diumenge, de gener 01, 2012

YUNÚS EMRÉ: DIWAN


Os ofrezco hoy la obra de uno de los poetas místicos más conocidos del Islam  turco al que conocí no hace mucho, preparando el viaje a Istanbul del que os daré cumpolida cuenta en una entrada posterior. Su obra sencilla y clara,  del género que podríamos denominar Diwan, semejante a la de Omar Khayam en algunos aspectos, bien merece ser más conocida entre nosotros.



Por otra parte, para acompañar a los textos, algunos de ellos traducidos directamente por mi, del francés y del inglés -por lo que deberéis ser un tanto  magnánimos- me ha parecido conveniente añadir unas cuantas imágenes de mezquitas de todo el mundo. Si el objetivo fundamental de la arquitectura y decoración islámica, es la de mostrar la irrealidad de lo que perciben nuestros sentidos, siendo la Realidad (Al·lah) la única realidad, es en su arquitectura sagrada donde mejor se puede apreciar éste concepto.









Yunús Emré (1238?-1320), místico que formó parte de los derviches errantes,  es uno de los grandes poetas musulmanes turcos. Fue un cantor de la fraternidad y del amor místico en la época del reagrupamiento de los pueblos turcos en Asia Menor. Autodidacto, dominó el árabe y el persa. Su obra máxima es «El Libro de los preceptos», de gran religiosidad, donde evoca el sucederse de las alegrías humanas, de la duda y el dolor, junto al sentimiento de la nada y la eternidad. Algunos de sus poemas hablan con elocuencia de tolerancia y universalidad:

«Nuestro único enemigo
es el resentimiento.
No guardemos rencor a nadie;
para nosotros la humanidad es indivisible».

Su obra evoca el éxtasis de la comunión con la naturaleza y con Dios. 
Así escribió estos versos memorables:

«Cualquiera que posea una gota de amor
posee la existencia de Dios».





Su preocupación por el destino de todos los hombres, y en particular de los más desfavorecidos, da a su poesía una intensa emotividad. Yunús Emré afirma la existencia del amor universal, proclamando su fe en la fraternidad que trasciende todas las barreras y todos los sectarismos:

«No nos oponemos a ninguna religión.
El verdadero amor nace cuando todas
las creencias se unen».

Hombre del pueblo que escribió para el pueblo, adalid de la justicia social, Yunús Emré se rebeló valientemente contra todos aquellos gobernantes, propietarios, dignatarios políticos y seudorreligiosos que oprimen a los  débiles y humildes. Su mensaje poético en favor de la paz y la fraternidad
universal fue proclamando desde el Islam, hace más de setecientos años, cuando en el mundo occidental no existían derechos humanos, convenciones como las de Ginebra ni organizaciones como las Naciones Unidas: 

«Venid, seamos amigos siquiera una vez.
Hagamos la vida más fácil.
Amemos y seamos amados.
Cuando surge el amor
desaparecen deseos y defectos».

La obra de Yunús Emré fue traducida por un transilvano que fue prisionero de los turcos durante un largo tiempo (1438-1458) e influyó notablemente en el pensamiento de tres prominentes humanistas occidentales, como el católico holandés Desiderio Erasmo (1466?-1536) y los reformistas alemanes Martín Lutero (1483-1546) y Sebastián Franck (1499-1542). (De la Wikipedia)



TU AMOR ME SACÓ DE MÍ


Tu amor me sacó de mí. Tú eres todo lo que necesito.
Ardiendo estoy día y noche. Tú eres todo lo que necesito.
Ni me contentan las riquezas, ni me asusta la pobreza.
Me basta con tu amor. Tú eres todo lo que necesito.
Tu amor disipa otros amores; los sumerge
en el mar del amor. Tú eres todo lo que necesito.
Tu presencia todo lo llena.
Tú eres todo lo que necesito.
He de beber el vino de tu amor, amarte como loco en el dolor.
Tú eres mi preocupación. Tú eres todo lo que necesito.
Eso que llaman paraíso, unos palacios, unos jardines,
a quien los quiera, dáselos. Tú eres todo lo que necesito.
Aunque tengas que matarme y dar al viento mis cenizas,
mi tierra seguirá diciendo: Tú eres todo lo que necesito.
Yunus, Yunus es mi nombre. Mi amor crece cada día.
En este mundo y en el otro, Tú eres todo lo que necesito.


