dilluns, de juny 09, 2014

EL SONIDO DE LA MUERTE: II/ EL SILBATO OLMECA

El silbato olmeca


Entre las maravillosas culturas que se dieron entre el sur de lo que hoy llamamos Estados Unidos y el norte de Colombia, mucho antes de la llegada que no descubrimiento, de los barcos de la Monarquía española, dando lugar a uno de los etnocídios más brutales que ha conocido la humanidad, destacó la cultura  o civilización Olmeca.







“Los Olmecas, también llamados "La Cultura Madre", representan el logro final de miles de años, en que los pueblos antes nómadas, cazadores, recolectores, lograron establecerse por milenios en un lugar determinado y ahí, a través de generaciones y generaciones de investigar y observar a la naturaleza, el firmamento y explorar sus insondables adentros espirituales. 
Cuando la civilización del Anáhuac -el espacio detallado en el parágrafo anterior, es conocido como Cen Anahuac- logra producir nítidamente lo que hoy llamamos la cultura olmeca, ya estaban terminados los cimientos de conocimiento, tanto de orden tangible como: agricultura, ingeniería, arquitectura, medicina, etc. Como de orden intangible como: filosofía, matemáticas, religión, arte, astronomía, entre otras. 
Podéis ampliar vuestro conocimiento sobre éstos aspectos aquí:


y aquí:

http://terradesomnis.blogspot.com.es/search/label/Guillermo%20Mar%C3%ADn


Así mismo, ya estaban en operación los cuatro sistemas básicos que fueron los cimientos de toda sociedad, independientemente de la cultura a la que pertenecieran y que fueron desarrollados y perfeccionados, casi en su totalidad, durante los primeros cuatro mil quinientos años de la civilización, entre la invención de la agricultura y aparición de la cultura olmeca.
Estos cuatro sistemas son: el alimentario, el de salud, el educativo y el de organización social y régimen jurídico. Representan las cuatro bases indispensables para desplantar una cultura.

EL SISTEMA ALIMENTARIO.



En esos cuatro mil quinientos años, los Viejos Abuelos, no sólo inventaron la agricultura, la milpa, la chinampa, el nopal comestible. Sino que, desarrollaron un sofisticado y complejo sistema de alimentación en el que se crearon las tortillas, totopos, empanadas, los tamales, las salsas, el chocolate, el atole, las aguas frescas, el tejate, el pulque, el mezcal , las alegrías o amaranto, el elote, los diversos tipos de chiles, el pinole, el uso de plantas, carnes de animales de caza y pescados secos y salados, gran cantidad de vegetales incluso algas, el uso extenso de insectos, miel, semillas, así como la domesticación del guajolote y el perro Xoloitzcuintle.


EL SISTEMA DE SALUD.

El sistema de salud es otra de las grandes aportaciones a la civilización. Los Viejos Abuelos desarrollaron un profundo conocimiento del cuerpo humano y sus enfermedades. Investigaron las substancias curativas que poseen las plantas, los insectos, animales y minerales. Los médicos y la medicina anahuaca llegaron a alturas hoy insospechadas, toda vez que la barbarie europea desvalorizó y persiguió esta sabiduría que ha sabido sobrevivir a su desaparición historia.

EL SISTEMA EDUCATIVO

La educación que ha generado la civilización del Anáhuac no se refiere únicamente al aspecto académico, que se enseñaba en el telpochcalli, cuicacalli y calmécac. La educación desde un punto de vista más profundo. Nos referimos a su especto filosófico y espiritual. En efecto, las bases fundamentales para que el individuo pueda entenderse a sí mismo, a la familia, a la sociedad, a la naturaleza y el universo de manera integrada e integral.

LA ORGANIZACIÓN SOCIAL Y EL SISTEMA JURÍDICO

“Este complejo sistema de organización social se llevó varios milenios en decantarlo y perfeccionarlo la civilización del Anáhuac. Lo cierto es que para la irrupción de la cultura olmeca ya estaba conformado y fue el mismo que encontraron y usaron los propios españoles. En la actualidad siguen vivos algunos elementos estructurales de este sistema en las comunidades indígenas y campesinas. El “sistema de cargos”, las tierras comunales, el tequio, la fajina, la asamblea, el consejo de ancianos, las mayordomías, los comités del templo, la escuela, el agua potable, etc. son el testimonio de la supervivencia de esta ancestral sabiduría de organización social”.







LA CULTURA MADRE. 

La cultura olmeca es la esencia y la fundación de nuestra civilización. Los rasgos culturales más importantes que estarán vigentes por lo menos durante tres milenios del desarrollo humano que se implementó en lo que hoy conforman el territorio nacional y del cual somos herederos únicos y legítimos.
La iconografía, la arquitectura, los símbolos filosóficos-religiosos de la serpiente, el jaguar, el águila, que aparecieron claramente definidos en los testimonios de la cultura olmeca, seguirán vigentes durante los sucesivos periodos hasta el momento de la invasión. El optimismo por la vida, capaz de realizar inconmensurables proyectos espirituales que dejaron impresionante huella en la materia; sean pirámides, sistemas complejos de habitaciones sin ningún uso doméstico o habitacional, hasta formidables sistemas hidráulicos, con presas y canales o kilómetros de caminos empedrados. 



