Esta sensualidad contenida
puede contemplarse en
innumerables ejemplos de escultura urbana y funeraria Art Nouveau y
ArtDéco Destacándose en ellas, la
fugacidad de las expresiones, de la exploración
del sueño y
del imaginario; nada
como la idea
de la muerte
ha prodigado más
amor y nostalgia,
de ahí que
los artistas hayan
adoptaron un tratamiento
más sumario de
las formas, lo
que apoya una
expresión poética de la interioridad;
muestra de ello
es el monumento
funerario dedicado a
la joven de
origen argentino, Rufina
Cambaceres, (1887-1903)
el cual guarda cada una de las características anteriormente citadas.
el cual guarda cada una de las características anteriormente citadas.
Ubicado en el
cementerio de “La
Recoleta”, en la
ciudad de Buenos
Aires, Argentina, este
bello ejemplo Art
Nouveau, composición muy
bien lograda tanto en
lo arquitectónico como
en lo escultórico,
con factura del
alemán Richard Aigner
(1867-1925), muestra la
figura de una
joven, la cual, abre la puerta de Hades, o de la que
será su nueva morada.
El contorno que rodea el marco de la puerta fue detallado con largos
motivos florales. Elementos
naturales que brotan
como retoño, capullos
que germinan, bulbos
ovoideos, todos símbolos
de vida y
desarrollo. A la
par, cae melancólicamente una
estilizada guía, de largo tallo
y pálidos capullos, que insinúa la profundidad en la
apropiación visual del plano y del espacio. El rostro de la bella doncella,
muestra resignación, melancolía y sobre todo,
una gran tristeza.
Su cuerpo, oculto por una túnica, deja al descubierto el hombro izquierdo, permitiendo con ello despuntar la sinuosidad del pecho de la infortunada Rufina, mientras que su mano derecha, toma de forma indolente la manija de la puerta, conocedora de su inexorable destino.
Su cuerpo, oculto por una túnica, deja al descubierto el hombro izquierdo, permitiendo con ello despuntar la sinuosidad del pecho de la infortunada Rufina, mientras que su mano derecha, toma de forma indolente la manija de la puerta, conocedora de su inexorable destino.
Iconográficamente hablando, es
ahí en donde
resalta el eclecticismo
del estilo Art Nouveau, quien hereda la impronta renovadora de la década
anterior. La sinuosidad
de la línea,
el disfrute de
las formas de
gran tendencia a
la sensualidad y
complacencia de los
sentidos, se muestran
innegablemente, en el
contorno corporal, de
la inocente y
bella, Rufina Cambaceres:
Rufina era una de las más preciadas damas de la alta Sociedad porteña por su juventud y belleza. El 31 de mayo de 1902, mientras se preparaba para una salida al teatro, perdió el conocimiento. Su madre, alarmada, llamo a los doctores para que revisaran el estado de la joven. La conclusión fue demoledora: Rufina Cambaceres había muerto. Sólo tenía 19 años. Esa misma noche su ataúd fue depositado en la cripta familiar del Cementerio de la Recoleta, junto a los restos de su padre. Unos días después se descubrió que el féretro estaba derribado. Temiendo que alguien hubiera robado las joyas que lo cubrían, el cuerpo fue retirado de la tumba. Con horror, los presentes pudieron ver los arañazos que la propia Rufina, presa del pánico, había marcado sobre su cara y las paredes del ataúd al despertar en su propia tumba, para luego morir asfixiada. Había sido víctima de un ataque de catalepsia...
Rufina era una de las más preciadas damas de la alta Sociedad porteña por su juventud y belleza. El 31 de mayo de 1902, mientras se preparaba para una salida al teatro, perdió el conocimiento. Su madre, alarmada, llamo a los doctores para que revisaran el estado de la joven. La conclusión fue demoledora: Rufina Cambaceres había muerto. Sólo tenía 19 años. Esa misma noche su ataúd fue depositado en la cripta familiar del Cementerio de la Recoleta, junto a los restos de su padre. Unos días después se descubrió que el féretro estaba derribado. Temiendo que alguien hubiera robado las joyas que lo cubrían, el cuerpo fue retirado de la tumba. Con horror, los presentes pudieron ver los arañazos que la propia Rufina, presa del pánico, había marcado sobre su cara y las paredes del ataúd al despertar en su propia tumba, para luego morir asfixiada. Había sido víctima de un ataque de catalepsia...
El bello ataúd
que guarda los
restos de la
señorita Cambaceres, es digno
de ser descrito.
Se encuentra dentro
de la capilla
familiar y puede
ser apreciado a través de la puerta lateral del monumento. Fue hecho con
mármol blanco italiano,
y juegan, a
lo largo y
ancho del féretro
unas “cintillas” o
tallos largos, que de forma
ondulada, recorren todo
el cuerpo rematando
en moño, conjuntamente
con dos agarraderas
dispuestas en cada extremo.
Estos tallos generan lo poético y sensual del estilo, labrados sobre el
lechoso e inmaculado mármol, los que parecieran capturar la humedad de la atmósfera,
humedad que marchita
con el tiempo
y a la
vez, nutre y
da vida.
A pesar de
la edad del
monumento, la blancura
y el terminado “cremoso” de la piedra
siguen intactos. Tanto
la línea, el
material empleado, y
el diseño con
un acercamiento a
la morfología de
la naturaleza, nos
hablan de una
libertad creativa emblemática
del Art Nouveau de principios de
siglo XX.
La presencia del
vocabulario formal, dinámico
cuya atracción hacia las espirales, es evidente en este fino ejemplo de monumento funerario Art Nouveau,
que hace de la inspiración floral, un tema paralelo a la dulzura y delicadeza
del rostro de la desventurada Rufina: Al final de un gélido pasillo, una joven
blanca de belleza entreabre las
puertas de su
última morada. Así
la imaginó su
familia, para expiar
el espanto de
una muerte brutal
y absurda, abriendo
las puertas de su infierno. La
bóveda de los Cambaceres consta de dos
partes, una antigua
que data de
mediados del Siglo
XIX, la otra
construida después de
la muerte de
Rufina en 1903
por Richard Aigner. Es
una de las
primeras construcciones Art
Nouveau de Buenos Aires con abundantes detalles florales.
Todos y cada uno de los detalles tanto de la vida, como de la muerte
de la
bella señorita Cambaceres
se ajustan al
ideal del Romanticismo.
Las prodigiosas manos
del escultor logran
transmitirnos ideas de
elegancia, distinción, y
ciertos dejos de
arrogancia y altivez
en sus esculturas funerarias Déco. Sin lugar a
dudas, un estilo decorativo que en el
campo de lo
fúnebre, marca una
ambivalencia entre la
imagen descarnada de la muerte y la celebración de la vida, después de
la vida, a través de las formas voluptuosas y estilizadas de sus altivos
modelos.
Una época que
“reverenciaba” la imagen
del ser humano
joven, vigoroso, pleno
de vida y
fortaleza; evitando, así,
iconográficamente hablando, representar
imágenes tan poco
atractivas como, seres
descarnados, agonías interminables o
desfiguraciones provocadas por
el perpetuo dolor.
