diumenge, d’abril 26, 2015

RETORNO AL MITO DEL BUEN SALVAJE 2) "ENTRE LOBOS" EL CASO DE MARCOS

El caso de Marcos

Según nos lo cuenta Gabriel Janer Manila,  pedagogo quien hizo de la historia de Marcos su tésis doctoral.

Podéis ver la extraordinária película que en torno al caso ha dirigido Gerardo Olivares. Ciñéndose a "El relato de Marcos" recogido de la anterior tesis doctoral de Gabriel Janer, ampliada con otros testigos, entrevistas con Marcos, etc. Cabe destacar la fidelidad argumental y la belleza de sus imágenes, a medio camino entre una película y un documental.  Altamente recomendable.



"La aventura humana de Marcos Rodríguez Pantoja nos enfrenta con una nueva interpretación del problema de aislamiento social. La oportunidad de haberle conocido en Palma de Mallorca, donde había acudido como tantos otros en busca de trabajo, me posibilitó su estudio.
Nacido en Añora, un pueblo de Córdoba, el siete de junio de 1946, sus padres, Marcos y Araceli, emigraron a Madrid donde murió la madre, dejando otros dos hijos que fueron a vivir con otros familiares. Marcos quedó con el padre, que contrajo un nuevo matrimonio. La nueva pareja –hay que observar que la mujer llevaba también un hijo habido de otro matrimonio- decide regresar a su tierra y se instalan, a principios de los años cincuenta en Fuencaliente, en tierras de Ciudad Real, en plena Sierra Morena, para hacer carbón. Allí, Marcos es abandonado a los siete años en un valle
solitario con la finalidad de que cumpla una función: la de guardar cabras.
En la base del abandono de Marcos se hallan una serie de condicionamientos socioeconómicos que se desprenden del estudio de las diversas etapas por las que ha atravesado su existencia y que coinciden con los que se encuentran en la mayoría de casos de aislamiento social. El abandono se produce en plena postguerra, cuando el hambre y la miseria se extienden sobre la vida y los pueblos de Andalucía, se produce el rechazo familiar y, finalmente, alguien va a aprovecharse de aquel aislamiento.
Marcos asegura que cuando se produce este hecho contaba siete años.
Puede resultarnos insegura esta edad, sobre todo si tenemos en cuenta todo aquello que Marcos fue capaz de hacer mientras persistió el abandono, hasta 1965 en que la guardia civil lo descubrió, perdido y solitario, entre los barrancos.

La problemática educativa de los niños selváticos

La historia de Marcos, hasta llegar a Mallorca está llena de dificultades.
Los problemas han existido y existen. El relato de su existencia -un relato que grabé en cinta magnetofónica durante cinco meses- es un claro testimonio de cuanto afirmo, porque las dificultades de adaptación han surgido del mismo Marcos, pero han surgido también de la sociedad que le rodea.
partir de este relato y de los testimonios que pude recoger en mi viaje a las tierras donde habian ocurrido los hechos, se puede llegar a una serie de puntos de partida con los que coinciden todos:
a) Como consecuencia del rechazo familiar, Marcos fue abandonado en plena Sierra Morena, con la finalidad de que allí guardara un rebaño de cabras.
b) Una persona -un viejo pastor- le introduce en el medio a lo largo
de un tiempo indeterminado, no muy largo.
c) El aislamiento y el abandono son casi absolutos. Muy de tanto en
cuanto, tiene un breve contacto con las personas que acuden allí para llevarse los cabritos.
d) Este aislamiento dura unos doce años. Probablemente entre 1953
y 1965.
e) Los testimonios que le trataron durante los primeros meses de su
vida social destacan su carácter selvático: el desconocimiento absoluto de la vida social, las dificultades del lenguaje (sobre todo el desconocimiento del nombre de las cosas), el andar extraño, la ingenuidad, etc.
f) También coinciden en destacar la calidad de su inteligencia y los conocimientos que había adquirido por su propia cuenta referidos al medio natural en el que había tenido que desarrollar su existencia.
Se trataba, en primer lugar, de que Marcos hablara. De que explicara su aventura, lentamente, ante un magnetófono y relatase todo cuanto recordaba de su existencia anterior al abandono: la madre muerta, el nuevo matrimonio del padre, sus hermanos ..., de su actividad de carboneros en Fuencaliente, en los comienzos de los años cincuenta ..., que explicase los primeros días de su vida en aquel valle solitari0 de Sierra Morena, sin otra compañía que la de un viejo pastor -el hombre que le inicio en la vida aislada- y un rebaño
de cabras, que precisara su forma de vida, solo y abandonado, después de que desapareciera el viejo pastor inesperadamente, una noche cualquiera, que refiriese también cómo le descubrió, después de muchos años, la guardia civil, la captura y la vida posterior entre la gente del pueblo, recogido por una familia caritativa. Era necesario que Marcos explicara todo eso sosegadamente, esforzándose en recordar los detalles y precisar las situaciones.