SI UNA VEZ...

Si una vez rompiste el corazón a alguien,
No puedes recomponerlo con sólo una plegaria al Señor.
Tu peso no le alivia aunque intervengan
Setenta y dos naciones a tu favor.
¿Sabes cuántos santos han pasado por este mundo?
Ellos han dejado solamente un recuerdo;
Sus almas volaron al lado del Amado,
Abriendo las alas igual que los pájaros.
El camino del Señor es justo,
Los ojos que le perciben son dichosos.
El verdadero héroe desdeña la fama;
Los ojos que miran desde lo alto, no ven.
Si no te has desviado del camino recto,
Si has sido respetuoso con los santos,
Si has hecho obras buenas,
Tu riqueza aumentará mil veces.
Yunus os dice estas verdades
Mezclando mantequilla y miel a sus palabras;
Su mercancía no es sal, sino joyas.




ESTE MUNDO PARA NADIE QUEDA


AUNQUE el mundo está impregnado de Dios
nadie alcanza a ver su misterio.
Si quieres verlo, búscale en tu mundo,
descubriras entonces que El no está tan lejos.
Esa tierra sobre la que caminas,
esa comida con la que te alimentas,
si crees que son tuyas, te equivocas.
El otro mundo se halla fuera de mi vista,
la virtud es lo que se queda en este mundo.
El dolor de la ausencia es demasiado amargo,
nadie volvió una vez que se marchó,
mas el que viene a este valle se irá,
sin remedio;todo ser humano este sorbete beberá.
La vida es un largo puente
por el que pasan todos, viejos o jóvenes,
pues venid,vamos a ser amigos,
la vida será más fácil para nosotros,
amemos y que nos amen todos,
pues este mundo a nadie le queda.
Si escuchas y entiendes
las palabras de Yunus,
seguro que las aprovecharás:
este mundo para nadie queda.

SOY YO EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO


Soy yo el primero y el último que ayuda a las almas,
Soy quien da la mano a los extraviados,
Soy la esperanza de los desesperados,
Soy la vista de los que no ven,
Soy quien revela los misterios inauditos,
Soy el espíritu que se esconde en los corazones,
Soy el agua que cae sobre las piedras,
Soy quien con una mirada detiene el mundo,
Soy quien sacia a los hambrientos,
Soy quien ampara a los amantes,
Soy el poder misterioso que allana los montes,
Soy quien creó esos cielos,
Soy el faro que ilumina los mares,
Soy el guía de los creyentes,
Soy quien impone el orden,
Soy quien escribió los cuatro libros,
Soy la lengua que recita el Corán,
Soy el camino que conduce a la felicidad,
Soy quien derrama riquezas,
Soy el jardinero de todos los jardines,
Soy quien mandó a Hamza al monte Qâf,
Soy quien puso allí el nido del Sîmurg,
Soy quien dice estas palabras, no Yunus.
Quien duda de esta verdad peca:
Soy yo el primero y el último.






SALE MI LUNA

Cada vez que me arrastro en su camino,
Sale mi luna;
Los inviernos se transforman entonces en primaveras
Y todos mis días parecen fiestas.
Las nubes son incapaces de ocultar mi luna,
Ni pueden deslustrar su fulgor.
Jamás disminuye su llenura
Y se dilata su esplendor desde la tierra.
La luz de mi luna borra las tinieblas
E ilumina las celdas oscuras en los corazones.
¿Pueden vivir juntos en una misma celda
El rayo penetrante y la sombra?
Yo encontré mi luna aquí, en la tierra,
¿qué me importa el cielo?
Mi frente debe alcanzar el suelo,
Si desde allí crece mi luna.
Faltan palabras para describir mi luna,
Mas los amantes la conocen.
Faltan palabras para explicar mi pena,
Mas los amantes la saben.
No culpéis a Yunus por haber amado,
Son muchos los seguidores del Amado;
Si su amor abraza a los amantes,
Yunus también irá a su lado.


