divendres, de juny 10, 2011

LA LUZ SUMIDA EN LA MATERIA: EL ARCANO XV DEL TAROT

" Así dice el Señor Yahveh: Eras el sello de una obra maestra, lleno de sabiduría, acabado en belleza. En Edén estabas, en el jardín de Dios. Toda suerte de piedras preciosas formaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda; en oro estaban labrados los aretes y pinjantes que llevabas, aderezados desde el día de tu creación. Querubín protector de alas desplegadas te había hecho yo, estabas en el monte santo de Dios, caminabas entre piedras de fuego. Fuiste perfecto en tu conducta desde el día de tu creación, hasta el día en que se halló en ti iniquidad. Por la amplitud de tu comercio se ha llenado tu interior de violencia, y has pecado. Y yo te he degradado del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego. Tu corazón se ha pagado de tu belleza, has corrompido tu sabiduría por causa de tu esplendor. Yo te he precipitado en tierra, te he expuesto como espectáculo a los reyes. Por la multitud de tus culpas por la inmoralidad de tu comercio, has profanado tus santuarios. Y yo he sacado de ti mismo el fuego que te ha devorado; te he reducido a ceniza sobre la tierra, a los ojos de todos los que te miraban. Todos los pueblos que te conocían están pasmados por ti. Eres un objeto de espanto, y has desaparecido para siempre." (Eze 28.14...)





En las dos entradas anteriores 


http://terraxaman.blogspot.com/2011/06/daemon-est-deus-inversus.html

y


http://terraxaman.blogspot.com/2011/06/daemon-est-deus-inversus-ii.html



he tratado de explicar el mito de la figura de Lucifer, desde la perspectiva de la Tradición Perenne, la Alquimia y otros conocimientos esotéricos. Será el lector quien deba juzgar si he conseguido dejar lo suficientemente claro el simbolismo de ese personaje en apariencia terrible, pero que analizado en profundidad no deja de ser una pieza más -otra víctima?-, en el proyecto o plan cósmico ideado por el Creador -otro mito-, si siguieramos el camino trazado por las religiones monoteístas de nuestro ámbito cultural.
Cómo una cosa siempre lleva a otra, y con la intención de continuar el recorrido iniciado con el análisis  del Mago, el Ermitaño y El Mundo del Tarot, hoy procederemos a analizar el Arcano XV, comunmente conocido como El Diablo. Aunque como ya he hecho constar en diversas entradas, no soy especialista en el Tarot, ni me dedico a ello en ningún sentido profesional, el tema me interesa muchísimo porque considero que el Tarot debe ser considerado uno de los libros de sabiduría más importantes de la cultura occidental judeo-cristiana, es por ello que me ha parecido interesante, completar todo lo expuesto en las entradas anteriores, con aquellos que siendo propios del Tarot, aportan nuevos - o no tan nuevos- enfoques sobre el personaje del Diablo.







La denominación más frecuente de este Arcano es la de El Diablo. Este es uno de los arcanos más apasionantes que podemos estudiar. Sobre todo hay que superar conceptos religiosos deformados e intelectualismos al respecto.
El diccionario nos dice que el diablo es el nombre general de los ángeles arrojados al abismo, y de cada uno de ellos.
El Libro de Enoch, libro de sabiduría tradicional nos explica cómo los ángeles "malos" instruyeron a algunos hombres en ciencias tradicionales como la astrología o la magia, pero esto no significa otra cosa que estos saberes esotéricos pueden ser utilizados en un sentido o en otro. Parece que los ángeles "malos" lo que hicieron fue enseñar estas ciencias a quienes espiritualmente no estaban preparados para aplicarlas correctamente, sino a seres humanos que lo que buscaban era poder y dominio sobre otros hombres. Por ello, en cuanto a las ciencias tradicionales se establece lo que es la Iniciación o proceso de observación del candidato a aprender los misterios, en un mecanismo en el cual el Maestro tiene que callar y esperar, pues la propia vida tiene que seleccionar a los que son aptos como seres humanos de forma integral. Esto no es exactamente así en las ciencias exotéricas, donde por lo general es suficiente pagar una matrícula para acceder a la instrucción, sin tener demasiado en cuenta los valores humanos personales del estudiante. 