Es cierto que hay pocas bibliografías que documentan realmente el origen y desarrollo alcanzado por los pueblos del Anáhuac, sin embargo, en este siglo XXI, podemos descifrar su presencia a través de las manifestaciones artísticas, alimentario, textil, organización política y social de muchos pueblos originarios. Esta manifestación real la encontramos en los chinantecos, en los zapotecos, mixtecos, purépechas y muchos pueblos o naciones del Anáhuac que coexisten entre los mestizos criollos del México actual.
Por lo general los que han escrito la historia del México antiguo son los extranjeros, quienes desde una visión eurocéntrica y una inexplicable y supuesta superioridad cultural, siempre han juzgado nuestras diferencias con la cultura europea como deficiencias. Lo que no es como ellos, resulta inferior a su juicio.
Este prejuicioso estudio de nuestra historia ha sido “parcelado” como botín científico personal de cada uno de los investigadores extranjeros y de sus discípulos mexicanos. De este modo se mantienen conceptos como “la civilización azteca, la civilización maya, la civilización zapoteca”, como si fueran estructuras culturales y civilizatorias diferentes.
“Se olvida que una cultura forma una unidad orgánica y que, por ello, debe estudiarse desde su centro y no desde uno de sus aspectos periféricos. El concepto de la vida es el de toda cultura. Son ante todo las ideas acerca del origen, el sentido y la perennidad de la existencia humana las que nos revelan el genio particular de una cultura. Estas ideas son el resultado de una forma de conciencia existencial del hombre en el cosmos; ésta es la causa de que sufran sólo superficialmente la acción erosiva del tiempo.” (Mircea Eliade. 1962) 
La cultura dominante no se ha tratado de explicar integralmente, no sólo la civilización del Anáhuac, sino las culturas indígenas de toda América como una sola civilización continental, con una multiplicidad de culturas en tiempo y espacio, pero unidas solidamente por una matriz filosófico-cultural.  De esta manera se han estudiado por extranjeros y sus discípulos mexicanos, cada una de las culturas como ínsulas de investigación y no, como un macro proyecto civilizatorio que ha conjuntado a muchos pueblos y culturas del continente Americano a lo largo de ocho milenios.





“En verdad muchos de los toltecas
eran pintores, escribanos de códices, escultores,
trabajaban la madera y la piedra,
construían casas y palacios,
eran artistas de pluma, alfareros...”
“Los toltecas eran muy ricos,
eran felices,
nunca tienen pobreza ni tristeza...”
“Los toltecas eran experimentados,
acostumbraban dialogar con su propio corazón.
Conocían experimentalmente las estrellas,
Les dieron sus nombres.
Conocían sus influjos,
Sabían bien cómo marcha el cielo,
Cómo da vueltas...”
(informantes de Sahagún)

La historia antigua de México se puede entender más fácilmente, como la evolución compartida de los pueblos del Cen Anáhuac, con tres grandes períodos: Preclásico, Clásico y Postclásico. Y con tres culturas, todas hijas de la misma civilización, que influyeron o fueron las más representativas del desarrollo de cada período, pero no las únicas.  Para el Preclásico fue la cultura olmeca, para el Clásico la cultura tolteca, y para el Postclásico la cultura azteca.
“Paradigma de cualquier otra Tollan (Ciudad N. A.) era para los mexicanos lo que se sabía acerca de Teotihuacan. Sus grandes edificaciones les parecían hechas por gigantes y así hablaron de ellas con asombro, al igual que las calzadas y otros recintos de la ciudad.
En Teotihuacan había alcanzado máximo esplendor una yuhcatiliztli, ,que fue auténtica Toltecáyotl, obra de los sabios que allí gobernaron, .” (Miguel León Portilla. 1980)
El período clásico y los toltecas representan el momento de mayor esplendor en el México antiguo.  Los toltecas a partir de Teotihuacan difunden los conocimientos de la Toltecáyotl a todos los centros de investigación del Anáhuac.




Esto se ve confirmado por la influencia teotihuacana en los vestigios arqueológicos de las construcciones, cerámica y frescos del clásico en el universo cultural que conformaban el Anáhuac. Los toltecas expandieron su sabiduría en todo el Cen Anáhuac y dieron a la civilización su mayor punto de apogeo. Estos más de mil años de esplendor no estuvieron basados en hechos de armas, pues existió una paz total.
Tampoco fue producto de una dominación económica, pues el inicio de la moneda y el auge del comercio se dio con los aztecas en el periodo decadente. Se entiende más como un proceso de elevada producción del conocimiento y su expansión a todos los confines de aquel mundo.
“Pero más bien indican que la raíz de todas las religiones [filosofías N. A.] mesoamericanas es la misma, y no que Teotihuacan haya impuesto sus dioses sobre los dioses de las otras naciones.
Es, sin embargo, curioso, por ejemplo, que la influencia o la conquista teotihuacana al fin de Monte Albán II, aparezca en esa cultura una proliferación de dioses antes no conocidos y que gran parte corresponden a los dioses teotihuacanos.
Lo mismo parece suceder en Guerrero y posiblemente en Veracruz. “. [Ignacio Bernal. 1965.] Lo que es más posible es que los toltecas, más que un grado de conocimiento de los hombres sabios del milenario México antiguo fue una “cultura”, y que Teotihuacan, fue el centro generador e irradiador de la Toltecáyotl a todo el Cen Anáhuac.
Sorprende hoy en día, encontrar a pueblos como los tacuates en Oaxaca o los mayas en la península de Yucatán y no encontrar al pueblo tolteca en el mosaico étnico del país. En la misma memoria histórica del Cen Anáhuac, se reconoce a los Toltecas como los precursores de la sabiduría y el conocimiento ancestral. Bien pudiera ser que los toltecas, més que una etnia, pueblo o cultura exclusiva, propia, fueran una especie de druidas, sacerdotes, hombres de conocimiento, etc.





“Cuando aún era de noche,
cuando aún no había día,
cuando aún no había luz,
se reunieron,
se convocaron los dioses
allá en Teotihuacan.”

‘Los toltecas llevaron ventaja
en todo tiempo,
hasta que vinieron a acercarse a la tierra chichimeca.
Ya no se puede recordar
cuanto tiempo anduvieron.
Vinieron del interior de las llanuras,
entre las rocas.

Allí vieron siete cavernas,
e hicieron esas cuevas templos,su lugar de súplicas.
Y los toltecas
iban siempre por delante.”

[Informantes de Sahagún.]