¿QUÉ HARÉ YO?


  
¡Oh amigos! ¡Oh hermanos! ¿Qué haré yo?
Si Dios me dice: «tú no eies mi siervo»,
¿que haré yo?
Si mi cabeza desconcertada se inclina para siempre
y si mis lágrimas no cesan nunca,
¿que haré yo?
Si en el día del juicio mi destino es el fuego,
¿qué haré yo?
Si aquel día me echan en cara mis pecados
y si se llenan con lágrimas sangrientas mis ojos,
¿que haré yo?
Si en presencia de Dios no puedo encontrar excusas,
¿qué haré yo?
Si Él no perdona mis pecados y culpas,
 ¿qué haré yo?
Mi interior está lleno de malicia;
si el infierno me es destinado como morada,
¿qué haré yo?
Yunus dice que su alma está inquieta;
algún día, cuando el cuerpo abrace la tierra,
si encuentro mi tumba muy angosta,
¿qué haré yo?





TENGO TANTOS PECADOS QUE


QUIEN dice que soy bueno, se equivoca;
no soy bueno; soy malo, soy perverso.
No se puede encontrar en el universo
a un hombre tan culpable como yo.
Tengo tantos pecados que ningún criminal
 puede rivalizar conmigo.
Es mi lengua la que te engaña;
ella finge ser creyente,
pero mi corazón es libertino.
Mi belleza física es fascinante,
pero mi alma está podrida.
Tampoco existe en Bagdad
nadie tan malvado como yo.
Mi exterior quemado parece maduro,
pero mi verde interior está crudo.
Aunque no veo más allá de mi nariz,
doy noticias de los dos mundos.
Mi caftán de derviche es una tapa
para cubrir mis pecados.
Mi corazón es andante, vaga por otros mercados;
las palabras que liberan mis labios
abren nuevas puertas a los misterios.
Desengáñate; mi exterior es familiar, es sincero,
pero mi interior es ajeno, es forastero.
Mi lengua pronuncia palabras dulces,
pero mi corazón es un renegado.
Aunque tengo buena fama, soy hipócrita.
A quienes yo he guiado, llegan a Dios,
pero a mí no me sirvieron mis consejos.
Una vez que me dieron el título de jeque
dejé de obedecer al Señor.
Una vez que gocé los placeres del mundo
dejé de rezar al Señor.
El nombre de Yunus se difundió por todas partes,
pero seguirá siendo un hombre malicioso
a menos que El Misericordioso perdone sus pecados.


LA CARNE ES MORTAL, MAS EL ALMA VIVE


Los que conocieron el misterio de la vida
no podrán sufrir.
Los corazones que percibieron la verdad revelada
no dejarán de latir.
La carne es mortal, mas el aire vive;
el que parte de este mundo no vuelve.
El cuerpo es mortal, mas el alma vive.
Ante los corazones que adoran joyas,
si se abren cien mil vías,
ninguna de ellas a ningún sitio conduce
a menos que el Señor lo otorgue.
Ten cuidado, a nadie rompas el corazón.
Los corazones son de vidrio;
una vez que se rompen
jamás se recomponen.
Yunus, mientras estás vivo,
haz buenas obras;
una vez que se va al más allá
no se vuelve jamás.









EL RANGO DE LOS DERVICHES




EL que posee el rango de los derviches
se purifica, se deshace de todos los errores
y su corazón se vuelve como plata labrada.
Es como el viento que trae el perfume de almizcle,
es como un árbol que da frutos,
sus hojas curan todas las enfermedades,
bajo su sombra se refrescan los desesperados.
El lago del amor se desborda con una sola lágrima,
en sus riberas brotan flores.
Todos los poetas son ruiseñores en el jardín de Dios
Yunus Emre es una perdiz entre ellos.