Tanto dentro de lo esotérico como de lo exotérico, hay magos, maestros o expertos (dependiendo del caso) blancos o negros. En realidad la denominación de ángel, tanto de un cariz como de otro, se refiere a personas que han alcanzado un cierto nivel de penetración en las leyes de la vida y en su manejo aplicado. El mago negro puede ser tanto un científico vendido al dinero y que trabaja en nuevas máquinas de matar, como un político de buena imagen que expolia a su país y se enriquece a su costa, o un conocedor de ciertos arcanos esotéricos, que los usa para adquirir supremacía mental sobre sus seguidores o "discípulos". 
Es conveniente saber que magia viene como ya se ha dicho de magister, magisterio, maestría, y que significa algo tan amplio como el manejo de las energías, tanto físicas como emocionales, mentales, espirituales (voluntad), divinas, etc. Pero como todo en este universo es dual, aparecen en cada uno de esos planos el bien y el mal, o dicho de manera más correcta, lo blanco y lo negro. 
Conviene acudir a los arquetipos que se encuentran en las leyendas de todos los pueblos, en sus tradiciones, en las películas, en los llamados cuentos infantiles, en todos los géneros de aventuras, etc. Siempre aparece como motivo central el del personaje justo y amante de la verdad frente al malvado que no tiene ningún tipo de escrúpulos y cuyo único fin es conseguir el poder. 
Mientras este mundo sea mundo, por mucho que avancen las técnicas de comunicación, será imprescindible el contar en las historias con los dos tipos de personajes, para que en nuestro interior vivamos intensamente la aventura y nos sintamos identificados con alguno de ellos. 
Sobre todo en el género del cuento infantil y en el de la ciencia-ficción, que es donde a los adultos no les da vergüenza dejar volar la imaginación por un tiempo, los personajes negros con poderes o fuerzas son muy comunes, necesitándose que el héroe buscador del bien se prepare convenientemente y pase por un sin fin de pruebas antes de vencer a las fuerzas de las tinieblas, eso sí, siempre orientado por alguien más experto que él y que es el Maestro que le va a transmitir la Fuerza. Quizás lo que no nos hayamos planteado es que frecuentemente la realidad es mucho más inimaginable y fantástica que la propia fantasía. A lo mejor el novelista no imagina, sino que lo que hace es captar parte de lo que ya existe, ha existido o existirá.






El Macho Cabrío tiene su representación en el chivo, cuyo esquema es la estrella de cinco puntas invertida, mientras que la misma estrella en su posición con una de sus cinco puntas hacia arriba, simboliza al hombre perfecto o Hijo del Hombre. La analogía comúnmente aceptada es la del signo del Macho Cabrío, que es la misma que el Tarot Cosmopsicológico considera como acertada. 








La imagen del hombre cabra simboliza al dios Pan, que representa la eclosión de las fuerzas vitales con gran potencia y con un carácter instintivo, sensual o dionisíaco. Pan es el dios de la lascivia y el deseo sexual, o como algunos dirían, la libido pura. Según la leyenda, al huir de Tifón, Pan se transformó en un Macho Cabrío con cola de pez, que es la constelación del Macho Cabrío, regido por Saturno, sat-urno, la urna sagrada. El símbolo de Saturno puede colocarse en Astrosofía o Astrología esotérica de forma simétrica, con lo cual se forma el símbolo del Corazón de Jesús. 