“Sorprende no encontrar antecedentes de los principales factores de una civilización cuyas normas en esencia, quedarán intactas hasta la Conquista española.
Podéis ver una aproximación al concepto de Tolteca aquí:

http://terradesomnis.blogspot.com.es/2009/08/textos-iii.html

Pero si es difícil admitir que rasgos culturales -como algunas características arquitectónicas, la orientación de sus edificios o las particularidades de su escultura y pintura- hayan podido desde su nacimiento asumir un carácter definitivo, más difícil aún es imaginar la aparición, en un estado de desarrollo perfecto, del sistema de pensamiento que está en su base.” (Laurette Séjurné. 1957)
Si la llamada cultura Olmeca es la cultura madre, la cultura Tolteca representó el florecimiento de la sabiduría del México antiguo y resulta el legado más valioso de Los Viejos Abuelos, así como para Europa fue el periodo grecolatino. Después de su misteriosa y hasta hoy, inexplicable desaparición, los pueblos que les precedieron en el período Postclásico, siempre trataron de situar el origen de sus linajes en los toltecas.  Los toltecas y Quetzalcóatl son la expresión de la sabiduría y la espiritualidad más profunda de nuestra civilización.
“Como Quetzalcóatl enseña que la grandeza humana reside en la conciencia de un orden superior, su efigie no puede ser otra que el símbolo de esa verdad y las plumas de la serpiente que lo representan deben hablarnos del espíritu que permite al hombre -al hombre cuyo cuerpo, como el del reptil, se arrastra por el polvo- conocer la alegría sobrehumana de la creación, constituyendo así un canto a la soberana libertad interior.
Esta hipótesis se ve confirmada, además, por el simbolismo náhuatl, en el cual la serpiente figura a la materia -su asociación con las divinidades terrestres es constante- y el pájaro, al cielo.






El Quetzalcóatl es entonces signo que contiene la revelación del origen celeste del ser humano... Así, lejos de implicar groseras creencias politeístas, el término Teotihuacan evoca el concepto de la divinidad humana y señala que la ciudad de los dioses no era otra cosa que el sitio donde la serpiente aprendía milagrosamente a volar; es decir, donde el individuo alcanza la categoría de ser celeste por la elevación interior.”   (Laurette Séjurné. 1957)
En efecto, uno de los grandes misterios de la historia, no sólo del México antiguo, sino de la humanidad misma, fue la inexplicable y asombrosa desaparición de los toltecas en todo el Anáhuac en menos de una generación.  No se sabe por qué lo hicieron, pero a mediados del siglo IX d.C. fueron destruidas piedra sobre piedra las centenarias construcciones y cubiertas totalmente de tierra. Este fenómeno no fue un hecho aislado o regional.
Por el contrario, fue una acción coordinada y concertada en todos los centros de conocimiento que hoy llamamos “zonas arqueológicas”. De Norte a Sur y de Este a Oeste. En menos de 50 años fueron desapareciendo y lo que también resulta asombroso, es que no existen huellas arqueológicas de una migración y mucho menos aparecen en otro lugar del Anáhuac.
Literalmente los seres humanos que vivían en lo que hoy llamamos zonas arqueológicas desaparecieron sin dejar rastro alguno y los especialistas le llaman el Colapso del Clásico Superior.






Después de ésta introducción a la Historia del Cen Anahuac, podemos seguir con el estudio de los artefactos sonoros.


Los arqueólogos son sordos, sólo tienen ojos y manos. Es como si hubiésemos estado viendo nuestras culturas antiguas como si fuesen también ellas sordas y mudas, señaló. Pero creo que todo esto está estrechamente vinculado con lo que hacían y lo que pensaban".

En casi todos los sitios donde hubo asentamientos mayas se han hallado silbatos y flautas. Los aztecas, por otra parte, hacían sonar conchas de caracoles para marcar el inicio de ceremonias y posiblemente para comunicar estrategias durante las guerras. Los cazadores probablemente empleasen instrumentos con formas de animales para emitir sonidos que atraían a los venados.

Se cree que tanto aztecas como mayas eran capaces de emitir sonidos aterradores que espantaban al enemigo.

Las mismas pirámides fueron construidas de modo tal que emiten sonidos. Investigadores mexicanos y estadunidenses dicen que un palmoteo en la base del templo de Kukulcán en las ruinas mayas de Chichen Itza puede reproducir el canto de un pájaro quetzal, cuyo plumaje largo y verde de la cola era muy apreciado por mayas y aztecas.

Chichen Itzá


Teotihuacan



Ciertos sonidos le producen un hormigueo a uno. Muchos objetos emiten ruidos que al oído moderno le suenan extraños. Algunos son tan fuertes que su registro alcanza la cima de la escala del oído humano.

Arnd Adje Both, experto en arqueología musical prehispana, fue el primero que hizo sonar los silbatos hallados en las manos de los esqueletos en excavaciones realizadas entre 1987 y 1989. Both cree que los aztecas probablemente hacían sonar el escalofriante Silbato de la Muerte antes de sacrificar una persona a los dioses.

"Mi experiencia es que al menos algunos sonidos prehispánicos eran más destructivos que positivos, otros generan trances", expresó Both en un correo electrónico a la AP. "Usaban los sonidos en todo tipo de cultos y rituales, incluidos sacrificios, pero también en ceremonias de curación"