EL FUEGO DEL AMOR

EL fuego del amor que abrazó mi corazón me dejará ardiendo.
El alma solitaria que sufrió por la pasión
me dejará sufriendo.
Me enamoré del Amado;
su amor, que me puso la cadena,
me dejará encadenado.
Los fíeles cumplen su palabra,
mas Tú me volviste la espalda.
Mis ojos, que se abrieron para mirarte,
se cerrarán mirándote.
Si el ruiseñor llora por la ausencia,
mi corazón se lamenta por el abrazo,
y acabará lamentándose.
Dice Yunus que en su jardín
los ruiseñores gimen y las rosas crecen,
y las rosas que pronuncian el nombre del Amado
se marchitarán pronunciándolo.







EL ÁNGEL DE LA MUERTE


No sé a quién busca esta vez la muerte;
en la huerta de los seres cosecha vidas.
Cuando el ángel de la muerte deambula entre nosotros,
algunos se ahogan en lágrimas
y otros se quedan en ruinas.
Todo el mundo se arrastra ante su guadaña;
a nadie perdona, viene la muerte sin aviso.
No distingue valiente ni cobarde, padre ni hijo;
si decide segar el alma a uno, le manda su beso.
Yunus el Místico, reza también tú por tu Señor,
pues no hay tiempo que malgastar;
los dragones de la muerte echan fuego,
vete al lado de tu Amado sin parar.





ERES EL ALMA DE MI ALMA


ERES el alma de mi alma,
sin Ti no puedo resistir.
¡Qué me importa ir al paraíso,
si allí no Te voy a encontrar!
Cuando contemplo alrededor,
mis ojos ven tu grandeza;
y cuando hablo,
mis labios describen tu hermosura.
No habrá para mí otra búsqueda,
 me perdí a mí mismo
por llegar a tu morada.
No sé dónde estoy ni en qué estado me hallo.
Mátame setenta veces si quieres,
igual que mataste a Cercis
Verás que este descarriado hijo tuyo
volverá a Ti setenta veces.
Yunus se quedó maravillado de Ti,
muéstrale tu belleza;
él seguirá siendo un derviche infeliz
a menos que le concedas tu alabanza.







CANTA, MI PEQUEÑO RUISEÑOR, CANTA


LOS días de verano ya llegaron,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Las flores todo el campo decoraron,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Se fue el invierno, llegó la primavera,
despiértate ya de ese descanso,
todos los lugares se volvieron un paraíso,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Los árboles estrenan sus trajes verdes,
en el cielo vuelan las aves,
El Misericordioso perdona a las almas,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Siente el éxtasis del amor,
aparta de tu corazón el dolor,
sal frente al rosal,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
La rosa brota de una ramita,
mas por tu nostalgia se marchita,
tu pena es más grave que la mía,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
El ruiseñor está enamorado de la rosa,
¿quién sabe en qué estado se halla?
sólo con su amor se consuela,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
El tesoro del poder se descubrió
y se esparció la misericordia para todos,
los trajes de hule  ya están listos,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Aquí estoy yo y el Amado allá,
el cuerpo no detiene al alma,
ya no me queda ni una lágrima,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Tú puedes volar, y yo ¿qué puedo hacer?
abriendo las alas me puedes dejar,
quizá los mares puedas atravesar
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Pasaste la mitad de tu vida
en este rosal, pero lo abandonas,
querido compañero de Yunus,
canta, mi pequeño ruiseñor, canta. 