Todo esto nos dice que incluso las fuerzas del mal se encuentran bajo los designios del Gran Todo y que el Alto Maestro tiene que conocer y dominar tanto las fuerzas blancas como las negras. Si no pudiera controlar las fuerzas negras, no podría hacer nada real por la humanidad.
Conocer la parte del animal dentro de uno mismo es sólo el estudio en nuestro microcosmos de fuerzas que ya hemos visto existen en el macrocosmos.
No cabe duda de que el lenguaje simbólico de los Iniciados Antiguos tiene algo que transmitirnos al respecto, pues parece paradójico que el mismo esquema o figura represente a lo satánico y a lo humanamente perfecto. De todas maneras ha de quedar bien claro que el Hijo del Hombre está en un estado de perfección por encima del Cuarto Reino o Humano, lo que ni muchísimo menos quiere decir que ahí la evolución haya finalizado pues, al alcanzarse un nuevo estado, en ese se es de nuevo inexperto y se vuelven a necesitar los tropiezos y caídas para continuar el aprendizaje. 
La solución a este pequeño gran enigma es la eterna discusión de los filósofos: ¿el hombre es bueno o es malo?. Tendríamos que decir que ni una cosa sola ni la otra. El ser humano estadísticamente hablando tiene de bestial como de sublime en ocasiones, pero no cabe duda de que eso depende de la individualidad en cuestión de que se trate, pues en este planeta hay una mucha mayor variedad de lo que nos podemos sospechar. 
Pasemos ahora a comentar los tres niveles en el estudio de este Arcano: 



LA INSTINTIVIDAD HUMANA, LAS FUERZAS NEGRAS y SATAN. 








En cuanto a la instintividad humana hay que decir que los instintos en el plano animal son el 90% como mínimo de su nivel y que a través de eso que llamamos instinto se manifiesta la sabiduría de las leyes naturales en ese reino. Incluso podemos decir que el instinto hace que los animales estén en estrecho contacto con el orden cósmico. Hasta la violencia en ellos tiene cierta belleza, pues rara vez es caprichosa y se debe a la propia dinámica de los ecosistemas y de las especies. 
Por otro lado, el instinto está estrechamente ligado a la inconsciencia, pues en el reino animal pueden existir en las especies más evolucionadas hasta sentimientos bien diferenciados, pero el animal "siente pero no sabe que siente". 
Llama la atención que en el reino humano el instinto, si no se encuentra bajo el autocontrol consciente de la voluntad, es un factor con mucha frecuencia de violencia, tanto hacia otros como hacia uno mismo. La agresividad externa no tiene ninguna complicación el reconocerla, pero quizás el hablar de agresividad interna resulte un tanto extraño. Ello incluye desde la autoenfermedad provocada por la ingestión de tóxicos y excitantes hasta los sentimientos de autocastigo y autorrepresión. 
Es decir, si el ser humano no se mantiene vigilante de continuo sobre su parte más animal, ésta llega a controlar la voluntad, la mente, las emociones, el cuerpo, etc. El instinto dominando el cuerpo produce una insatisfacción continua y una insaciabilidad, lo cual puede llegar a enfermar el organismo. El instinto controlando las emociones genera angustias, celos, odios, susceptibilidades, cambios imprevisibles de estados de ánimo, etc. El instinto controlando la mente genera intelectualismos recalcitrantes. El instinto dominando la voluntad hace que ésta se afloje o que por debilidad quede bajo una mala dependencia de la de otros. 
Bien es cierto que ese instinto humano del que hablamos como conveniente de tener controlado es bastante especial, pues no nos referimos a tener un buen apetito o a poseer unas funciones sexuales en plena forma. Se trata más bien de las inclinaciones a la agresividad por puro placer, a la evasión mediante medios narcóticos autodegenerativos, al suicidio, al alejamiento total de la naturaleza, etc. El instinto hace que siempre la cabra tire para el monte, pero esa instintividad humana enfermiza hace que el hombre olvide bastante en ocasiones la libertad de brincar por los montes, nadar en los ríos, sentir el rocío en la piel o extasiarse ante un cielo nocturno despejado. Reconozcamos que los filósofos que justifican la agresividad humana diciendo que el hombre es sólo un animal perfeccionado, están bastante despistados. El instinto educado es un firme soporte para el desarrollo de una vida plena e íntegra, pues supone vitalidad física, una sexualidad sana, disfrute moderado de los sentidos, prolongación de la vida física, etc. 