Sonido silbato de la muerte










Varios museos y coleccionistas nacionales y del exterior disponen de aerófonos antiguos de este tipo de varias cámaras resonadoras, pero no han sido accesibles para mis estudios. El investigador que más analizó con cierta profundidad y seriedad este tipo de aerófonos mexicanos, que se han llamado "de fuelle o diafragma de aire" o "silbatos de la muerte", fue el ingeniero José Luis Franco. Él también estudió los aerófonos de la Zona del Golfo (Franco, 1962 y 1971). Existen otras publicaciones de investigadores nacionales (Marti, 1968 y Castellanos, 1970) que incluyen fotografías, dibujos y comentarios (basados en estudios de Franco) de aerófonos de este tipo existentes en museos, pero no incluyen el uso de técnicas digitales, acústicas o de señales para el análisis de los sonidos ni el aprovechamiento de modelos y trabajos experimentales para analizar hipótesis sobre la construcción y el uso de los aerófonos. Ese tipo de artefactos ruidosos también han sido analizados directamente por investigadores del exterior que han tenido acceso a ellos, como Susan (Raucliffe,1986) quién incluye entre sus "esculturas sonoras" unos dibujos y comentarios de "flautas" de este tipo. Texto del profesor  Roberto Velázquez Cabrera del Instituto Virtual de Investigación Tlapitzcalzin. para propósitos experimentales del autor, se han elaborado varios cientos de aerófonos de viento (parece una cacofonía pero con aire pueden producir sonidos de viento) de diferentes tamaños, formas y estructuras, algunos de diseño muy similar, pero ninguno exactamente como esa piedrita negra, ya que no la conocía. Hay algunos artesanos, como los hermanos Gregorio y Mario Cortés de Santa Cruz de Arriba, Municipio de Texcoco del Estado de México y algunos músicos como los grupos "Tribu" y "Mezme", Antonio Zepeda, Jorge Reyes y algunos otros, que saben elaborar o tocan algunos artefactos de viento con principios de funcionamiento parecido pero son de diseño diferente.
Después de consultar la biografía del antropólogo Beverido (Actualidades Arqueológicas, UNAM), colector de la piedra negra y algunos libros relacionados con su trabajo y con la cultura olmeca, se plantearon hipótesis sobre el origen de la piedra analizada (Velázquez, 2000, c). Se cree que pudo haber sido hecha y usada en la cultura olmeca de la costa del Golfo de México, tal vez en San Lorenzo Tenochtitlan, ya que algunos trabajos y descubrimientos importantes del antropólogo fueron realizados en ese sitio, incluyendo su tesis (Beverido, 1970). Ese sitio es bien conocido como uno de los mejores centros lapidarios antiguos y la sobriedad del diseño de la ilmenita analizada parece ser de estilo olmeca. Su posible origen es del preclásico, de hace más de 3,000 años, cuando se piensa que surgió en esa zona la civilización olmeca, que consideran una de las primeras grandes civilizaciones mexicanas y del continente americano.




El artefacto sónico también es único por el material utilizado, ya que constituye el primer aerófono conocido de este tipo elaborado en piedra dura. Cosiderando las características físicas y los manuales de minerales consultados (Kurin, 1976), la piedra perforada parece ser ilmenita, oxido de titanio y fierro (FeTiO3). La piedra (Ilmenita) es una fuente natural del titanio y es de dureza cercana a 5.5 - 6 en la escala de Mohs. Su color es negro mate y su lustre es metálico. Su densidad es de 4.5 g/cm3. Su punto de fusión es 500 grados C. Puede ser diluida con ácido sulfúrico. No se sabe como podían elaborar esas obras de arte lapidarias. Aun en la actualidad no es fácil su perforación en piedra dura sin disponer de herramientas mecánicas y abrasivos muy duros. Eso se sabe por haber practicado el arte lapidario con piedras duras con ténicas antiguas y modernas (Sinkankas, 1962) y por haber analizado la dureza de la piedra negra.
Desde el punto de vista organológico y de diseño la ilmenita multiperforada es también extraordinaria. El aerófono muestra con claridad su estructura interna, factor importante, ya que no se requiere de una radiografía para conocerla. Su tamaño es el más pequeño conocido de su tipo. Al estar elaborada con hoyos y canales cónicos redondeados, cuya forma interior se parece a la de una bala, se puede maquinar en cualquier material rígido en una sola pieza, lo que no sucede con los instrumentos musicales de viento. Como este tipo de aerófonos no son muy conocidos por las cuturas actuales, no se incluyen en los sistemas internacionales de clasificación organológica.
En cuanto a su diseño y estructura en detalle, 




 se muestra el boceto con las principales vistas y cortes del artefacto. La vista superior muestra la parte donde sale el ruido. El corte A-A´ muestra el detalle de la cavidad central resonadora y de salida, así como uno de los dos hoyos laterales. La vista lateral y su hoyo o canal son iguales a los del lado opuesto. El corte B-B´ muestra el detalle de los cortes de las cavidades laterales de la parte superior e inferior, así como de la cavidad resonadora y canal de salida con su hoyo correspondiente colocado a la izquierda y su hoyo de obturación posterior colocado a la derecha. Ese corte es el que se usa para ilustrar la forma de tocarlo, como se muestra.




  Los tres canales y hoyos están centrados horizontalmente. La vista superior indica que el diámetro anterior (9 mm) de la cavidad central o de salida del frente es un poco mayor que el posterior (5 mm). Este sencillo boceto es relevante, ya que con él se pueden elaborar réplicas muy parecidas a la pieza original. No se ha encontrado un boceto o dibujo similar en las publicaciones disponibles, sobre ninguno de los miles de aerófonos antiguos que se han descubierto. En los mejores casos sólo se proporciona el dibujo de una vista o corte y en la mayoría no se dan las medidas necesarias para su reproducción exacta.
Ya se elaboraron réplicas en varios materiales como barro y madera,