  
EL ALMA ES EL PODER DEL SEÑOR

DEBEMOS preguntar a los sabios:
¿qué es el alma que habita en el cuerpo?
El alma es el poder del Señor, mas
¿qué es la sangre que recorre las venas?
El pensamiento es como el criado de una mansión,
la sangre es nuestra preocupación,
la causa de nuestros lamentos es la pasión.
¿Dónde está ahora ese gran Khan
que hace algún tiempo gobernaba desde su trono?
Demos gracias al Señor por habernos creado
y dado a todos la vida.
¿Qué valor tendrán las riquezas y el poder
si un día volveremos a desaparecer?
Dios nos ha dado la vida
para que conociéramos el mundo.
Lo que poseemos, en esta vida se queda;
¿dónde está ahora el rey Salomón?
Si preguntas a Yunus, el discípulo de Tapduk ,
qué ha entendido de esta vida,
él te contestará:
En esta vida falsa nadie sabe
quién soy yo, y quién eres tú.








TIENES QUE DESTROZAR MI CORAZÓN

TIENES que destrozar mi corazón,
si quieres ver lo que hay dentro,
tienes que partir mi corazón.
Hay algunos que se burlan de mí.
¡Qué me importa que se burlen
si el Amado será mío!
Los necios no sabrán adorarle.
El camino del Amado es largo,
lo cortan ríos profundos
y está lleno de obstáculos
que no dan paso a los viajeros.
Hemos entrado por este camino
con un amor en el corazón;
nos despidieron con lágrimas,
así empezó nuestro exilio.
Que se preparen todos los amantes
en esta carrera de amor.
Si nuestra alma nos va a dejar
¡qué nos importa ganar!
Yunus, tú, ten cuidado,
no entres en esta carrera,
debes saber que los hay
más valientes que tú en esta vida.




CUANDO SALGO AL CAMINO SIN TI


CUANDO salgo al camino sin Ti,
no puedo encontrar fuerzas para andar.
Eres el vigor dentro de mí,
eres la causa de mi alegría y de mi pesar.
Quien se enamora del Amado
se siente a sí mismo como un azor
y acecha a las aves para cazar.
A quien se enamora le dará el Señor
la fuerza de mil hombres.
En el camino que conduce al Amado
no son estofóos los montes.
El que se enamora es como cien mil Ferhad
derriba montes para traer agua de inmortalidad.
La fuente de inmortalidad es un lugar
donde se reúnen los amantes
para saciar allí sus deseos.
No se considera un verdadero amante
a quien suspira por el paraíso;
el paraíso es la trampa de Dios
para atrapar a los necios.
El verdadero amante debe ser pobre
y sumiso en el camino del Señor;
aunque mil veces le maldigas
inclina su cabeza sin soltar palabra.
Todos los que vinieron a este mundo
se fueron allá sin remedio,
mas los que probaron el néctar del amor,
en esa trampa no van a caer.
Yunus tampoco tuvo el deseo de ir al paraíso,
ni alimentó el miedo del infierno.
si él sale un día al camino
será para volver a su origen.




NUNCA PODRÁS SER DERVICHE

EN la cofradía, los derviches me censuran:
nunca podrás ser derviche.
Los cofrades me aseguran:
nunca podrás ser derviche.
Para ser derviche se necesita un corazón ardiente,
hay que verter lágrimas como ríos,
hay que ser más dócil que el cordero.
Nunca podrás ser derviche.
Al que te pega, la mano no debes levantar,
al que te maldice, la palabra no debes soltar.
El derviche tiene que ser humilde.
Nunca podrás ser derviche.
Tú hablas sin cesar,
no haces nada más que lamentarte
y es muy grande tu enfado.
Nunca podrás ser derviche.
Si la ira fuera buena,
Mahoma no la rehuiría.
Con la ira que tienes
nunca podrás ser derviche.
Mientras la verdad no descubras,
mientras al final no llegues,
mientras el Señor no lo permita,
nunca podrás ser derviche.
Yunus el Místico, prepárate,
en el mar del amor suméijete;
mientras el fondo no alcances,
nunca podrás ser derviche.