A diferencia de
lo anterior podemos apreciar tanto
en ellas como
en ellos, físicos
estilizados que tratan
de comunicarnos un dolor,
inexistente, una pena
“teatral” y no
real ante el inevitable triunfo
de la muerte.
Los rostros no demuestran abatimiento
ante lo inevitable,
no desdeñan la
dimensión física ni la sensualidad.
La muerte macabra,
el sufrimiento, la
descomposición física no
tendrán espacio dentro
del estilo ArtDéco
funerario. Los temas
lúgubres ya no
son invitación a
la “conversión” de
los infieles, la
reacción que conlleva
el estilo Art
Déco es la
sensualidad, parte de
ello debido al
sentimiento de desilusión
y desaliento que
trajo el periodo
histórico de entreguerras
del siglo XX,
por lo que recrear
nuestra finitud no era tema
oportuno y elegante a tratar .
O quizá, hayan
sido creadas estas
bellas esculturas, manifestando
una “resignación” poco
mística, por la
pérdida y aceptación
de la muerte
del ser querido, en el cual su
principal rol fuera, ser la primer testigo de la “espiritual” partida del
difunto: El vacío que la muerte causa, este hueco o forma en negativo es
semejante a la
huella que se
genera y permanece
cuando un cuerpo
se ausenta... De
algún modo, estas
formas en negativo
recuerdan, nostálgicamente, la
plenitud de un
cuerpo que se ha
ido... Podíamos decir
coloquialmente que el
arte funerario (tumbas
y las efigies)
llenan el vacío
provocado por la
muerte y mantiene
la ilusión de
que el difunto
no ha sido
devorado por el
tiempo. La presencia
de éste, de
algún modo, se
mantiene, aunque sea con
tristeza.
Sentadas, recostadas, de
pie ó hincadas ;
vestidas, semi vestidas
ó desnudas, todas estas bellas
figuras nos participan algo, todas nos comunican claves
interpretando, a través
de la simple
postura de sus
hombros, de sus brazos, de sus manos, o de sus rostros. Aunque menos
estoicas que sus expresivas “hermanas” del periodo Nouveau, la escultura funeraria Art Déco
se constituye como
un espejo de la sociedad
de ese momento (1925-1940).
Una sociedad burguesa,
poseedora de un
deseo por demostrar
su poder económico,
ocupando parte del
mismo en la
creación de monumentos
funerarios “modernos y
vanguardistas”, hechos con
materiales finos, como el mármol, la
bakelita, y el baño de oro que dieran el efecto óptico de lo metálico y
vítreo.
La sociedad de la época temía el paso de la muerte. De esa muerte fea y
villana que sería representada dentro el estilo Art Déco bajo la
idea de que
hasta en la
migración del alma,
habría que conservar
el estilo, el garbo, la pose y la
elegancia.
Bien dice el proverbio latino, “De mortui nihil nisi bene”: De los muertos,
nada que
no sea bueno.
Quizá, tener tan
bellas y fieles
compañeras silentes, resguardando el sueño eterno, permita que el
difunto, realmente, y finalmente, descanse en paz.
Vanitas y “Memento Mori”
Una de las
ideas principales del
pensamiento filosófico y
religioso de casi todos
los tiempos es
la convicción de
que todos los
bienes son perecederos,
y en especial,
la vida. Con
el cristianismo adquirió
gran desarrollo el tema
de la transición
a la otra
vida, la vida
eterna, que se
aseguraba con la
práctica de las
virtudes cardinales (Prudencia,
Justicia, Templanza y Fortaleza).
A causa de su importancia, esta idea ha jugado un papel primordial en la
formación de las bases espirituales del arte, encontrando una expresión
variable a través del tiempo, condicionando tanto las abundantes imágenes
existentes en las alusiones simbólicas, como las estremecedoras alegorías
barrocas, de mayor expresividad.
Una oración bíblica
(Eclesiastés 1:2) describe
lo anterior: Vanitas vanitatum, omnia
vanitas : “Vanidad de
vanidades, todo es
vanidad”, que nos
recuerda que las
preocupaciones mundanas son
vanas e inútiles,
porque la muerte está a la vuelta de la esquina.
A lo largo de la historia del arte, en las representaciones escultóricas,pictóricas o de
grabados, generalmente los
programas iconográficos se
inician con una reflexión sobre la brevedad de la vida y el triunfo de
la muerte, empleándose elementos
tradicionales luctuosos, enfatizando
lo temporal, incluyendo
la belleza y
el saber, la
riqueza y los
placeres.
Algunos de los elementos
más comunes en
estos lienzos o esculturas son:
los cráneos simbolizando
la muerte humana,
las burbujas representando
lo efímero, los relojes que nos
indican el paso del tiempo, la fruta muy madura sinónimo de
envejecimiento; y otros
como el humo
y las flores
marchitas dentro del mismo
concepto de finitud.
Asimismo están presentes
los libros, la
clepsidra, los caracoles,
los insectos y
las velas, todos
ellos recordándonos el
concepto de futilidad, de
lo pasajero de
la vida, reconociéndose a
ese tipo de expresiones plásticas, como Vanitas.
Unido a este concepto podemos encontrar otro, denominado Memento Mori, palabras
provenientes del latín,
que a decir
del diccionario de
la Lengua Española
“Memento” significa “...detenerse a
discurrir con particular
atención y estudio
lo que importa”
y “mori” encuentra
su traducción como muerte; por
lo que la oración completa es un recordatorio de la hora o el tiempo de
morir.
Así, la Vanitas y el Memento
mori llegarían a formar “un estilo
artístico que derivara a posteriori en el bodegón”, dentro del cual, se potencia una
apreciación cuasi animista
del elemento frutal-fugaz,
como en las
Vanitas del barroco.
En la naturaleza
muerta, vanitas o
memento mori, abundan
los símbolos, los dobles
sentidos, y si
su lectura puede
parecer lineal, hay matices
e historias que
sólo la mitología
y la religión, junto
con la historia
de una civilización
cada vez más
compleja,
pueden desentrañar. Si
Vincent Van Gogh
llegó a pintar naturalezas muertas, tal vez su
sentido, no sea sencillamente tan simple.
Tal vez tengan
un sentido renovado
los cientos de naturalezas
muertas que estos
artistas, y otros
muchos, llevan hechas en sus cortas y efímeras vidas
contemporáneas.
...La frase tiene su origen en una peculiar costumbre de la Roma antigua.
Cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras
él un siervo
se encargaba de
recordarle las limitaciones
de la naturaleza
humana, con el
fin de impedir
que incurriese en la
soberbia y pretendiese,
a la manera
de un dios
omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la
ley y la
costumbre. Lo hacía
pronunciando esta frase,
aunque según el
testimonio de Tertuliano,
Apologético, probablemente la
frase empleada era "Respice post te! Hominem te esse
memento!": "¡Mira tras
de ti! Recuerda
que eres un
hombre" (y no un dios).
Así pues, las
ideas de vanidad
y de fugacidad
fueron relacionados desde el
principio, con el pensamiento de la muerte y a menudo con la idea del futuro
renacer, por medio de la continuidad de la especie, de la entrada en la
vida de la
naturaleza, o bien,
en una dimensión
más trascendental, por
medio de la
vida situada más
allà de los
sentidos a la que tendrá
acceso el alma
inmortal después de
haberse liberado de
esta existencia terrenal, mortal y miserable:
«Yo soy la muerte, gran princesa, que arroja al vacío la soberbia humana: mi nombre se extiende por todo el mundo. Y cuando suena, la tierra tiembla...»