 que pueden producir sonidos similares a la original. Con eso se prueba que es posible recuperar el conocimiento necesario para elaborarlas, si se tiene un poco de habilidad para trabajar los materiales y los sistemas para medir y analizar sus sonidos. Ese ejercicio es relevante, ya que tampoco se conocen otros casos en donde se hayan hecho réplicas de aerófonos antiguos que emitan sonidos similares, debido a que los artefactos antiguos ni sus sonidos se han estudiado en forma sistemática.
En la Figura 2 se muestra el esquema de funcionamiento del sistema boca-aerófono, para producir el sonido más fuerte. Debe tocarse en la posición que se muestra en la Figura 1, con el corte B-B´, colocado dentro de la boca, entre la parte interior de los labios y la lengua, misma que cubre el hoyo posterior. Los elementos organológicos del sistema boca-aerófono son:
- Canal bucal 1, formado entre el paladar y lengua, para generar la corriente aire de insuflación mostrada con la flecha.
- Aerófono con la cámara resonadora principal B que funciona como un tubo abierto y dos hoyos (tubos A y C), localizados cara a cara, en un eje vertical. El circulo interno de estos hoyos pueden ser dos biseles circulares especiales, donde se genera el sonido.
- Cavidad bucal 2, que puede actuar como un resonador de Hemholtz irregular.
Al principio, el mecanismo sonoro puede funcionar como sigue:
1. La fuerte corriente de aire proveniente de la cavidad bucal 1 se introduce por el canal superior A, del aerófono.
2. En la salida del hoyo A, el flujo de aire comprimido se puede expandir, porque la cámara principal B es abierta y tiene menor presión. Y pueden ocurrir difracciones, porque la apertura es pequeña.
3. Las ondas expandidas se dirigen al otro lado de la cámara B y hacia el bisel circular de C, generando reflexiones hacia atrás.
4. El fuerte flujo principal de aire, que viene del hoyo A, pasa a través del hoyo C y va hacia la cavidad bucal 2, que actúa como un sistema de masa-resorte, generando reflexiones hacia atrás.
5. Cuando esas reflexiones cruzan el hoyo C se generan más refracciones dentro de la cámara principal B.
6. En pocos milisegundos, la combinación de reflexiones, refracciones y expansiones, en ambas direcciones, con dos biseles circulares en un espacio reducido, pueden generar una compleja y turbulenta dinámica de ondas y presiones, produciendo el ruido que se muestra con vírgulas, símbolo gráfico Mexicano para toda clase de seres y fenómenos ondulares, como el sonido.
7. Las dos cámaras resonadoras amplifican dos grupos de componentes de frecuencias, como se pueden ver en los dos picos amplios de los espectrogramas (Figuras 345 y 6). Puede producir otros sonidos, si se toca de otras formas. Por ejemplo, rotado 90 grados y colocado fuera y enfrente de los labios con el aire introducido por el hoyo posterior, y cerrando con un dedo el hoyo frontal, sus hoyos laterales se convierten en salidas del sonido.
El análisis de los sonidos se realizó con sus espectrogramas. En 








se muestran los espectrogramas en 2 y 3 dimensiones de un sonido o ruido corto (1 segundo), tocado en forma muy simple. Los sonidos se registraron con el micrófono de una computadora personal con tarjeta de sonido tipo "SoundBlaster". Los espectrogramas se obtuvieron usando programas bajados de Internet de (Volkner) y (Horne), mismos que usan una rutina para calcular la Transformada Rápida de Fourier de la señal grabada y registrada en formato "Wav", para sistemas de "MS Windows".
Las gráficas muestran que se generan componentes de frecuencia e intensidades relativas, en dB, muy complejos. Los niveles máximos de sus picos o crestas se dan alrededor de 2 kHz y 6 kHz, pero las frecuencias generadas cubren un rango amplio desde menos de 20 Hz hasta más de 10 kHz. Como esos espectrogramas se parecen a los de otros aerófonos de fuelle o de viento analizados con anterioridad, en intensidad y en componentes de frecuencias (Velázquez, 2000, a, b), es muy Figura 4 probable que esa piedrita negra sea un artefacto de viento antiguo de ese tipo. En la se observa también que los componentes de las frecuencias bajas también tienen magnitudes audibles. Para ver más en detalle las características de la señal, se muestra el espectrograma para un tiempo dado, que se llama espectro de potencia . Es conveniente hacer notar, que en estas gráficas la escala de frecuencias no es lineal, ya que se duplica en cada octava, como sucede en la música. Lo anterior se debe a que el programa utilizado es un afinador de instrumentos musicales. Y como las intensidades se dan en dB, en una escala logarítmica, representación cercana a las propiedades de audición del ser humano, tampoco representan una escala lineal.
Usando otro programa (Liansong), se elaboró otra gráfica 





 con las frecuencias y amplitudes en escalas lineales, usadas con frecuencia en análisis técnico-cientificos de señales. Con esta escala y el uso de otras unidades de amplitud, EU2 en lugar de dB, se notan con mayor claridad los componentes de frecuencias de mayor intensidad o sus picos mayores, ya que los niveles bajos se reducen considerablemente. Se notan 4 picos que corresponden a las 4 cámaras resonadoras del sistema boca-aerófono (2, C, B y A de la Figura 2). El pico más grande corresponde a la cámara principal B.
Recientemente, se consultó un artículo muy interesante sobre "Los artefactos multiperforados de ilmenita de San Lorenzo" (Cyphers y Castro, 1995). Su contenido apoya las hipótesis previas sobre la cultura, zona de origen, antigüedad y material del artefacto analizado, porque son coincidentes. Mencionan los descubrimientos de artefactos de ilmenita muy similares en estructura. Los más relevantes son: a) 6 piedras completas y una rota fueron encontradas al norte del Monumento 17, una cabeza colosal localizada al este del centro sur de la península de San Lorenzo (Coe y Diehl, 1980); b) 10,000 piedras casi todas completas fueron encontradas en el "hinderland" de San Lorenzo, cerca de 4 km. al sur de la región central, en el sitio secundario de Loma Zapote, a un lado del río sedimentario, posiblemente del preclásico inferior; c) Cerca de 150,000 o más de 4.5 toneladas de artefactos fueron encontrados en el sitio "A4 ilmenitas", en tres concentraciones. Los sitios anteriores son zonas olmecas y; d). 2,000 piedras negras sin hoyos (incluyendo 24 piedras quebradas con hoyos y una completa con tres hoyos) se encontraron en Plumajillo, Chiapas (Agrinier, 1989).
Proporcionan algunos datos descriptivos de los artefactos multiperforados de ilmenita de San Lorenzo. Tienen cuatro caras burdamente regulares y en sus extremos dos caras cuadradas irregulares. Las piezas varían en su tamaño y peso, desde 1.5 cm por 1.8 cm hasta 5.4 cm por 2.5 o y 9 g hasta 110 g. El tamaño promedio es de 2-3 cm por 1.5 cm. Cada ilmenita tiene tres perforaciones que van de 0.5 cm a 1.5 cm de diámetro. En todas la secuencia de las perforaciones es la misma y no se detectaron ilmenitas sin perforaciones.