Era, en definitiva, su propia historia, una historia que había explicado fragmentariamente muchas veces, ante la reacción incrédula de quienes le escuchaban.
Una historia que se halla en la base de su existencia y que –como han demostrado las exploraciones de la personalidad- pesa de una forma absoluta sobre su vida. Hay que tener en cuenta que el relato de Marcos, grabado primero y transcrito minuciosamente después con el máximo rigor y la máxima fidelidad a sus palabras, ha sido filtrado por todos estos años que ha vivido en sociedad. Unos años que, ciertamente, no le han sido fáciles las exploraciones psicológicas confirmarían después estas observaciones y que lógicamente le han despertado la añoranza de aquella vida solitaria y
perdida. Y consecuentemente, la ha idealizado con la convicción de que fue aquel un tiempo en que no tenía problemas y vivía feliz. La memoria humana, ha escrito Ernst Cassirer inspirándose en Bergson, es más que nada urla resurrección del pasado que implica un proceso constructivo y creador.
Es preciso organizar y sintetizar los datos de la experiencia. Se trata, sobre todo de una interpretación de todos los elementos que constituyen, precisamente esta experiencia. Hay que advertir también que gran parte de su lenguaje actual es la consecuencia de un aprendizaje posterior a los años de aislamiento y, por tanto, la consecuencia de los diversos ambientes en que ha vivido: el pueblo, la gran ciudad, el asilo de convalecientes, el cuartel, el mundo de los trabajadores de hosteleria, etc. Todos estos lugares han configurado su lenguaje, en definitiva un instrumento absolutamente unido a su pensamiento y con el que codifica ahora su experiencia anterior. Pero también conserva parte del lenguaje que había aprendido junto a la familia, antes de que se produjera el abandono y que no olvidó del todo durante los años de aislamiento y de soledad.
Las sesiones se prolongaron durante cerca de cinco meses. Del 4 de noviembre de 1975 al 2 de abril de 1976, todos los días durante más de una hora. Hablábamos durante mucho tiempo y con frecuencia le hacía repetir unos mismos pasajes del relato con la intención de comprobar si introducía en ellos alguna modificación, nuevos matices o si refería otra variante. Otras veces mis preguntas le obligaban a iniciar un tema concreto, a detenerse en uno u otro detalle especifico. Hay que observar que jamás se contradijo en la relación de su historia, explicaba los hechos y seguía casi siempre el mismo esquema, sin variaciones. A veces, introducía nuevos detalles, alguna precisión que enriquecía el pasaje. Siempre se sentía satisfecho de verme y pensaba que yo iba a escribir algo sobre su historia y todos aquellos que no le habían creído cuando les había explicado su aventura se convencerían si lo leían todo explicado en un libro. También, la rememoración que se veía obligado a hacer de aquella larga experiencia en la sierra, le producía dolores de cabeza y le ponia nervioso.
Durante el tiempo en que grabé su relato y en otras ocasiones como eran:
Los paseos por el campo y por la ciudad, la conversación en una cafeteria, en el trabajo, durante la comida o durante la asistencia al cine, fui escribiendo sistemáticamente cuantas observaciones podía hacer sobre su conducta. Anoté sus reacciones y su comportamiento. Una observación que tenía que ser forzosamente larga, con la finalidad de que no fuera falseada. Lógicamente, estas anotaciones me iban a ser de una utilidad extraordinaria en el momento de esbozar cualquier aproximación a su personalidad.

La singularidad del caso de Marcos




Marcos, como Víctor del Aveyron, fue abandonado en plena naturaleza en una edad imprecisa (casi con toda seguridad a los siete años), pero con la finalidad -y eso les distingue fundamentalmente- de que cumpliera una función: guardar un rebaño de cabras y procurar que se reprodujeran abundantemente.
Hay que insistir particularmente en este punto. Es cierto que como en el caso de Víctor los estragos de una guerra y el rechazo familiar están en la base de su abandono. Pero Víctor fue únicamente abandonado, y Marcos es abandonado con la intención de sacar un provecho de su abandono.
Tendríamos que acudir a los trabajos de investigación y a los estudios sociológicos, inexistentes, de aquella zona andaluza a comienzos de los años cincuenta. No es difícil imaginarse la situación. El hambre, el abandono y la miseria eran frecuentes. Esta situación socioeconómica es la que hay en la base de la historia de Marcos y, sin tenerla en cuenta, toda aproximación resultaría incompleta. Sobre todo, porque en esta realidad fue donde Marcos creció durante los primeros años de su vida y allí forjó buena parte de su personalidad. Un mundo de estrechez, de penuria y de infortunio. En el fondo, injusto, muy injusto, porque se basaba en la explotación del hombre por el hombre. En estas coordenadas de tiempo y de espacio es donde hay que situar el problema del aislamiento social que Marcos tuvo que soportar. Se ha afirmado que el aislamiento social es siempre obra del poder autoritario y, en realidad, su propio padre, en el momento que lo cedió a quienes iban a dejarle al cuidado de las cabras, no era más que el instrumento de este poder, el brazo de esta autoridad que pesaba de una forma absoluta sobre sus vidas.