«Yo soy la muerte, gran princesa, que arroja al vacío la soberbia humana: mi nombre se extiende por todo el mundo. Y cuando suena, la tierra tiembla...»
Los escultores ante
el reto que
significa realizar un
recordatorio fúnebre, consciente o
inconscientemente utilizan un
lenguaje formal, donde tanto
la presentación de
los personajes como
la técnica utilizada contribuyen
a halagar los sentidos, prestando una forma
que sea rápidamente
apropiada por el
observador y sustituya la ausencia. Esta sensualidad funeraria se encarna mejor en la
figura del ángel,
uno de los
personajes más representados
en los cementerios del mundo.
En la parte final de éstas entradas vamos a ver un
Breve Diccionario de símbolos en la estatuària funerària.
“Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais...
atacar naves en llamas más allá de Orión,
he visto rayos C brillar en la oscuridad
cerca de la puerta de Tannhäuser.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo
como lágrimas en la lluvia.
Es hora de morir.”
Philip K. Dick
Aunque a lo largo de ésta entrada ya hemos ido haciendo referencia a muchos
de los símbolos que aparecen en el arte funerario, queremos recoger aquí lo más
esencial en forma de una pequeña guia interpretativa que nos pueda ser útil.
En algunas ocasiones se presentan
dudas en cuanto al significado de símbolos utilizados en
el campo funerario
cuyo origen es
ambiguo u oscuro.
Para un mejor entendimiento sobre el tema iconográfico mortuorio se desarrolló
una guía sobre
los símbolos y
atributos con los
que se encuentran
revestidas tumbas y
monumentos pertenecientes a
las últimas décadas del siglo XIX y las primeras cuatro décadas del siglo XX. Siendo ello
de gran importancia,
ya que a través de
la iconografía funeraria
se transmiten diversas alusiones simbólicas, algunas
de ellas, estremecedoras y otras, llenas de
expresividad.
De este modo,
se intentarán desvelar
los variados simbolismos
y mensajes que
un espacio arquitectónico, una
imagen o un
programa iconográfico pueden
llevar implícitos y que, al mismo tiempo, nos pondrán en contacto
con el pensamiento
y las formas de
sentir de un
momento histórico determinado.
Figuras antropomórficas, dolientes,
ángeles, almas, figuras
sacras y alegóricas, elementos anatómicos, animales,
flores, árboles, frutas, granos y vinos, se analizaran como producto cultural,
atendiendo a la historia, a la angelología,
es decir, como un
documento más de
lo histórico y
de las formas estéticas que nos remitirán a un
significado oculto.
Sobre la ejemplaridad
del mensaje que
yace en las
esculturas y la
arquitectura de los
cementerios, se ha
dicho que, como imaginario, ejerce una
fuerte evocación que
trasciende al contexto
local. Es de
particular importancia resaltar
la influencia de
los cementerios Italianos
(Staglieno, Monumentale) tanto
como ejemplos tipológicos,
como por la
difusión de afortunadas imágenes
que asumen un propio
y verdadero carácter
de modelo (tumba
Oneto, tumba Olivari,
tumba Ribaudo) desde
finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX.
Estos símbolos, reflejo
de sus valores
e ideales, ha
permitido la integración de un catálogo de íconos dentro
de la escultura funeraria, que incluye
de manera enunciativa
más no limitativa
los siguientes elementos:
Figuras Antropomórficas
. Dolientes
. Pleurantes. Figuras medievales
vestidas con traje
talar y generosas capuchas. Sus
antecedentes: sarcófagos antiguos.
La pleurante medievalizante
constituye un arquetipo abstracto y despersonalizado de la idea de
la doliente, con
lo que se
deseaba asegurar la
presencia permanente del deudo
junto a la tumba.
• Pleurante abrazada a
la cruz. Se
expresa la idea
del sufrimiento aliviado por la fe.
•Pleurante o doliente arrodillada rezando. Beneficia al muerto al tiempo
que conforta al orante,
•Pleurante o doliente
depositando una flor
o guirnalda sobre
la tumba. Ofrendas que
son una demostración
de cariño que
no puede destruir la muerte. Signo de gratitud y de
reconocimiento de los méritos del que
ha partido, lo
cual adquiere un
sentido cívico, si
se trata del
sepulcro de un personaje ilustre.
Según Cesare Ripa
(Perugia, Italia, 1560-1645)
las almas debían
ser representadas con una
doncella “graciosísima” que debería tener el rostro cubierto de un finísimo y
transparente velo, vestido claro y brillante; en los hombros, un par de alas y
encima de la cabeza una estrella.
• Figuras femeninas coronadas por una estrella, mirando hacia el cielo, con
las manos juntas en actitud de oración.
(Adoratio Perpetua).
• Figuras femeninas con los brazos cruzados sobre el pecho, prontas a
abandonarse al poder divino.
• Figuras femeninas señalando hacia arriba con los dedos. No suelen tener alas, aunque hay sus excepciones.
En ciertas ocasiones portan el áncora de la esperanza.
Representación del alma
en ascenso al
cielo. Conducida por
un ángel, si la escena se halla
trabajada en relieve aparecerá sobre un fondo cuajado de estrellas y rayos
solares.
Alma infantil, constituye un caso aparte. Son imprescindibles las alas,
significado de inmediata beatificación del niño, su transformación literal
de angelito; a veces
las alas son
de mariposa, animal
que para los
griegos simboliza a psikhé el aliento
ó soplo vital.
Las alas son
atributo exclusivo de
los ángeles, mensajeros
y guías celestiales que ayudan al
ánima en su tránsito a la beatitud: Los ángeles
son espíritus puros,
es decir "libres
de toda materia", y por lo tanto de naturaleza inmortal. Ellos existen para glorificar
a Dios y ser sus mensajeros... de hecho su función más importante es
ésta: ser el
nexo entre Dios y
el Hombre, y
en segundo término proteger a los
hombres y velar por su salvación.
La mayoría de
las religiones y
la Teología reconocen
su existencia desde
los primeros tiempos
a través de
escritos bíblicos e históricos.
Para la Iglesia Católica, los ángeles son una "verdad de fe".
A veces es
el ángel de
la muerte el
que porta la
espada (Gabriel Mancera y esposa
en el Panteón del Tepeyac, México, D.F.) o
se apodera del alma con gozo, que se antoja en ciertos momentos
erotizada (tumba Oneto, Cementerio Staligeno, Génova, Italia).
* Ángel que desciende para llevarse las almas de los niños o con el fin de
velar su sueño eterno.
• El ángel se
le reservan otras
funciones, relacionadas con
las anteriores:
Psychopompos o conductor
de almas al
paraíso.
No es extraño que se orne la frente o el atavío del
ángel con una estrella o con una banda estrellada, indicando el carácter de
guía tutelar.
• El ángel apuntando con el brazo hacia lo alto, implicando consuelo a
los dolientes.
• Figura de ángel
con la trompeta,
vinculada con el
juicio final y la
revivificación de la carne.
• El ángel imponiendo silencio, llevándose los dedos de la mano a los
labios, o pareciendo meditar.