Pasemos ahora a la explicación de las fuerzas negras. Nos podríamos preguntar por qué colocar este término antes del de Satán. La explicación es sencilla. Sabemos que en la Naturaleza como algo normal las fuerzas o energías se tienen que polarizar y manifestar como blancas y como negras. Ahora, es conveniente saber que también las fuerzas negras (igual que las blancas) se organizan, es decir, se manifiestan en el plano mental. En lo concreto ello es claro, pues existen organizaciones violentas y perversas, y movimientos que trabajan por la paz y la elevación del estado de conciencia de los pueblos. Es decir, el hablar de fuerzas negras supone referirse a energías que están en el cosmos, pero al mencionar Satán es más bien el hecho de que esas fuerzas obedecen a algo organizado, por la propia naturaleza o por alguien. Estamos muy lejos de los diferentes conceptos que las religiones dogmáticas inculcan para controlar las mentes de sus afiliados, hablando de castigos o penas eternas, pérdida de la condición de salvados, etc. 
Este Arcano nos demuestra cómo cualquier ley de la Naturaleza o actividad humana puede servir para un fin blanco o para un fin negro. La voz humana requiere magia o maestría para ser usada con efectos importantes, pero ello se puede convertir en algo para controlar o difamar, o bien, para expresar e inspirar amor y entendimiento. Igual sucede con los medios de comunicación modernos, los cuales pueden colaborar en mantener a los pueblos en la ignorancia pensando que están siendo bien informados, o impulsar un desarrollo humano colectivo e individual sin canalizar la mente de nadie.
 









Estudiemos ahora a SATAN. Es curioso que Satán se puede descomponer en sat y an. Sat en el lenguaje sánscrito significa divino, y de an invirtiendo el orden de las letras obtenemos na, es decir, significa el no de lo divino o la negación de lo divino. Otro de los nombres de los ángeles caídos es Lucifer, del cual obtenemos luz inferior. 
 La lista de ángeles caídos todavía se engrosa cada día con aquellos que, habiendo arañado algunos secretos de la sabiduría oculta, los usan para fines de poder personal.











EL ARCANO 15 DEL TAROT COSMOPSICOLOGICO. 

La figura del chivo se encuentra entronizada sobre una base de piedras, representando el soporte materialista de estas fuerzas, las cuales no pueden colarse donde haya un ideal bien fundamentado. 
El chivo tiene alas de murciélago, pues es capaz de abarcar con la altura y con su visión oculta (el murciélago se orienta por ultrasonidos), mucho más que el ser humano normal, todo lo cual coloca al servicio de un culto a su persona. Por eso la pareja se encuentra desnuda ante él, pues han descuidado su interioridad y han dejado que ciertas fuerzas instintivas les controlen la voluntad. 
Ellos ahora están vigilados por el perro de tres cabezas Cancerbero, que es el guardián de los infiernos, de los cuales no se puede salir evidentemente con tanta facilidad, una vez que se ha hecho tanto por entrar en ellos. Ya hemos comentado que el hablar del infierno no es indicativo de un lugar físico, sino de un estado mental en el que predominan las pasiones. Precisamente ese es el río de pasiones que fluye por debajo del mítico animal. 
El hombre mira hacia abajo como avergonzado y la mujer tiene las manos atrás, quizás atadas.
Ya se ha explicado cómo este Arcano es indicativo de la estela de ángeles caídos. 
Por otra parte, en todos los cuentos y aventuras aparece la representación del mal, los malvados o del diablillo que compiten con el ángel de la guarda o hada madrina para hacer caer a la conciencia con diferentes tipos de artimañas. Un diablillo por el oído izquierdo y un angelito por el derecho, manteniendo siempre a la conciencia entre los dos polos, tratando de influir en la voluntad.
El Mago Negro es el que usando alguna técnica o poder, bien esotérico o exotérico, trabaja por esclavizar al ser humano a su ego personal. 
El Pasional evidentemente no es el mismo que el apasionado. El primero vive en un mar de apetitos insaciables que para poder ser alimentados piden una esclavitud y un sometimiento total de la voluntad y las energías personales. 
"El que ha puesto el instinto al servicio de la conciencia" es un nombre un poco largo para este tercer personaje de la lista, pero es el único que se me ha ocurrido para explicar la idea.
DIABLO: viene de "diabolus", que significa adversario. En realidad el único adversario con el que tenemos que probarnos y forjarnos en la lucha es el yo mismo en su faceta instintiva. Todo lo demás viene llegando por añadidura según vayamos saliendo victoriosos. 
CIEGO IMPULSO: por supuesto que el personaje que a veces representa el mal es calculador, astuto y frío, lo que no quita que en realidad esté ciego o en tinieblas respecto a verdades superiores. 
AFAN DE PODER: por supuesto que incluso el poder puede ponerse al servicio de la conciencia. Sólo sucede que quien no se controla, haciendo un lema de la prudencia y la humildad, cuando tiene el poder puede con cierta frecuencia pensar que él es el centro del universo y querer llegar incluso a dominar o engañar a las propias leyes naturales.
Las fuerzas negras se pueden manifestar o crecer por medio de aquello que a cada uno de nosotros nos despierta las más bajas y arraigadas pasiones: el sexo, el dinero, el poder, los celos, las envidias, y otros. 
Desde el momento en que se perjudica directamente a otra persona o se le daña, cuando se explota a otros, si se les engaña, etc., la ley natural se pone en contra nuestra, pero es claro que el ser humano muchas veces continúa haciendo el mal durante mucho tiempo y sin que aparentemente parezca que algo o alguien le vaya a poner freno. Obviamente el que de forma descarada continúa con su falta de respeto a la individualidad humana tiene que estar cogiendo las energías de algún sitio, aunque por supuesto al hablar de lugar nos referimos a algo en el plano mental. Entonces, ¿de dónde proviene esa energía del mal que con frecuencia, a las personas que poseen un talante de respeto y justicia, les parece que nunca se va a agotar?. Es evidente que deben de existir en el universo fuentes de energías del mal y fuentes de energías del bien, al igual que en el espacio del cosmos existen los "chupones de materia y energía" que son los agujeros negros, y los potentes emisores de energía que son los quásares.
 