Las etapas de su vida

Marcos no conserva muchos recuerdos de su vida familiar. Los años que transcurrieron desde 1946, año en que nació, hasta 1953 en que fue abandonado, son recordados a través de una serie de imágenes muy breves, pero concisas. Sabe que nació en Añora, que vivían en Madrid, que murió su madre y que los familiares se hicieron cargo de sus hermanos. También recuerda que su padre se trajo otra mujer a vivir con ellos, y que ésta también tenía un hijo. Sabe que se fueron a Fuencalientes a hacer carbón, que le obligaban a robar bellotas y que le maltrataban. Un clima de rechazo que culmina en el abandono. De hecho, Marcos es consciente de que estorbaba, sabe que su presencia constituía una carga y debía tener una sensación clara de ello, cuando creyó que su padre le había vendido. Por otra parte, el aislamiento no le produjo -ésta es la impresión que se tiene ante sus
palabras- ningún tipo de frustración. Incluso estaba satisfecho de vivir en la sierra, a pesar del miedo, de los animales que aullaban durante la noche.
En el momento de producirse el abandono, Marcos contaba con una carga de experiencias que luego tendría que hacer vivir en su vida solitaria.
partir de aquí cabría preguntarse ¿qué experiencia había asimilado Marcos cuando fue abandonado? Hay que observar que no conserva ni un solo recuerdo de haber asistido a la escuela. La observación es importante porque de hecho el abandono no venía a suponer un quebrantamiento absoluto, si tenemos en cuenta que la familia vivía en el campo y hacia carbón. Hay que suponer que Marcos debió aprovechar todo cuanto su experiencia había asimilado en el ámbito de la vida familiar, en el momento de desarrollar su acción selvática. Marcos fue abandonado en el momento en que se producía el paso del egocentrismo hacia la socialización, cuando hubiera sido capaz de comenzar a trabajar cooperativamente y de descubrir a los otros. No le fue posible. En el lugar que tenia que ocupar la realidad social de los hombres, vino a introducirse otra realidad: la de la sierra, con toda aquella fauna que Marcos descubre y con la que convive y se relaciona. Y en lugar del juego reglamentado, descubre otro juego, la ley de la jungla, una ley que Marcos observa día a día y sobre la que reflexiona. Cree que los animales obedecen unas reglas, que él intenta descubrir y a las que intenta adaptarse. No es egocéntrico. No cree que él sea el centro de aquel universo. Se sabe diferente, eso sí, sobre todo porque tiene unas manos. Y llega a convencerse de que forma parte de aquella comunidad que se rige por unas normas que pretende descubrir a fuerza de observarlas. Y todavía hoy, pasados los años, se acuerda y cree que aquella ley es más justa que las normas que rigen la convivencia de los hombres.



((Me llevaron a la sierra, a una cueva. Salió un viejecito con barba
que llevaba unos zapatos de corcho. Habia lobos aullando, zorras, cabras monteses, ciervos, los venados, alacranes, culebras ... Por la noche yo oía estos animales y tenía miedo. Salió este viejecito y me dejaron allí con el viejo. Tenían trescientas cabezas de cabra que guardaba el viejo aquel. El señor se marchó y me dejó con el viejo.
El viejo corto un poco de monte y allí en la cueva lo puso en el suelo cerca del fuego, y me puso una piel de venado contra el monte y otra piel para arroparme. No me preguntaba nada, ni hablaba conmigo, ni nada de nada. Al otro día, nos levantamos por la mañana, llamó una cabra, en un cacharro de corcho empezó a ordeñarla. Los alcornoques tienen unas tetas que salen y se hacen platos. Cuando tuvo el plato lleno me lo dio y me dijo que me lo bebiera. El sacó otro y se lo bebió también. Soltamos las cabras que estaban metidas en un corral de estacas clavadas y monte en medio. Entonces, nos fuimos por allí, por el valle, con las cabras y yo siempre detrás de él, porque había tantos bichos y no me movía de su lado. Por la tarde, me dió ganas de jugar, con una rama le hacia cosas a él. Cogió un garrote, me dio dos garrotazos. Yo no me acercaba, pero como no sabía por donde salir de allí no me podía ir por ningún lado. Luego, mas tarde yo le dije que tenía hambre y fue a unos peñascos que había unos agujeros y cortó un palo de jara, una cosa que se te pegaba a la mano, lo cortó y le dejó tres ganchos y metió aquel palo en el agujero y empezó a dar vueltas y lo sacaba y salían pelos en aquel palo que tenia pegamento y entonces cogió y cortó otro más largo, lo metió empezó a darle vueltas y sacó un conejo enganchado al palo aquel, le hizo así detrás de las orejas, sacó un cuchillo, le sacó las tripas y lo desolló, hizo una fogata y lo lió con monte y cuando se hizo rescoldo, se hubo quemado todo, hizo un agujero y lo enterró en el rescoldo y entonces nos fuimos a dar una vuelta con las cabras y cortó una rama de madroños y me dijo: no comas muchos que te pueden hacer daño.
Es importante destacar, por lo que atañe a su capacidad de expresión, que Marcos aprende el lenguaje del lugar donde habita: los ruidos con los que identifica los diversos animales y que todavía hoy imita perfectamente, el canto de los pájaros y el grito de los ciervos; los ruidos con los que esta convencido que se entendía perfectamente con la zorra, con los lobos y con la serpiente. En este sentido, la evolución del leguaje de Marcos se empobrece, al margen del contacto social; pero se desarrolla en el sentido que podía hacerlo: En el aprendizaje de los rugidos de aquellos animales con los cuales llega a creer que convive. Marcos explica que nombraba a los animales según el ruido que hacían. Y les atribuía -les atribuye todavía hoy sentimientos y conflictos humanos. iLos sentimientos que sabia que existían antes del abandono, o los sentimientos que conoce que existen porque los ha observado en la sociedad? No es fácil saberlo. Particularmente, me inclino a favor de la segunda proposición. El presente condiciona de una forma casi absoluta la memoria.