• El ángel con
una actitud de
dolor o de
plegaria. Representado a
través del ángel de la guarda popularizado en la época barroca.
•Thanatos. Joven alado
con las piernas
cruzadas, que porta
una antorcha invertida, representando con ello , la extinción de la
vida.
• Ángel durmiente. Resguardando la
tumba el ángel
cae rendido y
entra en un profundo sueño.
. Las figuras de Cristo o de la Virgen no son tan abundantes como las de las
almas y ángeles.
Aunque esto no
es válido para
todos los panteones. Las
referencias a Cristo son: La cruz, (martirio y triunfo, muerte y salvación).
El Crismón o símbolos eucarísticos de la vid y el trigo. (La versión de la iglesia
primitiva consistía en una “X”
atravesada en su
centro por la
I, formando de
este modo un
anagrama que correspondía
a las iniciales
griegas de Iesus
Xristos; en la
versión que surge
de la visión
constantiniana la “I” será sustituida por la P griega - el anagrama hace
así referencia a las dos primeras letras de Xristos - además de que el conjunto
quedará envuelto en un círculo).
En esta segunda
solución hay varios
matices que son
dignos de ser
analizados, el círculo es un símbolo solar que nos habla de Cristo como
sol invictus.
De igual manera, es obligado resaltar la actitud de culto y confianza en la
palabra que el crismón supone: desde la existencia del anagrama como
referente inequívoco de
la persona a
que se refiere,
hasta el alfa
y la omega -
que posteriormente le
adornarán - como
representación del alfabeto
completo de todo
lo significativo y,
como tal, de
todo lo que
es.
Cristo aparece figurado bajo diferentes formas:
1. De buen pastor infantil en tumba
de niños.
2. Bajo la
advocación del sagrado
corazón ya sea,
señalando con la
diestra su pecho
abierto (sugiere la
idea de misericordia
y perdón).
3. Extendiendo las manos sobre el sepulcro, con gesto protector.
Es raro encontrar en esta época (estilo Art Déco) a Cristo clavado en la
cruz.
La Virgen suele
aparecer en relación
con los misterios dolorosos, asociada a la pasión de Cristo, sea
integrando el grupo de la piedad, sea afligida y solitaria al pie de la cruz
(especialmente apropiado cuando una madre lo dedica a su hijo muerto).
Escasean las imágenes
de Santos en
la escultura funeraria
del
periodo analizado.
En el siglo XIX encontramos la personificación de virtudes, teologales
y cardinales, con
especial presencia de
las primeras. Vehículo
apropiado para hacer
referencia a las
actividades y realizaciones
profesionales de difuntos distinguidos
• Fe. Es representada con una mujer
portando una cruz o en algunas
ocasiones, un cáliz o una vela (cargando una lámpara de aceite). Su color es
el azul, la
esmeralda o la
niñez. En algunas
ocasiones San Pedro aparece a sus
pies.
• Esperanza. Frecuentemente aparece
retratada en el arte con alas, o con
un ancla (antiguo
símbolo de la
esperanza). A veces
un barco en la cabeza -aludiendo al buen viaje- o con
una canasta de flores.
•Caridad. En el arte se tiende a
representar esta virtud con una mujer dándole de comer a un niño. En la era
Victoriana, aparecía queriendo mostrar un pecho. Dependiendo del escultor o del
cliente, la caridad aparecerá
portando una flama,
una antorcha o
una vela, o
con comida para el hambriento, o
con ropa para el harapiento.
•Templanza. Frecuentemente aparece
con un jarrón
de agua,
mostrando el vivir limpiamente. Algunas veces con una brida (freno) a
manera de control o una funda de espada.
•Prudencia. Son pocas veces vistas
en el cementerio a diferencia de
su presencia en la pintura. Tiene dos cabezas y a veces es retratada con
una víbora o un dragón, los cuales no se adaptan con las demás virtudes. Otras
ocasiones aparece viéndose
al espejo. Las
dos cabezas no
son símbolos de
vanidad, sino por
lo contrario, son
utilizadas para preguntarse sobre sí
mismo.
• Fortaleza. Descrita como una
mujer guerrera, portando un palo, un casco y un escudo. Los escultores en los
cementerios la retratan con una mano en la cadera en actitud resuelta, y con la
otra portando una espada, o palo
largo. También aparece
una columna a su lado
en alusión al templo filisteo
destruido por Sansón.
•Justicia. Generalmente son
expuestas en los
palacios de justicia, más
que en los
cementerios. Es una
de las virtudes
más fácil de identificar ya
que siempre carga
una balanza. El
arcángel que porta
una balanza es Miguel. En la época barroca a la figura de la justicia le
fue agregada la venda en los ojos, como símbolo de que no sería influenciada
por ningún elemento externo.
Elementos anatómicos
• Cabezas, semejantes a las Pleurantes que, a manera de modillones,
adornan los ángulos de tumbas neogóticas.
• Cabezas aladas de los querubines, emblemas de la sabiduría divina.
• Corazón inflamado, indicando amor divino.
• Uso poco frecuente (siglo XX) de la calavera con las tibias o canillas
cruzadas. Asociación a
la legendaria tumba
de Adán en
el calvario, certidumbre de redención, vida eterna.
Animales
. Suelen desempeñar funciones de emblemas accesorios, por lo mismo son
incapaces de sostener por sí solos una composición. Animales alados, como la
mariposa y las aves, vinculados desde la antigüedad clásica con la idea de la
volatilidad del alma y de su ascensión al cielo.
•La serpiente devorándose
a sí misma,
formando el círculo
perfecto del ourobolos (serpiente
que devora su propia cola), emblema de la eternidad.
• El caduceo. Emblema
de Hermes (Mercurio),
es un pequeño
bastón con alas
en la parte
superior en donde
se enrollan en
sentido inverso dos serpientes.
• Las esfinges. Monstruo
con cabeza y
pechos de mujer,
cuerpo de león
y alas de
ave; los egipcios
idealizaban a algunas
personalidades o divinidades
con cuerpo de
león y la
cabeza del personaje (generalmente
el rey) para
representar la fuerza
y el coraje.
• Grifo. Han sido representados
por más de
tres mil años.
Estas
fantásticas criaturas con cuerpo de león y alas de águila, tienen dominio
sobre la
tierra y su
cielo. La primera
vez fueron vistos
en la cultura
asiática y más tarde adoptadas por los persas y asirios. Se tiene como
la doble
naturaleza de Cristo,
humano y divino,
por su poderío
en la tierra y en los cielos.
• Pegaso. Caballo alado,
es visto con el simbolismo
de la intelectualidad y
la creatividad poética.
Cuando se observa
un Pegaso en un
cementerio simboliza a
la resurrección, renovación y
renacimiento.
• Oveja. Asociada a
la figura de
Cristo niño, como
alusión a la
parábola del buen pastor.
• Burro. Cristo escogió a un burro
para entrar a Jerusalén como símbolo
de humildad, paciencia
y pobreza. Elemento
esencial en la
representación de la Natividad.
En otras culturas tiene otro significado: Al rey
Midas le fueron
dadas orejas de
burro por sus
defectos espirituales. En
Egipto, la leyenda
dice que, un burro rojo
era una de
las bestias más
peligrosas que un
alma podía encontrar
en su viaje
al otro mundo.