CONTRA TI NO HE HECHO NADA


OH, Señor, cuando me pidas cuentas
no tendré ninguna excusa que exponer.
Es cierto, malgasté mi vida, soy pecador,
pero no he hecho nada contra Ti.
Antes de nacer trazaste mi destino,
desde que nací me proclamaste rebelde,
antes de llegar a tu lado me juzgaste.
Siempre has sido Tú quien ha decidido,
acerca de mi porvenir Tú dispusiste
e hiciste cuanto Te dio la gana.
¿Cómo puedo yo ser culpable
cuanto Tú determinaste mi destino?
Oh Señor, ¿por qué me hiciste tan desgraciado?
Desde que abrí los ojos
sólo vi calabozos,
tuve miedo de los demonios
y evité las tentaciones y errores.
En las celdas oscuras,
muchas veces comí porquerías
para no morir de hambre.
¿Qué he hecho contra Ti, Señor?
¿He robado tu patrimonio?
¿Te he quitado tu poder?
Aunque me mataste,
todavía quieres vengarte.
Me corrompiste el cuerpo,
de tierra llenaste mis ojos.
Hiciste construir un puente estrecho
sobre el cual tendiste trampas,
¿cómo esperas que yo pase por él?
Los que intentan pasar por ese puente
tan delgado como el filo de una hoja,
caerán o se asirán probablemente.
Para el bien de la gente
tus siervos también construyeron aquí un puente,
quienes pasan por él
van a la felicidad eterna.
Su cimiento se quedará siempre intacto
para que los pasajeros
puedan encontrar tu recto camino. 








LA SABIDURÍA DE LOS SANTOS ES UN OCÉANO

LA sabiduría de los santos es un océano
en el que sólo se sumergen los amantes.
Hay que ser tan hábil como un mergo
para sacar de su fondo aquella perla.
Nos hemos convertido otra vez en un mergo
en pos de esa alhaja.
Hay que ser joyero para valorarla.
Anda y calla, amigo, no seas pedante;
hay que ser Alí  para alcanzar ese secreto.
Mahoma conoció al Señor viéndole en su interior;
Él está por todas partes,
para percibirle no hace falta mirar con los ojos.
Convéncete, es Él quien te da el sustento.
Para levantar esa cortina ante tus ojos
hace falta conocerse a sí mismo.
Lo digo por la boca de un amante;
para no ser cautivo de tentaciones
hay que ser generoso.
Los sabios componen sus libros
con letras negras sobre hojas blancas,
mas los versículos de este libro
han sido escritos sobre los corazones.
Anda tú, Sufi , no seas hipócrita,
¿quién puede realizar los deseos del siervo, sino el Señor?
En muchas aleyas del Corán se menciona: «Dios está en los corazones».
Este amor me emborrachó, no distingo la noche del día.
Siento en mi corazón la flecha de este amor.
Ven ahora, Yunus el Místico, sé respetuoso con los santos.
El remedio para esa ausencia he averiguado:
es la abstinencia de las pasiones del mundo.

SI EL AMADO NO VIENE A MÍ

Si el Amado no viene a mí,
yo iré a buscarle.
Sufriré con gusto fatigas y penas
con tal de que me deje ver su belleza.
Mi mercancía era un puñado de tierra,
incluso eso me lo quitó el amor;
ahora no tengo mercancía ni tienda,
¿de qué me sirve ir al bazar?
La tienda del Amado está puesta,
mas a ella no me dejan entrar,
mi corazón arde por mis pecados;
a mi Señor mucho debo implorar.
Mi corazón dice: «El Amado es mío»,
mis ojos dicen: «El Amado es nuestro»,
mi corazón aconseja a mis ojos: «paciencia»,
pero él no la tiene y pregunta: «¿Dónde está Él?»
¿Dónde debo buscarle?
¿A quién debo preguntarle?
Quizás a los que concedió su favor,
a los felices que tuvieron su gracia,
o a quienes siempre abrigo envidia.
El Maestro Tapduk dice a Yunus:
«Ya es tiempo de llegar a tu Dios».
Pero ¿cómo podré alcanzarle
siendo Él tan alto y estando tan lejos?