Marcos en los momentos de sus conversaciones con Gabriel Janer



Hasta qué punto Marcos acude a la intuición en sus descubrimientos y en sus observaciones, no es difícil de comprender. No sabe contar y se sirve de instrumentos que el mismo inventa o que le muestra el viejo cabrero: el bote lleno de piedras con las que el cabrero le enseña cómo ha de contar las cabras, o los propios dedos, de los que se sirve para contar los ratones. También por intuición observa que existe una clara diferencia entre él y los animales: que podía servirse de las manos y que tenia la capacidad de pensar. Marcos es consciente de esta superioridad y cree que también lo eran los animales. Extrae su singularidad de entre una colectividad y se considera, en algunos aspectos, no solamente diferente sino que también superior. Pero intuye que los animales pueden enseñarle muchas cosas sobre aquella realidad en la que ha de vivir, y les observa, les mira detalladamente y deduce respuestas, calcula.. Sabe, por ejemplo, que puede comer aquellos hongos que han sido picoteados por un pájaro ... Sabe, en definitiva, que no está solo, que convive con aquellos animales, y trata de comunicarse con ellos, trata, finalmente, de entenderlos, de establecer una relación afectuosa, de superar su soledad.




<(El monte era muy alto y bajaban los ciervos del monte a beber al rio. Yo estaba preparado con el cuchillo, siempre a punto, me escondía y les daba un corte al cuello, al gañote, y daban un salto y se echaban en el agua y allí los acababa de matar. Los otros corrían, pero a mí no me veían. Me hice una zamarra de pieles, dos agujeros, con torviscas, me hacia agujeros y me ataba una correa de torvisca.
Llevaba un pelo largo, hasta la cintura. La carne que yo no quería la ponía en un saco y se la llevaba a los lobos, a los lobillos pequeños; los padres no me dejaban, pero como veían que yo les llevaba de comer, cogieron confianza. Yo olía como ellos. Un día cogí uno y sin querer le hice un poco de daño y la loba, que estaba allí al lado, me pegó un manotazo. Pero tenía confianza con ellos. Cuando yo quería que vinieran, cuando me veía en peligro, que no tenia salida, empezaba a aullar uuuuuuh ..., entonces lo hacía mejor, venían varios lobos y como sabían que yo les echaba de comer a ellos y a sus hijos, pues ellos se daban cuenta que yo no sabía por dónde salir, era un bosque muy alto. Yo lloraba y se tiraban a mi dando saltos y me cogían los brazos con la boca hasta que yo reía; luego, me señalaban el camino hasta la cueva de ellos, la lobera, y desde allí yo ya sabía irme. Cuando llegaba allí estaban todos los cachorrillos esperando y empezaban a jugar y a dar saltos. Y lo que es raro es que no les atacaban a las cabras, me veían con ellas, no sé, mira que son malos los lobos con las cabras ... Cuando se me moría una, yo empezaba a aullar, venían los lobos y se la comían. Primero le pegaban un bocado aquí, en el cuello, y luego le sacaban el mondongo. Un día, uno quería matar un chivo, yo cogí un bastón de zarza con muchos espinos y le pegué, se le escapó un aullido al lobo y se marchó. Al otro día, me viene muy despacito, muy despacito, arrimándose a mí y yo empecé a acariciarlo, y para que no me tomara manía, fui a un agujero de estos que hacia para las perdices y se la di, y se acostó, y se la comió. Yo ya me cuidaba de todos los bichos.>>
Marcos inició nuevamente su vida en sociedad de una forma violenta.
La captura por la guardia civil -según su relato- es el primer acto de su vlda social. El trauma de captura, el hecho de haber sido arrancado de su propio medio de una forma violenta, sin contar en nada con su propia voluntad -de la misma forma que se había producido el abandono-, ha condicionado de alguna forma su capacidad de integración en el mundo de la cultura, sobre todo, ha favorecido la mitificación que ha hecho de aquel tiempo en que vivía solo en la sierra, en relación --en buena relación, según su propio testimonio- con los animales.
La primera observación que hay que señalar en el Marcos de esta última etapa es su inhibición en la relación con los demás hombres y una clara tendencia a alegrarse al ver animales. Marcos tiene dificultades de relacionarse con la gente, de convivir con los hombres. En la sierra determinó su personalidad en relación con los animales y, sobre todo, gracias a la observación y a la imitación llegó a creer que era miembro de un colectivo.
En la sierra, nos explica que no tenía sensación al frio. Todavía hoy, resiste al frio con tranquilidad y coincide con las observaciones sobre otros casos de niños abandonados. A través de la diversidad de situaciones por las que ha atravesado, Marcos ha tenido que esforzarse para adaptarse a la realidad de la vida humana. Es como si una pluralidad de estratos se hubiera amontonado sobre su personalidad, tan condicionada por la vida salvaje.
Entre los hombres, Marcos ha descubierto la vergüenza, aquí se ha desvelado el sexo. No le es fácil adaptarse a la vida social, a las reglas que rigen la convivencia humana, acostumbrado como esta a observar las reglas que condicionan la vida animal. Es consciente de la dificultad que le supone integrarse y por eso piensa -y no se cansa de repetirlo- que la vida entre los hombres es mucho peor. Acabara por afirmar que no sabe si le han hecho un bien o si le han hecho un mal, con la captura; y el afán por volver a la soledad de la selva surge una y otra vez, después de cada fracaso, cuando observa que no llega a adaptarse a la vida de la sociedad humana. Y por eso, puede que haya idealizado aquel mundo del que fue arrebatado de forma violenta. Y explica que no sabe acostumbrarse al ruido de la sociedad, que no llega a adaptarse a la comida ni a la bebida de la civilización, y siente añoranza del agua clara, del aire -el olor de la ciudad, dice, es aquello que mas le cuesta aceptar-, siente añoranza por las flores, incluso las ratas de allí le parecen más bellas; las ratas que descubrió que eran ratas mucho tiempo después.
Marcos acude con frecuencia a la exhibición de cuanto aprendió durante su vida solitaria con la finalidad de superar el sentimiento de inferioridad que le condiciona. Le gusta presumir de la superioridad de la vida selvática y también cree que nadie le ha ayudado en absoluto, que todo ha tenido que aprenderlo por su propia cuenta. Afirma que le gustaría encontrar una chica que fuera capaz de quererle. Pero cree que es difícil y está convencido de que si se fuera a vivir con él en la sierra, allí le querría, una mujer, porque seria superior y ella buscaría su protección. El cansancio de estar solo, el deseo de una familia, el afán de afecto caracterizan su deseo de amistad. Únicamente señala una condición a la hora de escoger a sus amigos: que no maltraten a los animales. Cree que para ser capaz de convivir en la sociedad, el hombre ha de atravesar un periodo semejante a la doma de un animal salvaje y son particularmente interesantes las reflexiones que se ha hecho sobre las categorías de la gente, como consecuencia de la observación de la vida animal. Marcos intenta aplicar a la vida social las pautas de conducta que había observado en la vida silvestre. Y no le es posible integrarse, en primer lugar porque la sociedad no le facilita el camino; en segundo lugar -y éste me parece el punto más importante- porque la sierra
lo determinó en un sentido especial del que no puede deshacerse con facilidad.