• Oso. Para la
cristiandad los osos
simbolizan regeneración. Santa Eufemia, mártir cristiana, una vez
arrojada a las bestias, estas no quisieron atacarla hasta que dicha santa
rezando pidió a Dios morir en sus
garras. Dicho esto
un oso con
un manotazo la
mató, sus padres recogieron el
cuerpo completo de
la santa, mismo
que las bestias
no quisieron tocar.
• Gato. En la
iconografía cristiana el
gato es sinónimo
de pereza, vicio, oscuridad y
Satán. Algunas veces Cristo es retratado con gatos en
lugar de víboras
a sus pies.
A pesar de
ser considerado una
criatura negativa, en
algunas pinturas de la
“Natividad” aparecen algunos gatitos. En otras culturas también
el gato es visto como un ser de
maldad. Los chinos
consideran al gato
como el yin,
animal con poderes
maléficos nocturnos. Sus
defensores aseguran que
los gatos han
sido malentendidos, y que sus
supuestos atributos negativos,
son borrados por
sus dotes de
sigilo y de
astucia (ver tumba
“Ricardo”, panteón de
Montparnasse, París, Francia)
•Perros. Cerberos es el nombre, en la mitología clásica Griega, del temible
perro de tres
cabezas en cargado de
vigilar la entrada
del Infierno. Can Cerbero
según la Enciclopedia
de los Símbolos
de Udo Becker,
“...a todos ellos
(difuntos) los recibía
moviendo el rabo
amistosamente, pero por lo general no admitía a ningún vivo, ni dejaba
salir a
ningún difunto una
vez hubiese entrado...”
es evidente que
el símbolo de
la fidelidad preside
el encuentro de la
imagen del perro
en los monumentos
funerarios.
En general, son retratados en un sentido positivo. Los perros, como los gatos negros, son
supuestamente compañeros de las brujas.
• Elefantes. Habitualmente
son vistos en
tumbas de aventureros
y exploradores. En
las culturas orientales
son símbolo de fuerza,
longevidad, felicidad y
prosperidad. En el
cristianismo suele tener
el mismo pensamiento
sobre este animal.
Símbolo de la
castidad porque el
macho se mantiene
fiel a su
pareja mientras esta
espera los 24
meses a su bebé.
• Caballos. Es un
animal muy “simbolizado”. Pueden
tener dos
significados: el caballo
negro representa maldad,
y el caballo
blanco representa al bien. En la Biblia son asemejados a la lujuria y la
codicia.
• Cordero. En el arte
funerario los corderos
generalmente se encuentran
en las tumbas
de los niños,
significando inocencia. Los
cristianos, judíos y
los musulmanes, solían
sacrificar corderos, como ritos de renovación.
• León. Asociado con el coraje,
la majestuosidad y la fuerza.
Frecuentemente visto como
guardián en los
portales de las
tumbas y mausoleos. En un plan más espiritual, el león
simboliza la resurrección, de
acuerdo a una creencia Antigua :
un bebé león nació
muerto, pero resucitó al tercer día, gracias al aliento que le dio su padre.
• Buey. Generalmente retratado
en natividades. Simboliza
paciencia y fuerza. Desafortunadamente para el buey, ha sido utilizado
para formar parte en los sacrificios. En
la antigua Grecia, el buey blanco era
sacrificado para el
dios Zeus (Júpiter) y
el negro era
dedicado a Hades (Plutón). En la Hecatombe se
sacrificaron a cientos de bueyes.
• Ardilla. Frecuentan los cementerios, pero vivas. Son muy pocos los ejemplos de ardillas en los monumentos
funerarios. Se ha asociado a las ardillas
rojas con Satán
ya que opera
y vive (el maligno)
en diferentes niveles.
• Venado. Simboliza piedad y
aspiración religiosa. Debido
a sus cuernos,
son señalados como
portadores del árbol
de la vida.
La historia del
romano Placido nos
dice que éste
se encontraba cazando
venados cuando vio a uno con los cuernos
en forma de cruz, por ello se convirtió al cristianismo.
Dragón. Es interesante el diferente significado que adopta este símbolo entre Oriente y Occidente. En Oriente, el dragón protege a los humanos de los malos espíritus y representa la alegría, la salud y la fertilidad . Sin embargo, en las culturas occidentales, el dragón posee los rasgos negativos de la serpiente, la destrucción, el peligro, la depravación, y la pérdida de la inocencia . En la tradición judía, bestias míticas como el dragón son criaturas mesiánicas . También, un dragón derrotado por San Jorge representa el triunfo sobre el pecado.
Dragón. Es interesante el diferente significado que adopta este símbolo entre Oriente y Occidente. En Oriente, el dragón protege a los humanos de los malos espíritus y representa la alegría, la salud y la fertilidad . Sin embargo, en las culturas occidentales, el dragón posee los rasgos negativos de la serpiente, la destrucción, el peligro, la depravación, y la pérdida de la inocencia . En la tradición judía, bestias míticas como el dragón son criaturas mesiánicas . También, un dragón derrotado por San Jorge representa el triunfo sobre el pecado.
Sirenas. Estas eran las mensajeras
de Proserpina, y fueron enviadas para llevar las almas de los muertos al Hades.
Aves, peces e insectos
•Mariposa. Es una figura frecuente
en los cementerios. Las tres etapas de su vida: gusano, crisálida y mariposa,
son asemejados a los símbolos de vida, muerte y resurrección. Los japoneses asemejan a la mariposa con
las mujeres. En
la antigüedad Psique
era retratada frecuentemente con alas de mariposa.
• Abeja. Los primeros cristianos tratando de idear un símbolo de fe, lo
encontraron en las
abejas. La miel
representa a Cristo.
Su hibernación se asemejaría a la
resurrección.
• Grulla. Generalmente
colocadas en la
parte alta de
los mausoleos y
monumentos funerarios, ya
que es un
símbolo de vigilancia, lealtad y buen trabajo. La lealtad va en función al círculo que hacen
alrededor de su líder al anochecer. Los viajes migratorios de la grullas se
asemejan a la resurrección en la cultura cristiana. En China, la grulla simboliza longevidad (e
inmortalidad).
• Paloma. Son de
los animales más
vistos en los
cementerios. Frecuentemente retratados
en diferentes poses,
como por ejemplo
portando en su
pico una rama
de olivo, como
referencia de la
paloma que mandó Noé desde su
barca para buscar tierra. Símbolo de
pureza y paz. También insignia del espíritu santo.
• Libélula. Comparte con las
mariposas algunos de
sus características: belleza,
inmortalidad y regeneración,
y otros más:
luz, elegancia y
velocidad. Comen gran
cantidad de mosquitos
y de gusanos.
Aunque en algunas
culturas se le
ha relacionado con
el demonio.
• Águila. Sin lugar a dudas el águila es uno de los animales que representan más
poder. En el
arte funerario encarna
la resurrección y
el renacer: el
águila vuela hacia
el sol. “La flor
de lis y
el águila fueron
símbolos que acompañaron
a la expansión
del Sacro Imperio
Romano Germánico formado
por Carlomagno y la Iglesia
Católica. Lo que en un futuro se fragmentaría en la monarquía francesa,
que adoptaría el
símbolo de la
flor de lis,
y la monarquía alemana, que adoptaría el del
águila”.