En la batalla de esas dos fuerzas se debate la historia de la humanidad y la de cada ser humano en particular.
El ser humano es como un receptor-trasmisor de energías, pues de otra manera no se explicaría todo lo que es capaz de hacer y mover con un cuerpo tan minúsculo, tantas limitaciones y una vida tan corta. 
Si el ser humano no cuida sus hábitos alimenticios, se abandona, o anida en sí pensamientos negros, comenzando poco a poco a actuar de igual manera, su antenita se va enfocando hacia un tipo determinado de vibraciones universales. Aquí vamos entendiendo ahora la tremenda responsabilidad que cada persona tiene no sólo consigo misma sino con la evolución del planeta en conjunto.

En el Tarot Rider.







En el Tarot Rider Waite, el Arcano XV se conoce como EL DIABLO. La imagen nos presenta una pareja encadenada bajo la vigilancia del diablo. Si te fijas, la carta es muy parecida a la de LOS ENAMORADOS, con la diferencia (entre otras muchas) de que en aquélla la pareja no estaba atada y quien los protegía era un hermoso ángel. ¿Qué nos dicen estas diferencias?
Por supuesto nos hablan de una falta de libertad. La persona está obsesionada y apegada a algo que lo hace su esclavo. Podríamos estar hablando de cualquier tipo de adicción: alcohol, comida, tabaco, drogas, sexo, relaciones opresivas, trabajos estresantes, cualquier tipo de conducta compulsiva. Todo ello nos habla de una falta de libertad que no ayuda a la persona. Enganches a los que uno se somete por diversas razones.
Me atrevería a señalar otra diferencia entre estas dos cartas. Mientras LOS ENAMORADOS se exponen desnudos a la luz pues actúan con total verdad y son conscientes de sus verdaderas elecciones; en el DIABLO lo que prima es la oscuridad que impide mostrar la realidad tal y como es; la persona está demasiado confusa para detectar a primera vista aquello que lo mantiene dominado.