El problema de la educabilidad: ensayo de conclusión




Marcos ya adulto, en una entrevista de la BBC.

No podemos pensar, después de profundizar en la problemática educativa que presentan los niños selváticos, sobre todo después de haber reflexionado muy seriamente sobre los materiales que presenta el caso de Marcos, en ningún tipo de conclusión definitiva. Nos faltaría una muestra más numerosa de casos, de otros estudios y, sobre todo, del amplio conocimiento del tiempo que precedió al abandono. De todas formas es posible precisar unos resultados, lógicamente abiertos a futuras investigaciones y a la aportación de nuevas experiencias.
1. Marcos fue abandonado cuando contaba siete años en Sierra Morena con la finalidad de que cuide de un rebaño de cabras. Este hecho, el abandono en función de una finalidad, es una característica especial que le da una cierta singularidad.
2. Si acudimos a los trabajos de investigación y a los estudios sociológicos, inexistentes, sobre la realidad sicoeconómica de aquella zona andaluza a comienzos de los años cincuenta, veríamos cómo aquella situación miseria se halla en la base del abandono de Marcos.
3. No hay que extrañarse de los puntos oscuros que puedan resultar de esta historia. No hay demasiados, pero lo que resultaría extraño seria que no presentara ninguno, puesto que pueden hallarse en todos los casos que han sido estudiados. Hay siempre unos mismos motivos: las dificultades que surgen a la hora de completar todos los datos, de rehacer las situaciones y de comprobar hechos y antecedentes. También existe el claro interés de oscurecerlos. Incluso en aquellas personas que tuvieron los primeros contactos con aquel ser recién descubierto y que, pasado el tiempo piensan que no actuaron en el sentido que debían. Sobre todo cuando, como en nuestro caso, las investigaciones llegan con más de diez años de retraso.
4. También hay que observar que al utilizar la memoria de los testigos, he sido consciente del proceso constructiva que implica la memorización.
He tenido en cuenta que en la orientación y en la síntesis del pasado se interpretan todos los elementos que constituyen este pasado.
5. El estudio de la vida de Marcos ha de abordarse en tres etapas relacionadas:
a) La vida familiar: que abarca los años de la infancia, hasta los siete
años.
b) La vida en la sierra: que comienza con el abandono y la iniciación por parte de un viejo cabrero en los avatares de la vida solitaria, y  que dura doce años.
C) La vida en sociedad: iniciada con la captura, hasta nuestros días.
6. Marcos llevaba en el momento de producirse el abandono un bagaje cultural que le posibilitó, junto a la iniciación del viejo cabrero, la supervivencia y la integración en aquel medio.
La problemática educativa de los niños selváticos.
7. Todo hace suponer que la vinculación de Marcos con la naturaleza era tan profunda que llegó a sentirse un elemento más de esta realidad.
8. Marcos aprende el lenguaje -a partir de las formas lingüísticas que
domina- del lugar donde habita: los ruidos con los que identifica los diversos animales, el canto de los pájaros y el grito del ciervo, los ruidos con los que está convencido que se entendía con la zorra, con los lobos y con la serpiente.
9. Pero conoce que existe una clara diferencia entre él y los animales.
Ha visto que puede servirse de las manos y que le es posible pensar. Es consciente de esta superioridad y cree que lo son también los animales.
10. A Marcos no le es fácil adaptarse a la vida social, a las reglas que
rigen la convivencia humana, acostumbrado como está a observar las reglas que condicionan la vida animal. Es consciente de la dificultad que le supone integrarse, y por eso piensa -y no se cansa de repetirlo- que la vida entre los hombres es mucho peor.
11. Es también interesante destacar cómo le condiciona el medio que frecuenta actualmente: la vida del proletariado de hostelería. De este medio ha sacado una serie de pautas de comportamiento.
12. Marcos tuvo que organizar la comprensión de aquel mundo extraño y convertirlo en operable, es decir, en susceptible de ser racionalizado, porque la construcción intelectual jamás se realiza en el vacío, sino en relación con la realidad más próxima. Y esta racionalización del mundo salvaje se superpuso al bagaje cultural que ya llevaba cuando entró en la sierra.
13. En el momento de esbozar cualquier proyecto de reeducación se tendrá que tener en cuenta:
a) La historia particular del individuo en los años que precedieron al abandono.
b) Las circunstancias en que se produjo el abandono.
C) El tiempo transcurrido de aislamiento y de soledad.
d) El grado más o menos riguroso de este aislamiento.
e) Las condiciones en que se ha desarrollado su vida, después de la captura.
14. La personalidad de Marcos se determinó de una forma global en función del medio al que estuvo sometido. A partir de aquí, las dificultades de integración surgen, no solamente de la sociedad, sino también de sí mismo, de las dificultades de su propia personalidad. Lo que ha sucedido es que Marcos ha desarrollado unas determinadas estructuras de su pensamiento a otro ritmo y de una forma diferente a como lo hubiera hecho en el seno de la colectividad humana. Y eso nos lleva al problema de la irreversibilidad de unos determinados aprendizajes, cuando se han producido en un momento concreto de la vida del hombre.