• Águila de dos
cabezas. El águila
siempre ha sido
relacionada con el
poder y el
respeto. Águilas con
dos cabezas representan
el doble de
poder y respeto.
Es uno de
los símbolos más
arcaicos de la
humanidad. Antiguamente era
un símbolo de
los hititas. Más
adelante los europeos la
adoptaron como símbolo
en las cruzadas.
Finalmente fue incorporado
al uniforme imperial
de Rusia y
Austria. Los libresmasones añadieron esta figura a su
vasta lista de símbolos. Además de representar
poder, simboliza una
naturaleza dual de
la unidad, lo
cual es especialmente
apropiado por su
viaje (de oriente
a occidente.)
•Halcón. En las
pinturas renacentistas generalmente
aparecen sobrevolando los
mercados de carnes,
señalando con esto,
que las personas
no están pensando
con la cabeza,
sino con el
estómago. Actualmente el halcón
ha estado relacionado
con acciones de
guerra, por lo que es lo opuesto
al significado que guarda la paloma.
•Búho o lechuza.
Símbolo de sabiduría
y de vigilancia.
Se le considera
un atributo de Cristo y
las descripciones de la crucifixión
generalmente aparece un búho en ella (como Cristo tuvo la habilidad de
guiar a la humanidad en la oscuridad). En China consideran al búho con una hiperabundancia de
la energía del
yang.
• Perdiz. Dependiendo de
donde sea representado
la perdiz, será su significado. En las tradiciones cristianas la perdiz
representa la encarnación del demonio
y simboliza la
tentación. En realidad
cuando se ve
a un perdiz
en alguna tumba
o monumento, este
no simbolizara nada, solo será parte del decorado.
• Pavo real. Generalmente
decora las tumbas
en Europa, no
así
en América. Esta
ave simboliza la
inmortalidad puesto que
la leyenda dice
que su carne
nunca decae. La
“multitud” de ojos
que tienen las
plumas del pavo
real, representan los
múltiples ojos de
Dios. Algunas ocasiones aparecen dos pavoreales tomando del
cáliz. La leyenda dice que tienen habilidad para matar serpientes y transformar
su veneno en los colores de su plumaje.
• Gallo. Representa vigilancia, guardia
y coraje, por
su grito tempranero.
Lamentablemente ha sido utilizado para realizar diferentes
sacrificios. Algunas veces su sangre
ha sido utilizada
para fertilizar al
sol.
• Pájaro carpintero. Se
le tiene como
un ave con
poderes
proféticos. En las
tradiciones romanas la
figura de esta
ave es significativa, debido
a que les
llevó comida a Rómulo y
a Remo.
• Ave fénix. Representa el
renacimiento, resurrección y transformación. Los cristianos empezaron a utilizar el ave
fénix en sus tumbas desde el
primer siglo después
de Cristo. Aparece
en escenas de
la crucifixión. Sus
raíces provienen desde
el antiguo Egipto.
El macho y la hembra representan
un matrimonio feliz.
• Delfín. En la
cultura cristiana es
uno de los
animales marinos
más retratados. En
los monumentos funerarios
frecuentemente esta enlazado
a el ancla,
el cual fue
un temprano disfraz
de la cruz.
Simbolizan salvación, transformación y amor.
• Pez. Es uno
de los más
comunes símbolos cristianos. Pescado,
vino y pan
representan la eucaristía
y La última
cena en el
arte Cristiano. Fue
utilizado como código
secreto durante la
persecución de los romanos a los judíos.
• Concha. Símbolo del bautizo de Cristo. Hasta ahora en algunas pilas bautismales podemos
observar conchas incorporadas
al diseño. En algunas ocasiones el agua que se coloca en
la cabeza del bautizado es tomada en una concha. En algunas culturas la concha
representa a una diosa (La
Venus de Botticelli). La
concha en algunas
ocasiones porta una perla
asociada con la buena suerte y la prosperidad.
• Ballena. Yahvé ordenó
a un gran
pez que tragara
a Jonás, y
Jonás estuvo tres
días y tres
noches en el
vientre del pez.
Entonces Jonás dirigió esta
oración a Yahvé,
su Dios, desde
el vientre del
pez: “En mi angustia llamé a
Yahvé y me respondió, grité desde el
lugar de los muertos y
tú oíste mi
voz. Me habías
arrojado en el
corazón del mar”,
entonces Yahvé dio orden
al pez y
éste vomitó a
Jonás sobre la
tierra. Por segunda
vez la palabra
de Yahvé llegó
a Jonás y le dijo:
“Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anuncia lo que yo te
diga.” Se levantó Jonás y fue a Nínive,
como se lo había ordenado Yahvé.
Reptiles y anfibios.
• Rana. Se pueden encontrar como un
elemento primordial en las tumbas.
Y Dios le
dijo a Moisés:
“... ve con
el faraón y
dile que le
mandaré inundar su pueblo de ranas”.
Espíritus impuros (ranas), salían de la boca del dragón, de la bestia
también salían ranas.
• Serpiente. Tiene presencia en las tumbas desde el siglo XIX, en donde las
víboras literalmente se
comen su cola,
como símbolo de
su inmortalidad. Se dice que
tenemos miedo de las serpientes porque aun retenemos parte
del cerebro de
ellas que controla
nuestras más primitivas
emociones.
Ouroboros, símbolo de
eternidad y rejuvenecimiento. Estas
imágenes pueden ser
encontradas en el
viejo Egipto, donde era simbolizado como el ciclo diario del sol;
significando que para todo final, hay un nuevo comienzo.
• Tortuga. Es utilizada como un
elemento meramente decorativo. Aunque
puede representar virtudes
como la longevidad, paciencia,
durabilidad y fuerza.
De igual manera
puede ser vista
de forma negativa: pereza y clandestinidad. No es
extraño encontrar una tortuga “deteniendo”
las esquinas de
las tumbas o
mausoleos. En algunas
culturas, las tortugas se muestran cargando al mundo entero.
Plantas
Flores y vegetales. Las flores cubren a las tumbas y serán ellas
portadores de un lenguaje oculto. Nos
recuerdan tenazmente, la
belleza y la
fragilidad de la
vida.
Dentro de los
muchos amores que
tuvo Apolo, uno
de sus mayores
romances fue con:
• Acanta, el espíritu
del árbol de
acanto. Tras su
muerte, fue transformada
por Apolo en
una hierba amante
del sol. Aparece
en el capitel de las columnas corintias. Triunfo
final de la vida eterna.
• Guirnaldas. Parte
significativa de las
pompas fúnebres. En
la antigüedad al
difunto se le
ceñía con guirnaldas
y sobre su
pira se depositaban estas en abundancia. La guirnalda
o corona vegetal estaba ligada a los placeres del banquete. La idea del triunfo
de la vida virtuosa sobre la muerte. Algunas coronas que figuran en círculo
perfecto formado por multitud de esferas pequeñas
representan las coronas
de abalorios (piedritas
ó cuentas). La
flor es antiguo
signo de las
dichas que el
alma experimenta en
el jardín paradisíaco. La flor
ha servido durante
siglos, como metáfora
de la breve y vana belleza de la vida humana.