En el Tarot de Marsella (Según Alejandro Jodorowsky: La Vía del Tarot)






Esta carta también representa un puente un tránsito. Pero, si El Papa indicaba (Arcano 5) indicaba un camino hacia las alturas espirituales, el Diablo aparece como un tentador que muestra la vía hacia las profundidades del ser.
El personaje del Diablo lleva una antorcha y tiene dos alas de murciélago: todos esos elementos indican que habita en la oscuridad, en la noche del inconsciente profundo. Podría decirse que representa el reverso de El Papa,  la luz sumida en la materia. Los personajes de la carta son una mezcla de humano y de animal, en referencia a nuestras potencias primarias, a nuestros recuerdos enterrados en lo más profundo de nuestro sistema nervioso. Este rasgo nos recuerda por diferentes signos esotéricos que adornan a los personajes que el iniciado, para llegar a su iluminación, no debe rechazar su lado animal, sino aceptarlo, honrarlo y guiarlo hacia la luz.
El Diablo, al haber sido un ángel, manifiesta con su antorcha un profundo deseo de ascender de nuevo desde su caverna hacia el cosmos. Asimismo, el alma humana hundida en el cuerpo carnal siente un profundo deseo de remontar hasta su origen, la divinidad creadora.
Lleva un sombrero cuya ala roja sugiere la actividad del deseo, y la masa naranja la inteligencia intuitiva y receptiva que se prolonga sobre su frente como un tercer ojo. Bizquea, mirando fijamente un punto en su nariz, en intensa meditación. Su expresión facial es ambigua: sugiere, por una parte, una profunda concentración y, por otra, una mueca infantil. Podría decirse que, al atravesar la capa de miedo popular que inspira, nos recuerda de este modo que no es sino una creación inocente, un ser cómico. También puede decirse que al sacar doblemente la lengua, la de su rostro y la lengua azul oscuro de la cara que lleva en el vientre, el Diablo no oculta nada: se muestra totalmente desprovisto de hipocresía.
Si está dotado de varios ojos en el rostro, el vientre y las rodillas, es para ver mejor sus miedos de frente. Es un ser de cuatro caras. A su rostro, máscara que cubre su potente intelecto, se añade la mirada atónita de sus dos pechos, cuyas bases en forma de media luna indican un carácter emocional sin freno. La cara del vientre, también con la lengua fuera, indica la amplia extensión de sus deseos  sexuales y creativos. La mirada de las rodillas sugiere una carne asumida, impregnada de espíritu, que no desdeña nada de su vida material. Su sexo es como una tercera lengua que pende. Pero su cuerpo de color azul cielo señala que, ante todo, es una entidad espiritual, una dimensión del espíritu, bajo su aspecto luciferino. En su mano lleva una antorcha de mango verde, del color de la eternidad, donde brilla una llama roja que surge de un círculo. Esta antorcha arde con una gran actividad marcada por ese signo de la perfección, del principio creador.
Los tres personajes llevan cuernos, que señalan a ese Arcano ante todo como el de la pasión: pasión amorosa, pasión creadora. Esta carta contiene todas las potencias ocultas del inconsciente humano, tanto las negativas como las positivas. También es la carta de la tentación: una llamada a la búsqueda del tesoro oculto, de la inmortalidad y de la energía potente que encierra el psiquismo, necesaria para cualquier obra humana. Naturalmente, este Arcano también puede representar un contrato fraudulento, en la tradición del mito de Fausto, las degeneraciones de la sexualidad: el infantilismo, la trampa, los delirios mentales, la rapacidad económica, la glotonería y todas las ataduras autodestructivas.
El Diablo está en pie sobre una especie de pedestal o de zócalo al cual dos diablillos están atados con una cuerda naranja que pasa por el anillo central azul cielo. Podría decirse que el diablillo de la  izquierda es una mujer y el de la derecha un hombre, considerando el semblante de cada uno, si bien no aparece ningún carácter sexual. La mujer lleva una pequeña señal en el pecho, tres puntos dispuestos en forma de triángulo, como para indicar que es sagrada.
Estos dos personajes tienen los pies a modo de raíces que se hunden en la negrura del suelo. Los pies de la mujer tienen cinco dedos, mientras que los del diablillo que se encuentra a nuestra derecha sólo tienen cuatro.
En esta carta es donde se revela la dimensión activa de lo femenino y la dimensión pasiva de lo masculino, uniéndose ambas energías en el centro para crear el diablo hermafrodita, que posee en su cuerpo dos pechos y un pene.
Su pie y su mano derechos tienen cinco dedos, su mano y su pie izquierdos tienen cuatro. Los dos diablillos tienen cuernos en la cabeza evo cando las leyendas medievales en que ciertos animales se quedan aprisionados por la cornamenta en el bosque de la pasión. Se puede ver en ellos seres atados por sus deseos, pero también arraigados en el origen profundo y convertidos en servidores de la creatividad andrógina del Diablo, libre de prejuicios.
En la mentalidad popular, el Diablo evoca el dinero, tienta a los humanos con un contrato prometedor, una riqueza súbita y fácil. Se le asocia también al anuncio de una gran pasión, de una tentación, de una aventura amorosa. Estos significados populares abarcan la misma realidad espiritual: una parte de nosotros mismos nos tienta con posibilidades desconocidas, al igual que Cristo fue tentado por su diablo interior. En la tradición esotérica, se dice que cuando Cristo muere desciende a la tumba a buscar a su hermano mayor, el Diablo, para unirse a él y formar un solo ser.
En el suelo de la caverna, por encima de la matriz de tinieblas encontramos un terreno azul cielo, estriado de líneas regulares. Dentro de la parte negra, las mismas estrías,  como prueba de labor espiritual, han formado la acción (el trapecio rojo) que conduce a la perfección del círculo allí por donde pasa la cuerda que une a los dos diablillos.
Toda la actividad inconsciente e instintiva se vuelve consciente (amarillo claro) y espiritual (azul claro). El Diablo señala como sexual la raíz de esta actividad. El extremo rojo de su sexo es un símbolo de vida, al igual que el doble cinto que sostiene sus pechos y el que rodea la pelvis. Con estos toques de rojo, parece indicar que la lívido es ante todo una llama vital, como la de su antorcha, con la cual se puede incendiar el mundo con un fuego creador. A este respecto, El Diablo es el otro rostro de Dios.