Diversos documentales.

15. La inserción en la sociedad vendría dificultada por:
a) La determinación que obtuvo de la sierra y la influencia de la vida de los animales.
b) El trauma de captura.
c) Las dificultades que surgen de la misma sociedad.
d) Las dificultades que surgen del propio Marcos.
16. Todo hace pensar en la imposibilidad de conseguir una total integración.
Será posible reeducar algunos aspectos si se aplica una metodología didáctica especial.
17. De hecho, cada día surgen nuevas dificultades, contratiempos que obstaculizan la necesaria adaptación de Marcos.
18. Lo que toda esta historia viene a demostrar es la dificultad del hombre de vivir humanamente al margen de la sociedad y cómo la marginación le determina en un sentido que difícilmente podrá ser borrado.
partir del estudio de la historia de Marcos Rodriguez Pantoja, que vivió abandonado en Sierra Morena entre los siete y los diecinueve años, he intentado el estudio de la problemática educativa que plantea el aislamiento social y cómo éste determina las estructuras de la personalidad humana.
Las dificultades de Marcos para adaptarse a la vida social surgen de la propia sociedad, que no le facilita el camino, pero también surgen del mismo Marcos, puesto que las estructuras de su pensamiento crecieron a un ritmo diferente y de una forma distinta de como lo hubieran hecho en el seno de la sociedad. La historia de Marcos nos plantea la problemática de la irreversibilidad de unos determinados aprendizajes cuando éstos se han producido durante los años cruciales de la vida del hombre.

 La construcción de la realidad en la mente del ser humano:



Muchos de nosotros ya sabemos como hemos de crear la realidad que queremos, comprendemos el poder que tenemos para atraer hacia nosotros ciertos eventos, para evitar otros, o como aceptarlos cuando no parece que tenemos más remedio. Sabemos como funciona la parte “generadora” del mundo que vemos ahí fuera, pero quizás no sabemos cómo funciona la parte “receptora”. Es decir, mi cuerpo, mi mente, emiten ondas y pensamientos que se transforman en algo que yo percibo como real y que no es otra cosa que aquello que tiene una frecuencia similar a lo que yo emito, pero ¿como se y percibo yo que eso que tengo es lo que he manifestado? ¿Cómo llega a construirse mi mundo real, el que veo con mis ojos, el que toco con mis manos?
Viendo con la mente
No son tus ojos ni tus manos los que perciben el mundo que llamamos “real”. Es tu cerebro quien trabaja construyendo hologramas tridimensionales en base a, parcialmente, la información que recibe de los sentidos, y que en realidad no son mas que la representación que considera valida para aquello que cree estar recibiendo. Y aun así, se inventa cosas. Pura ilusión. Vamos a ver si lo explicamos.
Todo aquello que percibimos como real no es más que una proyección mental en tres dimensiones de lo que nuestro cerebro decodifica. Nuestros ojos no “ven”, es el cerebro el que “ve”. Los ojos son lentes que pasan información desde la retina hasta el cerebro, que es donde se forma la imagen. Nuestros ojos son como las ópticas de las cámaras que dejan pasar la luz, esos haces energéticos que existen ahí fuera, y los envían hacia el interior de la mente para procesar esa luz, sin hacer, en ningún momento, juicios o presunciones sobre que representa.
El ojo no sabe que está recibiendo la energía lumínica de una silla o de un elefante, y francamente, le da igual, su función es simplemente transmitir el haz hacia el interior.  Sin embargo, en el camino hacia el cortex visual del cerebro, los lóbulos temporales editan, recortan y filtran hasta un 50% del haz lumínico inicial y solo esa parte editada de lo que en realidad habíamos percibido a través de la retina, es lo que llega al cerebro, que, entonces, se pone en marcha para “decidir” que es lo que está recibiendo y a que corresponde esa energía que le ha llegado, y así construir a partir de aquí, la imagen en 3D de lo que cree tener delante.
Una reconstrucción basada en suposiciones