Además, proporcionan opiniones relevantes, entre las que se incluyen las siguientes. La materia prima pudo ser transportada de otras zonas, como Chiapas (Agrinier, 1989). Las piedras terminadas pudieron ser usadas por grupos selectos de la élite usando tecnología especializada. Mencionan que en artículos previos se habían comentado las ilmenitas encontradas pero que no habían sido analizadas. Entre las hipótesis previas de los usos antiguos de las ilmenitas se mencionan las siguientes: cuentas y pendientes para adorno personal, taladro para hacer fuego, pesos de redes para pescar o contrapesos de átlal y como martillo. Proporcionan su propia hipótesis: creen que se usaban como soportes manuales para taladros de arco y otras aplicaciones que requieren rotación como procesos de hilado y hechura de sogas. Opinan que les hacían varios hoyos porque las rehusaban y las piedras encontradas multiperforadas y no rotas pueden ser artefactos de desecho.
Los usos mencionados son posibles, sobre todo el relacionado con la generación de fuego, mismos que tendrían que ser confirmados por experimentación. Sin embargo, se piensa que para realizar esas funciones utilitarias sólo se requiere un hoyo en la piedra y su estructura especial de tres hoyos y su alineamiento en un plano no son necesarios. Como el perforado en piedra dura es lo que consume mas tiempo en el proceso de construcción de ese artefacto, es improbable que realizaran hoyos no necesarios.
Para elaborar hoyos en piedra dura existen varios procedimientos, que pudieron ser usados en la antigüedad. Uno, es utilizar un cortador rotatorio de algún material idóneo (como madera dura, hueso, metal o piedra) con arena de piedra dura o abrasivo en grano y algún agente (liquido como agua o material oleaginoso o grasoso) para ser usado como lubricante, refrigerante y aglutinante del material abrasivo. Otro, es utilizar un cortador de piedra o cristal sólido de dureza igual o mayor al material a cortar. En este último caso no se requiere del abrasivo en grano. En ambos caso se necesita un taladro para accionar el cortador y el abrasivo sobre la piedra a perforar. Se han encontrado taladros manuales de varios diseños que son muy adecuados para realizar y controlar el proceso de perforado. En mi opinión, podían hacer obras lapidarias finas, entre otras causas, porque el trabajo cuidadoso era uno de los principales atributos de las tecnologías usadas por los mejores artistas o artesanos antiguos.
Dado que no es conveniente hacer experimentos lapidarios en la pieza original y no fue posible conseguir piezas de ilmenita en bruto, se buscó una piedra disponible con algunas características físicas similares a ella. Se seleccionó la obsidiana (iztete ¿o ixtete?, que es negra y de dureza 5 - 5.5). Se elaboró una copia del silbato en obsidiana 





para estimar el tiempo requerido en el proceso de perforado de sus tres hoyos. Se uso un taladro eléctrico para acelerar el trabajo, una barra de fierro como cortador, carburo de silicio en grano como abrasivo, agua como lubricante y refrigerante, un contenedor para el agua y el abrasivo y una prensa para fijar y alinear la piedra. Se consumieron cerca de 8 horas de trabajo cuidadoso en el primer proceso de perforado. Eso significa que para el perforado manual se pueden consumir semanas o meses de trabajo, dependiendo de las herramientas y abrasivos a utilizar, así como de la habilidad del operador.
Se usó el mismo material para analizar la hipótesis de que el artefacto pudo ser usado para sostener manualmente un cortador o palito rotativo perforador. La piedra debe ser de un tamaño adecuado (cercana a 5 x 5 x 1 cm) para ser sostenida por la mano con comodidad por un tiempo prolongado de operación





Además, si la piedra de soporte era grande y se quería reutilizar, se podría aprovechar para hacer más de tres hoyos. El tamaño real de la ilmenita analizada (3 x 2 x 1 cm) no es adecuado para ser sostenida por la mano. También se probó que es más difícil y cansado realizar ese proceso manual de perforado, utilizando piedras de soporte de menor tamaño, ya que se tienen que sostener con los dedos. En menos de una hora de operación acelerada simulada, utilizando un taladro eléctrico, la fricción entre la obsidiana y la madera alisó y pulió la superficie interna del hoyo de la piedra. Como la superficie interna de la ilmenita no esta muy pulida, se puede deducir que no fue usada de esa manera.
También se experimentó con otras piedras blandas, como el mármol. Se probó que las copias pueden producir sonidos similares y el tiempo requerido para hacer un hoyo en esos materiales con los mismos procedimientos y herramientas, es de sólo unos minutos. Eso plantea la duda sobre la posible causa de haber seleccionado una piedra dura y resistente a fenómenos naturales normales para elaborar ese tipo de artefactos. Una causa posible del uso y aprecio antiguos de las piedras duras y muy duras es que querían que los artefactos duraran mucho tiempo o para siempre. Se cree que las piedras duras eran consideradas de gran valor y requeridas para elaborar objetos utilitarios imprescindibles, ceremoniales, rituales o sagrados.
El trabajo de perforado tiene que hacerse con mucho cuidado, ya que se rompieron varias piezas en ese proceso 




 cuando se aplicó un poco de presión con el cortador. El diseño de la estructura del artefacto hace que sea muy frágil en el plano de los ejes de sus hoyos. Una presión interna, un golpe o el calor pueden romper la pieza en la parte cercana a ese plano. La fragilidad interna de su estructura podría explicar la existencia de muchas piedras perforadas o semiperforadas rotas. La frágil estructura también limita otros usos rudos que pueden romper los artefactos perforados.

Conclusiones y recomendaciones.