Y si El Diablo hablara ...








Soy Lucifer, portador de la antorcha. El excelso regalo que hago a la humanidad es la absoluta ausencia de moral. Nada me limita.
He transgredido todas las leyes; quemo las Constituciones y los libros sagrados. Ninguna religión puede abarcarme. Destruyo todas las teorías, hago explotar todos los dogmas.
En el fondo del fondo del fondo, nadie habita más profundo que yo. Soy el origen de todos los abismos. Soy el que da vida a las grutas oscuras, el que conoce el centro en torno al cual giran todas las densidades. Soy la viscosidad de todo cuanto trata en vano de ser formal.
La suprema fuerza del magma. La pestilencia que denuncia la hipocresía de los perfumes. La carroña madre de cada flor. El corruptor de los espíritus vanidosos que se revuelcan en la perfección.
Sin embargo, desde lo más hondo de la caverna humana, enciendo la antorcha que organiza las tinieblas. Por una escalera de obsidiana llego al pie del Creador para ofrendarle el poder de la transformación.
Sí: ante la divina impermanencia, lucho para conservar el instinto, para fijarlo como una escultura fluorescente. Lo ilumino con mi consciencia y retengo hasta que estalle en una nueva obra divina el universo infinito, laberinto inconmensurable que se desliza entre mis garras, presa que se me escapa entre los dientes, huellas que se desvanecen como un perfume sutil.
Y me quedo ahí, intentando unir todos los segundos unos con otros, detener el flujo del tiempo. Eso es el infierno: el amor total hacia la obra divina que se desvanece. Es Él el artista: invisible, impensable, impalpable, intocable. Yo soy el otro artista: fijo. Invariable, oscuro, opaco, denso. Antorcha que arde eternamente con fuego inmóvil. Yo soy quien quiere engullir esta eternidad, esta gloria imponderable, clavarla en el centro de mi vientre y parirla cómo una ciénaga que se desgarra para eyectar el tallo en cuyo extremo se abrirá el loto donde brilla el diamante. Así, yo, lacerando mis tripas, quiero ser la Virgen suprema que pare a Dios y lo inmoviliza en una cruz para que se quede eternamente aquí, conmigo, siempre, sin cambio, permanente permanencia...








Os adjunto una presentación con algunas de las imágenes de los Arcanos XV del Tarot:






Como siempre deseo que os haya sido interesante y útil.