• En general,
las rosas, azucenas,
lirios del valle,
margaritas, Pasionarias, nomeolvides,
alcatraces y amapolas
están relacionadas con el sueño, el reposo, seguro y eterno.
• Flor de campana o campanilla.
Constancia y gratitud.
• Lirio. Significa majestuosa
belleza y matrimonio.
• Crisantemo. Símbolo de longevidad, inmortalidad debido a que su
denso cuerpo dura hasta el otoño.
• Trébol. Símbolo de la Trinidad.
Supuestamente San Patricio lo llevó
a Irlanda para
convertirlo en símbolo
de la
Trinidad. Independientemente antes del Cristianismo los celtas
utilizaban al trébol como símbolo de vitalidad, por su abundante crecimiento.
• Ciclamen, violeta o monja
sangrante. Los primeros cristianos lo tomaron como símbolo de la sangre del
corazón de María.
• Narciso. Atributos de
renacimiento y resurrección.
atributos negativos de la vanidad
y del amor a sí mismo.
• Margaritas y corderos, generalmente en
tumba de niños.
Significa la inocencia del niño Jesús.
• Onagra. Se abre en la tarde y se
cierra a media mañana.
Representa el amor
eterno, memoria, juventud,
esperanza, tristeza.
• Helecho. Símbolo de humildad y sinceridad.
• Hibiscus de familia
de las malves, representa brevedad de vida.
• Iris o flor
de lys. En
la mitología Griega.
era mensajera de
los dioses. Algunos
autores consideran que el símbolo
de la flor de lys podría ser el primer emblema adoptado por
la Iglesia Católica.
• Laurel. Usualmente utilizada en
forma de corona, representa la victoria,
eternidad, inmortalidad.
• Azucenas del
valle. Símbolo de pureza,
inocencia y virginidad.
Unido a ello
para cuestiones funerales
es utilizada por su olor. Son de
las primeres flores en los valles en
florecer, por lo mismo también representa la resurrección.
• Loto. Símbolo de
pascua y de
las culturas egipcias,
como la rosa en
la cultura occidental.
La flor de
loto abre sus
flores a la
salida del sol, y la cierra a la caída del mismo. Simboliza la pureza y
limpieza perfecta.
• Alba. Símbolo de la resurrección porque cierran sus pétalos de noche y
los abren con la llegada del sol.
• Pensamientos- fueron
ampliamente cultivadas durante el
s. XIX, época dorada de los cementerios. Símbolo de remembranza. Generalmente se
graban en los
pétalos algún sentimiento (pensamiento) por el ser perdido.
• Pasionaria. Símbolo de la
pasión, redención y
crucifixión de Cristo.
• Amapolas. Debido a
su poder narcótico,
es comúnmente asociada con el
sueño y muerte, y con Morfeo, Hyphos. El color rojo de alguna de sus flores es
usado como símbolo de la sangre, y muerte. Como el significado de la amapola da mucho de sí, os pongo el enlace a ésta entrada, donde lo podréis encontar desarrollado:
http://terradesomnis.blogspot.com.es/2015/11/el-consumo-del-opio-y-su-presencia-en.html
http://terradesomnis.blogspot.com.es/2015/11/el-consumo-del-opio-y-su-presencia-en.html
• Rosas. Reina de las flores por su belleza, aroma y longevidad.
La rosa roja
simboliza martirio, mientras
que la rosa
blanca significa pureza. Algunas veces la virgen María es llamada la
rosa sin espinas.
• Girasol. Es extraño observar girasoles en las tumbas. Aunque si aparecen se deberá entender que la luz que
guía a la flor son los rayos del sol, es decir la luz divina.
• Cardo. Simboliza tristeza y el dolor.
* Hojas de roble y bellota.Las hojas de un roble, o el fruto en sí en una lápida simbolizan poder, autoridad y victoria. En la cultura nórdica y celta, las bellotas simbolizan la vida , la fertilidad y la inmortalidad . Los Druidas comían bellotas , creyendo en sus cualidades proféticas , y las bellotas eran el fruto sagrado del dios Thor , cuyo árbol de la vida fue el roble. Las bellotas y las hojas de roble juntas simbolizan la protección
* Hojas de roble y bellota.Las hojas de un roble, o el fruto en sí en una lápida simbolizan poder, autoridad y victoria. En la cultura nórdica y celta, las bellotas simbolizan la vida , la fertilidad y la inmortalidad . Los Druidas comían bellotas , creyendo en sus cualidades proféticas , y las bellotas eran el fruto sagrado del dios Thor , cuyo árbol de la vida fue el roble. Las bellotas y las hojas de roble juntas simbolizan la protección
Las imágenes arbóreas, pueden ser árboles completos o aparecer con una o varias ramas desgajadas. Los troncos de los árboles desprovistos de
ramas y hojas poseen una antigua connotación del árbol de la vida.
*Tronco. Una lápida en la forma de un tronco de árbol es un símbolo de la brevedad de la vida. El fallecido tuvo una vida corta y murió de repente.El número de ramas rotas que aparecen en el tronco de un árbol puede indicar familiares difuntos enterrados en ese lugar.
*Tronco. Una lápida en la forma de un tronco de árbol es un símbolo de la brevedad de la vida. El fallecido tuvo una vida corta y murió de repente.El número de ramas rotas que aparecen en el tronco de un árbol puede indicar familiares difuntos enterrados en ese lugar.
• Sauce llorón. Sigue floreciendo
aunque se le corten las ramas.
Costumbre occidental de plantar un sauce al lado del sepulcro del ser
querido.
• Palmera. La verde y altísima palma. Sus hojas están asociadas con la idea
de victoria, símbolo de Cristo y de los mártires que triunfan sobre el pecado.
• Hiedra, Laurel, olivo,
trigo y vid.
Esta vegetación ornamental
permite realizar follajes
caligráficos que componen
frisos, separan
inscripciones, circundan y
ornan letras, es
decir poseen una
función tipográfica.
• Ciprés. Algunas veces considerado
el árbol de la vida. También ha sido asociado con la muerte y la inmortalidad
desde tiempo de los paganos. Simboliza
longevidad, resurrección e inmortalidad.
• Higuera. Una de las primeras plantas mencionadas en la Biblia.
La higuera es considerada símbolo de lujuria y sus múltiples semillas,
como símbolo de fertilidad.
• Maté, o árbol santo (ilex). Siempre verde, por lo mismo inmortal.
Se ha dicho
que de esa
madera fue hecha
la cruz en
la que fue
crucificado Jesús.
• Roble (bellota). Como
el huevo, simboliza
la prosperidad y la abundancia de
frutos. Como símbolo
religioso puede ser
visto al final del
cordel del sombrero
del cardenal, que
representa el poder
del crecimiento espiritual de la
fruta de la verdad.
• Hojas del roble.
El roble es
el rey de
los árboles, así
como el León es el rey
de la selva.
Puede simbolizar muchas
cosas: fuerza, dureza, eternidad, libertad, humildad, fe y
virtud. Símbolo cristiano de la fe en
tiempos de adversidad.
• Ramas del árbol de olivo. Es el
árbol mas señalado en la Biblia. La
figura de la
paloma con una
rama de olivo,
simboliza que el
alma del difunto ha partido con
la paz de Dios.