El trabajo más relevante a realizar es analizar si las ilmenitas de San Lorenzo tienen propiedades sónicas similares. Se piensa que eso es factible, al menos, para la mayoría de las piedras perforadas no rotas de San Lorenzo, porque la descripción de su estructura interna parece coincidir con el mecanismo sonoro de la ilmenita analizada que sí tiene propiedades sonoras. El descubrimiento de cantidades masivas de artefactos similares da más importancia a los estudios sobre sus propiedades y los posibles usos de los aerófonos. Si es posible probar una muestra de las ilmenitas encontradas y grabar sus sonidos, es factible utilizar otras técnicas usadas para el análisis de grupos de señales complejas, como la caracterización de sonidos.
Es recomendable analizar todas las técnicas de micro análisis disponibles ¿"microwear"? para ver si es posible encontrar pequeñas cantidades de material reconocible, trazas mecánicas o signos sobre el posible uso de las ilmenitas o de su tecnología de construcción (McDonald Institute). Como parece que no existen en la literatura otros estudios de aerófonos de piedra, sería posible examinar las superficies de las ilmenitas y realizar experimentos con diversos métodos y materiales abrasivos para ver si se pueden encontrar superficies similares. El simple análisis visual de las ilmenitas con rastros de perforación pueden servir para obtener información sobre su construcción o uso y hasta los experimentos lapidarios fallidos realizados pueden ser de utilidad. Por ejemplo, si las ilmenitas rotas muestran que no tiene los tres hoyos terminados, significa que se rompieron durante el proceso de perforación. En ese caso se encuentran las piedras rotas durante los experimentos lapidarios del autor mencionados anteriormente y las "Muestras de fragmentos de piezas trabajadas en ilmenita y magnetita, provenientes del sitio arqueológico de Plumajillo" mostradas en el





estudio de referencia [Agrimier, 1989, p 25].
Si se reconoce que las ilmenitas son artefactos sónicos, la siguiente duda es acerca del uso de su ruido coloreado ¿mágico? ¿del inframundo?. Los artefactos sonoros antiguos tenían muchos usos (Velázquez, 2000, g), pero hay evidencias relevantes (Garret y Statnekov, 1977) que indican que los silbatos pudieron usarse para generar estados de conciencia superior o para propósitos terapéuticos, si se tocaban simultáneamente en grupos produciendo batimentos infrasónicos o sonidos fantasmas. Los infrasonidos pueden considerarse del inframundo audible, ya que el ser humano normal, de este mundo, no los puede oír. Los infrasonidos son aquellos sonidos cuyas frecuencias fundamentales de dan en el rango inaudible o inferior a 20 Hz. Se sabe que en algunas grandes culturas antiguas se usaban los infrasonidos para mejorar la salud de las personas, como los que producen los maestros Chinos que curan con sus manos. Es una medicina conocida como Qi, que ahora se aplican con dispositivos electrónicos en varios hospitales (Healtways Institute). Existen técnicas de audio probadas y patentadas, como la Hemi-Sync (Monroe Institute) y algunas otras, que utilizan dos señales estereofónicas y ruido blanco o rosa o algún ruido natural, para generar batimentos infrasónicos en el cerebro, que pueden ayudar a mejorar la salud física y metal de las personas. Esas aplicaciones realmente parecen mágicas. No se conocen mucho ni se entienden bien.
Probar esos usos, para el caso de las ilmenitas y los de sus parientes mexicanos ruidosos, es materia de investigación avanzada. Es relativamente sencillo realizar experimentos con grupos de esos silbatos, ya que sólo se requiere elaborar modelos similares, pero esos trabajos se tienen que hacer con rigor y cuidado, ya que el ruido y los infrasonidos también pueden ser peligrosos para el ser humano, debido a que pueden ser muy dañinos para su salud. Además, el ruido es indeseable en muchos casos, como sucede en la música, las comunicaciones, reconocimiento de señales y los sistemas de audio. Pero la limitante mas importante en la literatura disponible públicamente es que la investigación de los infrasonidos y sus efectos en los humanos es secreta y restringida, debido a que con base en esa tecnología se pueden hacer verdaderos silbatos de la muerte (Vassilatos). 
Vease la entrada anterior.

Existen poderosas armas secretas que utilizan infrasonidos mortales, denominados como ruido negro, que ni siquiera se pueden oír cuando se generan y aplican en los seres humanos y se requieren de "robots" manejados a control remoto, si se desea evitar la muerte de sus operadores.
El estudio realizado es original, ya que no se ha encontrado uno similar. El trabajo muestra que las herramientas y técnicas multidisciplinarias utilizadas son efectivas para ayudar a analizar aerófonos antiguos, sus sonidos complejos, sus procesos de construcción y sus posibles usos pretéritos. Se ha mostrado que el análisis organológico junto al acústico de los sonidos puede ser de utilidad para ayudar a dictaminar sobre la autenticidad de bienes muebles arqueológicos sonoros. Los espectrogramas también han servido para evaluar la fidelidad sonora de las copias o réplicas elaboradas. Para repetir los ejercicios digitales sólo se requiere de una computadora personal con tarjeta de sonido y micrófono. Como esas técnicas aun no han sido aprovechadas por la arqueología, la antropología ni la etnomusicología tradicionales, se recomienda su estudio y utilización para apoyar también la mejor comprensión de las propias tecnologías antiguas.
Las herramientas y técnicas empleadas, también pueden servir para analizar sonidos menos complejos como los de los instrumentos musicales antiguos y modernos. Esas técnicas también se pueden utilizar para analizar otros aerófonos mas conocidos como silbatos, ocarinas y flautas antiguas, lo que ya fue probado en los análisis de la tlapitzalzintli mexica 130 y del sonido musical más antiguo, de una flauta de hueso de China de 9,000 años (Velázquez, 1999 a y 2000 e). 