EL JUICIO FINAL

NUNCA pensaste que ese día iba a llegar;
cuando tus ojos pierdan su fulgor
y tu cuerpo vaya a abrazar la tierra,
tus labios no tendrán palabras que decir.
Cuando llegue el ángel de la muerte,
tus amigos poderosos no podrán ayudarte;
es tan fuerte e impone tanto
que tu esfuerzo contra él será insuficiente.
Tu hijo irá a buscar ayuda de los vecinos,
mandarán llamar a algunos amigos,
no sirve arrepentirse en los últimos momentos;
porque nadie moverá ni siquiera un dedo.
Vendrá un hombre para lavarte
habrá también algunos para verter agua,
y por último habrá alguien para ponerte la mortaja,
pero ninguno de ellos se preocupará de ti.
Te van a colocar en un caballo de madera2
y lo van a llevar al cementerio,
allí van a dejarte en una fosa;
nadie te verá más, ni oirán tu historia.
Esperarán sólo tres días, no más;»
al cabo repartirán tus bienes,
en aquel momento quizá hablarán de ti,
después ni siquiera tu nombre recordarán.
Yunus el Místico te da estos consejos,
será mejor que no los pases por alto,
pero las criaturas de hoy
no los aprovechan, ni se benefician de ellos.


MIENTRAS RECORRÍA EL MUNDO

MIENTRAS recorría el mundo
encontré algunos cementerios
en los que yacen poderosos y humildes.
Entre los moradores había grandes señores.
Algunos eran maestros, otros héroes;
algunos eran visires, otros valientes,
ahora, convertidos sus días en noches,
descansan igual que muchos otros.
Antes caminaban por el Recto Camino,
algunos escribían con la pluma en la mano,
otros cantaban como ruiseñores,
todos yacen ahora juntos.
Sobre las tumbas de los héroes
vi llorar a los adultos y a los niños,
al lado de sus piedras dejaron abandonados
algunas flechas y arcos rotos.
Antes sus caballos levantaban polvaredas,
delante de ellos marchaban tañedores.
Algunos eran grandes señores,
duermen ahora en sus sueños letales.
Algunos eran muchachos alegres,
de día y de noche cantaban,
mas separados ahora de sus madres
descansan en sus pequeños sepulcros.
Algunas eran bellas y esbeltas muchachas,
 tan altas como lanzas; quizás sus manos
estaban teñidas de alheña;
 ahora están convertidas en tierra.
Algunos eran sirvientes;
todos ellos están en fila
esperando la compasión del Señor,
duermen en sus moradas eternas.
Yunus no sabe su destino,
su lengua es el portavoz del Señor,
mas un día será polvo sin duda
como aquella recién casada.





EL AMOR SE PARECE AL SOL


ESCUCHADME-, ¡oh amigos!
el amor se parece al sol;
el corazón que carece de amor
es tan duro como la piedra.
En el corazón de piedra nada crece,
de su lengua se desprende el veneno;
aunque trata de decir cosas dulces
sus palabras son como una guerra, crueles.
El corazón que abriga amor, arde,
se ablanda y se convierte en cera.
En la morada de aquel Sultán,
en su presencia bendita,
la estrella de los amantes
se parece al mensajero.
Yunus, aparta de tu corazón ese temor,
abandona también ese robledal,
lo que necesitas es amor,
igual que lo necesita un derviche.


HAY MUCHOS HOMBRES EN ESTE MUNDO


HAY muchos hombres en este mundo
que no logran aliviar sus pecados;
inútilmente pasan sus vidas,
lástima que no se den cuenta.
Hay algunos cuyos ojos
fueron cegados por la ignorancia;
si les pides limosna por el amor de Dios,
no te darán ni un mendrugo de pan.
Este mundo es como una recién casada
que se viste con colores verde y rojo;
cuanto más la miras,
más ganas tienes de mirar.
La muerte que venció a muchos héroes
también te va a atrapar;
de la guadaña de Azrael
nadie puede escapar.
Yunus el Místico, anda, no te detengas;
entra por aquel camino cuando.sano estés,
pues al que no tiene
ni cien hombres con armadura le podrán asaltar.