Así, si lo que “vemos” está basado en menos del 50% de una información captada del exterior, ¿como sabemos que es real y que es inventado? ¿Cómo se forma lo que percibimos como real para nosotros en nuestra mente? La respuesta es que el cerebro compone el otro 50% de información con datos de los que ya dispone, de nuestra presunción de cómo debe ser el mundo de ahí fuera, de lo que “esperamos” ver en realidad y de todo aquello que tiene acumulado en los bancos de memoria y a los cuales tiene acceso, a través del condicionamiento y la programación con la que nacemos, a través de nuestro ADN.  Por eso cada uno “ve” las cosas de forma diferente, porque básicamente su holograma final, su representación tridimensional de ese objeto o situación que ha creado, ha sido generada a imagen y semejanza de lo que ha “encontrado” por “aquí dentro” para construirla.
El viaje de la Luz
Tal y como describen David Icke en su libro “Tales from the Times Loop” y Michael Talbot en “El Universo Holográfico”, el viaje de la luz desde que es percibida por nuestros “sensores” (los ojos) hasta que nos enteramos que estamos viendo algo (construimos la imagen) es impresionante. La luz entra a través de la cornea y traspasa la pupila, que controla la cantidad que pasa para proteger nuestro sistema visual a través del iris. Esta luz que ha traspasado la pupila llega seguidamente al humor vítreo, una especie de masa gelatinosa que tenemos todos detrás de la pupila y finalmente el haz lumínico llega a la retina que captura la imagen, pero lamentablemente, lo hace solo en dos dimensiones y al revés, por lo que para poder terminar de discernir que es lo que estamos viendo, la luz es enviada al cerebro en el lóbulo occipital. Es aquí, y solo aquí, cuando el cerebro recompone la imagen y la completa con aquella información que le pueda faltar, crea un holograma tridimensional del objeto e informa a nuestra conciencia que está “viendo” algo, que finalmente resulta ser una silla.
Si nuestro cerebro hubiera recompuesto la imagen como algo totalmente diferente, y sin hacer demasiado caso de la información recibida a través de la vista, o haciendo alguna asociación errónea respecto ese haz lumínico que está registrando, estaríamos convencidos de que estamos viendo cualquier otra cosa, y esta otra cosa seria tan real para nosotros, por ejemplo un armario, como esa silla, porque la realidad se construye en nuestra mente, no en el exterior de la misma. Y básicamente lo mismo pasa con lo que oímos y escuchamos. La información es filtrada por nuestro sistema auditivo y solamente en el cerebro construimos la realidad que mejor nos va acorde a lo que esperamos oír, creemos oír o hemos oído previamente. Por eso cuando se dice algo, dos personas recibiendo la misma información pueden interpretarla de forma totalmente distinta y estar convencidos que su versión es la correcta, y ya no hablamos de discusiones entre amigos o pareja, lo que uno oye sobre lo que dice el otro, si se registrara y luego se pasara de nuevo para ser escuchado, seria realmente de espectáculo, pues todos oímos muchas veces lo que nos interesa o esperamos oír, simplemente porque el cerebro rellena la información que le falta con lo que encuentra en el interior del mismo y que concuerda con sus expectativas y creencias.




Y así con el resto de sentidos. Esto implica solo una conclusión, la realidad que vivimos es solo aquella que nos cuadra con nuestras ideas preconcebidas, aquella que nuestra mente interpreta tal y como le va bien y aquella que se ajusta a nuestros pensamientos, sensaciones, y expectativas. Básicamente, vivimos la realidad exterior en base a nuestra realidad interior: nuestro trabajo, nuestras amistades, nuestra familia, nuestra salud o nuestra abundancia material ¿Curioso, no? Ya hemos completado el círculo de la manifestación consciente. Como es adentro, es afuera.
Es decir, ¿qué pasa con esta realidad que todos compartimos? Podemos decir que básicamente es una realidad impuesta, o creada por el cúmulo de pensamientos y energías lanzadas al subconsciente colectivo y a la cual nos enganchamos y aceptamos por pura conveniencia y por acuerdo global. Osea, a todos nos interesa que exista una cierta estructura para poder navegar por nuestro día a día, y esa estructura, ese mundo compartido, es algo a lo que nuestra mente simplemente le ha dado el visto bueno, ha almacenado en su interior y es la información que usa para construir en nuestra mente las imágenes tridimensionales de todo lo que vemos y en lo que todos estamos de acuerdo que es así.
Navegando el inconsciente colectivo
¿Qué es el inconsciente colectivo en realidad? Básicamente, lo podemos describir como información, ondas electromagnéticas, listas para ser decodificadas, un mundo ya creado y al cual solo nos “tenemos que enchufar” (como en la película The Matrix). Este mundo electromagnético es percibido y “anclado” en nosotros a través de nuestro ADN, que se comporta como una antena a través de la cual recibe las frecuencias de lo que llamamos la realidad colectiva que todos percibimos. Estas frecuencias, recibidas a través del ADN, es la que nuestros sentidos perciben y la que termina, parcialmente, siendo decodificada por la mente, quien construye las asociaciones pertinentes y las imágenes tridimensionales que nosotros vemos como cosas reales, sólidas y tangibles.
Manifestando el mundo de ahí fuera
¿Cómo podemos llegar a tener aquello que deseamos delante de nuestras narices, a vivir una situación una y otra vez, o a atraer siempre la misma clase de personas? Recuerda de nuevo que lo que entra por nuestros sentidos es parte de lo que salió de nuestro subconsciente. Imagínate que durante dos semanas solo haces que ver películas muy tristes, y que durante esas dos semanas tu subconsciente se empapa tanto del sentimiento de tristeza que es todo lo que emana de ti. Vives en la tristeza, desprendes tristeza, vibras a la frecuencia de la tristeza. Ese sentimiento es lo que estás enviando constantemente, a través de nuestros pensamientos y emociones, al exterior.
¿Qué pasa entonces con nuestra realidad? Pues que lo vamos a atraer hacia nosotros, y los haces energéticos que entrarán por nuestros sentidos, recibidos del exterior, será pura energía asociada a sentimientos de tristeza, pues como imanes que somos, eso es lo que atraemos. ¿Y que realidad entonces construye nuestra mente para nosotros? Pues un cúmulo de situaciones y eventos que producen y reproducen esa tristeza. Porque eso es lo que percibe, y aunque solo una fracción de eso que entra por la vista sea algo triste de verdad, como eso es lo que cuadra con el sentimiento interior que en este momento estamos teniendo, esa será la realidad que nuestra mente construya para nosotros (a lo mejor, el mismo hecho para otra persona, es percibido y reconstruido como algo totalmente diferente, pues su mente no espera decodificar una situación o evento que evoque tristeza, y por ende, no lo hace).
Todo cuadra