• El árbol de
la palma. Los
romanos usaban palmas
como símbolo de victoria.
El cristianismo lo
adaptó para designar
martirio, triunfo sobre la muerte
y por extensión el triunfo del creyente sobre la muerte.
• Pinos. Sus piñas,
son símbolos de
hospitalidad, de incorruptibilidad y
de inmortalidad. El
árbol siempre verde
y su resina
resistente, representan la incorruptibilidad.
• Espinas. Simbolizan dificultades, pecados.
Los soldados romanos
pusieron sobre la
cabeza de Cristo
una corona de
espinas, como una
sátira de la
corona de rosas
que se le
colocaba al emperador.
• El árbol de
la vida. Todas
las culturas tienen
algún simbolismo conectado con
los árboles. Y casi todas tienen un árbol de la vida. Sus raíces representan
el inframundo, sus
brazos y tronco
representa los asuntos mundanos,
y las partes
altas de sus
brazos representan al
cielo.
• Hiedra. Eternamente es verde,
aun en condiciones
severas; esta asociada con
la inmortalidad y
la fidelidad. La
hiedra se detiene
de un soporte, que lo hace un símbolo accesorio, de amistad y de gran
afecto. Sus hojas con 3 picos hacen un símbolo de la Trinidad.
• Filodendro. Es un
símbolo decorativo más
que un símbolo
que
evoque grandes cualidades.
El filodendro es una
planta trepadora, tóxica, de gran adaptabilidad.
• Granado o su fruto la granada. El
cristianismo la adaptó
por sus
características
rejuvenecedoras,
simbolizado en el
arte como esperanza de
inmortalidad y de resurrección.
• Manzana. La vida humana sería muy diferente si no fuera por la manzana.
Algunos artistas han puesto una manzana en las manos de
María madre de Dios, símbolo de pureza.
• Maíz. Símbolo de
fertilidad y renacimiento.
• Uvas y racimos.
Representan el vino
eucarístico, que es símbolo de la sangre de Cristo. En las tumbas
aparecen combinadas
los racimos de uvas con espigas de trigo.
El vino y el pan son la combinación de la representación de la sagrada
comunión.
• Vino. Es
uno de los
símbolos más poderosos
de la relación entre Dios y el hombre.
• Trigo. Asociado con
la inmortalidad, considerado
como un regalo de Dios al
hombre. Los antiguos sacerdotes griegos
y romanos esparcían harina de
trigo en las cabezas de
sus víctimas antes
de sacrificarlas.
• Semilla de amapola. Significa vida
eterna.
• Concha venera. Necesidad que tiene el peregrino de agua para el
camino
Miscelánea
*Calavera alada. Especialmente popular en los siglos XVII Y XVIII, la calavera alada representa la fugacidad de nuestra existencia y el alma entrando en la otra vida. Hay muchísimas variaciones de este motivo, ya que dependen de la inspiración del escultor y del país en el que se encuentren.
*Calavera alada. Especialmente popular en los siglos XVII Y XVIII, la calavera alada representa la fugacidad de nuestra existencia y el alma entrando en la otra vida. Hay muchísimas variaciones de este motivo, ya que dependen de la inspiración del escultor y del país en el que se encuentren.
*Reloj alado. Parecido a
la calavera, el reloj de arena indica lo inevitable de paso del tiempo, a
veces, literalmente volando.
*Manos unidas. Las manos
son comunes en las tumbas, bien apuntando al cielo, o hacia la tierra como para
entregar un mensaje divino a los que se quedan. Este símbolo de dos manos que
están unidas entre sí como en una despedida de la que no quieren separarse,
suelen colocarse en las tumbas de parejas en las que uno fallece y el otro no.
*Antorchas invertidas. Una
antorcha encendida representa la vida, la inmortalidad y la vida eterna. Por el
contrario, una antorcha invertida representa la muerte o el paso del alma a la
otra vida.En general, la antorcha invertida también lleva la llama, pero
incluso sin la llama sigue representando una vida extinguida.
*Urna tapada. Después
de la cruz, la urna es uno de los monumentos del cementerio más comúnmente
utilizados. El diseño representa una urna funeraria, y se cree que simbolizan
la inmortalidad.
La
cremación era una manera rápida de preparar a los muertos para su
entierro. En algunos períodos, especialmente los tiempos clásicos, era más
común que el entierro. La forma del recipiente en el que se colocaban las
cenizas podía tener forma de una caja simple o un vaso de mármol, siendo
en cualquiera de sus aspectos una “urna”, derivado de la palabra “uro” en
latín, que significa “quemar “. Este tipo de símbolo funerario es muy común en
los cementerios Victorianos.
A
medida que el entierro se convirtió en una práctica común mas, la urna se
siguió asociando estrechamente con la muerte.
La representación de la urna se
cree por lo general que es para dar fe de la muerte del cuerpo y el polvo
en el que se convertirá, mientras que el espíritu de los difuntos descansa
eternamente con Dios. La tela cubriendo la urna custodia simbólicamente las
cenizas.
*Libro abierto- Un libro
sobre una lápida también puede representar el aprendizaje, un erudito, una
oración, la memoria, o alguien que trabajó como escritor, vendedor de libros, o
el editor. Libros y pergaminos también pueden representar los evangelistas.
*Puertas abiertas. Puertas
y vallas abiertas son símbolos relacionados con el camino al cielo, el dejar la
tierra mortal para vivir en la grandeza de después.
Corona y cruz. Simboliza la victoria y el Cristianismo. Una corona sola significa el
logro del alma y la gloria de la vida después de la muerte.
• Globo asentado sobre libros y lámpara encendida. Las luces del conocimiento
mundano no se pueden comparar con las del verdadero conocimiento.
• La Estrella es
la guía para
los viajeros, a
la vez que
posee un significado de pureza, constancia e
inmortalidad.
• Las almas que
ascienden al cielo
se destacan en
los relieves sobre un fondo de
estrellas y nubes, representando una escenografía simbólica del
viaje celeste, signos de
desdén del mundo
y de una inspiración a la iluminación divina y a la inmortalidad.
“El animal no sabe que morirá, el ser humano sí lo sabe.
Por ello, lo que en el animal es despliegue espontáneo de vida e
instinto de conservación, en el ser humano es deseo de vivir.
Todas las creaciones
de la historia
humana representan la
voluntad de afirmación de la vida
contra el horror de la muerte. En ellas
el individuo busca arrancar de las garras de la muerte algo de la propia
individualidad que se mantenga vivo en la memoria de los seres humanos o en la
presencia de obras, recordatorio de su paso por la tierra”.
De entre los muchos materiales utilizados para la realización de éstas entradas, todos ellos sacados de la red, quisiera destacar por su gran conocimiento y utilidad la tesis doctoral de Maria Isaura Wiencke Olivares "La presencia en piedra del ArtDeco funerario".
Como siempre deseo que os haya sido útil e interesante.
De entre los muchos materiales utilizados para la realización de éstas entradas, todos ellos sacados de la red, quisiera destacar por su gran conocimiento y utilidad la tesis doctoral de Maria Isaura Wiencke Olivares "La presencia en piedra del ArtDeco funerario".
Como siempre deseo que os haya sido útil e interesante.
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