LÍBRAME DE ESTE AMOR


EH, tú que me censuras, líbrame de este amor,
y si no tienes ese poder,
no me hieras con tus palabras.
¿Crees que yo he llegado a este extremo
por mi propia voluntad?
No me encuentro en este estado por mi culpa.
Los amantes son fíeles siervos del Amado;
si te vas a lamentar,
dirígete a Él, no a mí.
Ante los ojos de quien bebe
una vez el néctar del amor,
borrachos y sobrios, conocidos y forasteros,
parecerán todos iguales.
A quien quita el velo de la faz del Amado
no se le censura ni se le pregunta
¿quién es bueno, quién es malo?
Sólo un amante puede saber mi estado.
El amor es un misterio, un tesoro escondido.
Yo no me atrevo a mezclarme entre los amantes;
si revelo sus secretos, será un pecado.
Si Yunus ha de matarse con la espada del Amado
no le dará pena, ya que el amante
que a su lado se despierta
renace con el signo del amor.


La Unidad

El Océano de la clemencia se ha desbordado,
Inundando el universo entero,
Éste es el sentido de los cuatro libros (Los Salmos,
 La Torah, La Biblia y el Corán)
No hay más realidad que la Realidad.
Éste es el nombre entre los Nombres,
Que quita la herrumbre de tu alma,
Su nombre es la oración de Azam,
No hay más realidad que la Realidad.
Desde el núcleo del cielo,
La lluvia cae sobre el universo,
Haciendo el elogio de la Unidad, de la Verdad,
No hay más realidad que la Realidad.
Desde que Adán salió del Paraíso,
dando sus primeros pasos sobre la tierra,
Cada una de sus respiraciones, dice:
No hay más realidad que la Realidad.
Yunus lo dice también,
En su corazón arde el fuego de Su Amor,
Éste es el nombre de su Amado,
No hay más realidad que la Realidad.











El pobre

Tu amor ha salido de mi mismo,
De Ti, tengo deseo de Ti
Si me queman,
Si esparcen mis cenizas a los cuatro vientos,
En el cielo mis polvorientos y dispersos
restos, chillaran:
De Ti, tengo deseo de Ti.
Ni la riqueza me satisface,
Ni la pobreza me provoca lamento,
Sólo Tu amor me da paciencia.
De Ti, tengo deseo de Ti.
Mi nombre es Yunús el derviche,
Día tras día, el fuego de la pasión me consume,
Tú eres mi único objetivo en los Dos Mundos,
De Ti, tengo deseo de Ti,
Mi Amado, a Ti, te necesito a  Ti.

El Derviche

Amigo, digamos: Allah!
Contemplemos la obra del Amado,
En el Camino, perseveremos.
Contemplemos la obra del Amado.
Allí donde menos te lo esperas,
La Verdad se desvela.
Y el remedio cura el dolor.
Contemplemos la obra del Amado.
De día, permanezcamos en ayuno.
De noche, en meditación.
Digamos siempre: Allah.
Contemplemos la obra del Amado.
Ha donde ha llegado Yunús? Dónde está?
Ha tomado el Camino justo,
Se le atribuye la vestimenta de un Maestro,
Contemplemos la obra del Amado.
Desgraciadamente, mi vida tiene lugar así!,
Ser Derviche, me ha permitido descubrir un Reino Ignorado,
Cada vez que pronuncio Su nombre, mi alma revive.
Mira un poco el estado del mundo:
Ni los sultanes han encontrado remedio a la muerte,
Y tu Yunús, agradece tu estado,
Ser Derviche, me ha permitido descubrir un Reino Ignorado.






Os adjunto un vídeo con algunas de las mezquitas de todo el mundo que más me han gustado.



Como siempre, espero que os sea útil e interesante.