Y así se crea un ciclo. Si no somos capaces de cambiar el sentimiento interior de tristeza, que se convirtió en lo que emitimos y que el imán que somos atrajo hacia nosotros enganchándose a aquellas ondas que vibraban igual, mientras estemos emanando esa frecuencia, atraemos solamente situaciones, eventos y realidades que concuerden con ese sentimiento de tristeza, que lo reforzaran y que mantendrán el circulo funcionando. Y esa será la nota predominante en nuestra vida. ¿Cuántas personas conoces que se están quejando continuamente que a ellos solo les ocurren desgracias, que nunca tienen suerte, que jamás les sale nada bien? Ahora ya puedes explicarles como pueden romper el “maleficio”.
Otra cosa es que esos pensamientos sean “artificiales”, como ya explique en este post, pero el mecanismo de funcionamiento es el mismo.
Visto lo visto hasta ahora en las dos anteriores entradas ¿os dais cuenta como se puede manipular la realidad de millones de personas? Es muy simple. Implanta en el subconsciente de todas las personas un sentimiento, una idea o un mensaje, y esa será la realidad que generarán sin darse cuenta y en la cual se verán envueltos sin saber como. Lo hacen a todas horas aquellos que están interesados en que pensemos una cosa u otra, en que compremos un determinado producto, en que vivamos de una forma o de otra.
Empieza a bombardear a las personas durante día y noche a través de la televisión, radio, periódicos, etc. de que la situación mundial es un verdadero caos, que es la ley del mas fuerte, que la cosa esta muy mal, que hay problemas económicos, que viene una pandemia de gripe, etc., e implanta esas ideas constantemente durante mucho tiempo en el subconsciente de las personas. ¿Cual creéis que será la realidad común generada por todo el planeta?
Es básicamente el mecanismo de manipulación mas usado por aquellos que pretenden manipular las masas.  Si se nos quiere hacer pensar o sentir de una cierta forma y se consigue que generemos ese tipo de frecuencia ¿que parte de las millones de ondas energéticas creéis que atraeremos a nosotros y percibiremos por nuestros sentidos si estamos vibrando en ese tipo de ideas? ¿que realidad decodificará nuestra mente si todo lo que tiene en el subconsciente son imágenes e información sobre lo mal que están las cosas y encima percibe ondas del exterior que le traen esa misma información?
Voilá. Ya hemos completado el ciclo. Y todo simplemente implantando unas ideas que no tienen porque ser verdad, pero que pueden pre-fabricarse para que poco a poco, todo el planeta genere una realidad acorde a esas ideas, sin que nadie, absolutamente nadie, se de cuenta de ello.  Y es que como hemos dicho, el control de tu subconsciente en la clave para el control de tu realidad, pues aquello que sea lo que emita, será aquello que tu mente creará como válido y aceptará.
Albert Einstein dijo una vez “la realidad es una ilusión, aunque muy persistente”. Y es que hasta la ciencia lo empieza a tener claro, aunque aún falte mucho para que la ciencia oficial lo acepte. Simplemente se consciente de que tu construyes tu realidad, y ahora ya sabes un poco mas como. 

A modo de conclusiones




"Lo que ocurre es que Marcos no cuenta lo que sucedió, sino lo que él cree que sucedió”, señala Gabriel Janer Manila. Pero eso es lo que hacemos todos: presentamos nuestra visión de los hechos", acota.
"Cuando Marcos ve una serpiente y le da leche, y luego la serpiente vuelve, él dice que es su amiga. La serpiente no es su 'amiga'. Va porque él le da leche. Él dice 'ella me protege' porque está contando lo que él cree que ha sucedido”.
Y esta forma de interpretar los hechos, su imaginación -y su inteligencia-, fue lo que le permitió sobrevivir en la soledad de la sierra, explica el antropólogo.
La ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos.
¿Pórque que es la Realidad? “La solución es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas; para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente”.
Fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones.
Nuestra Realidad es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. 
La teoría de los universos paralelos, origen de la de la “superposición cuántica”, es la que ha conseguido llegar mejor al gran público. Lo que viene a decir es que la Realidad es un número “n” de ondas que conviven en el espacio-tiempo como posibilidades, hasta que UNA se convierte en Real: eso será lo que vivimos. Somos nosotros quienes nos ocupamos, con nuestras elecciones y, sobre todo, con nuestros pensamientos (“yo sí puedo”, “yo no puedo”) de encerrarnos en una realidad limitada y negativa o en la consecución de aquellas cosas que soñamos. En otras palabras, la física moderna nos dice que podemos alcanzar todo aquello que ansiamos.
Según eso, lo que Marcos nos cuenta acerca de "sus amigos los animales" no es tan sólo un producto de su imaginación, un sueño, sino la Realidad.

Como siempre espero que os haya sido útil e interesante.