Igualmente, el enfoque utilizado, podrían servir para ir generando una metodología de análisis de aerófonos antiguos, ya que no se ha encontrado ninguna disponible que haya mostrado su factibilidad de aplicación adecuada. Ya se presentó una ponencia en ese sentido desde el punto de vista de la acústica (Menchaca y Velázquez, 2000), considerando como ejemplo los datos del estudio del autor sobre la extraordinaria "Gamitadera" (Velázquez, 2000, b), que tiene tres cámaras resonadoras y que también produce ruido coloreado. Hay varias relaciones ¿o coincidencias?: cerca de San Lorenzo, en Soteapan se encontró la "Gamitadera" y; en esa misma zona, en Catemaco aun hoy hay algunos curanderos y brujos que usan técnicas antiguas.
Es recomendable analizar en forma similar cada uno de los aerófonos de esta familia, existentes en los museos, para poder generar sus monografías y hacer comparaciones y correlaciones entre ellos y sus sonidos. Se desconoce la dinámica detallada del sistema de producción de sonidos de este tipo de aerófonos, misma que requiere de investigación avanzada. Ese sistema pertenece al campo de los modelos de sistemas dinámicos no-lineales, ya que operan en un rango amplio de vibraciones, presiones y ondas de sonido no periódicos, dentro de tres cámaras muy pequeñas y dos biseles circulares especiales, como un proceso caótico y turbulento. Esta clase de modelos matemáticos está en la frontera de varios campos avanzados del conocimiento de los investigadores, como la generación de sonidos complejos, la dinámica de vórtices, la visualización científica y la dinamica de flujos turbulentos. No ha sido posible profundizar en ese sentido, en el caso de los aerófonos antiguos, debido a que no se han encontrado instituciones con laboratorios, equipo y personal adecuados y disponibles para realizar las tareas formales de investigación recomendadas.
Se ha comprobado que el ayudar a investigar la rica y singular organología del México Antiguo, que ha sido destruida, prohibida, proscrita, sustituida y olvidada desde hace cinco siglos, también puede servir para rescatar, recrear, enriquecer o engrandecer y divulgar un fino arte milenario, aprovechando los extraordinarios sistemas y diseños sonoros pretéritos. Por ejemplo, con un poco de imaginación y trabajo manual se diseñaron y elboraron varios silbatos antropomorfos y zoomorfos con mecanismo de generación de sonido, decoración y estilo olmecas en barro arenoso de esa zona, como el que se muestra 





y que emite ruido por la boca con el aire de exitación introducido por un tercer ojo. Se han creado verdaderas joyas sonoras lapidarias como la que se muestra en la, 





elaborada en ópalo rosa, una piedra hermosa y singular de Jalisco.
Los maestros que recolectaron, diseñaron, trabajaron y usaron esos extraordinarios instrumentos líticos desde hace tres milenios, dominaban una tecnología que ahora no es sencilla de reproducir. El conocimiento de los olmecas era tan avanzado, ya que lo que sabían de esas rocas sonoras de ilmenita lo desconocemos. Si bien, los trabajos experimentales sobre construcción de modelos sonoros han permitido explorar posibles procedimientos de tecnología antigua, usando materiales de la naturaleza, los detallen podrían darse a conocer en otro documento.
Si se reconoce que los ―artefactos multiperforados de Ilmenita‖ de San Lorenzo son generadores de ruido, la siguiente duda a dilucidar se refiere a su posible uso original. Es posible realizar experimentos con un grupo de tales artefactos, para determinar sus efectos en humanos, ya que sólo se requiere operarlos al mismo tiempo; sin embargo deben llevarse a cabo con rigor y cuidado, pues los infrasonidos pueden ser peligrosos y afectar la salud. Además de que resulta más costoso realizar la investigación, que trabajar con los infrasonidos y sus efectos en los seres humanos es una actividad muy restringida, pues con base en esa tecnología pueden crearse armas letales o que dañan al ser humano45, aunque se empiezan a publicar artículos del tema (Fernández, 2007).
Este documento muestra que las herramientas y técnicas descritas pueden ayudar a analizar sonadores antiguos y su función sustantiva, así como los posibles procesos de construcción y a plantear hipótesis de sus posibles usos pretéritos. El análisis material, organológico, lapidario y acústico puede ayudar a establecer la autenticidad de tales objetos arqueológicos sonoros, y para explorar posibles correlaciones culturales y temporales. También podría servir para evaluar la fidelidad sonora de las copias que pudieran elaborarse. Como esas técnicas modernas no han sido aprovechadas ampliamente por la arqueología, la antropología ni la etnomusicología, se recomienda su estudio y aprovechamiento para apoyar la mejor comprensión de las tecnologías sonoras antiguas y etnológicas actuales, incluso cuando los generadores de sonidos ya desaparecieron o no son accesibles, si se dispone de información para construir sus modelos.
Algunas de dichas herramientas técnicas también pueden servir para analizar el rico espacio sonoro mexicano, que comprende tantos sonidos de las lenguas indígenas e instrumentos etnomusicológicos, y de las grabaciones musicales resguardadas en las fonotecas, así como de los animales de nuestra fauna y de los fenómenos naturales, que eran muy importantes en las culturas del pasado. Se ha visto que también es posible analizar con técnicas acústicas los espacios, plazas y demás recintos arqueológicos, así como cuevas, grutas y cavernas, que pudieron usarse con propósitos sonoros.
Es recomendable localizar y analizar, al menos, los diversos generadores de ruido antiguos existentes en los museos, colecciones y proyectos arqueológicos, para poder generar sus monografías y hacer comparaciones y correlaciones entre ellos y sus sonidos. Cada artefacto arqueológico sonoro relevante recuperado, como el generador de ruido bucal de ilmenita o nelsonita, debería ser materia de estudios profundos en el nuevo campo de investigación de la arqueología sonora, incluso a nivel de estudios doctorales, como sucede con los objetos monumentales no sonoros (Casellas, 2004); sin embargo, resulta indispensable que las instituciones educativas y de investigación los incluyan en sus programas de trabajo y proyectos de investigación.




El investigar el rico y singular instrumental sonoro del México antiguo —que en su gran mayoría ha sido destruido, prohibido, proscrito, sustituido, despreciado, olvidado o arrumbado desde hace cinco siglos— podría servir para ayudar a rescatar, recrear, enriquecer o engrandecer, divulgar y promover el patrimonio nacional de la tecnología y el extraordinario arte sonoros milenario, pero para que eso pueda suceder en el futuro, habrá que esperar una nueva generación de investigadores y administradores interesados en ellos.
Pero tras todo lo explicado anteriormente, aún nos quedan unas cuantas dudas sin resolver...
Quienes eran los intérpretes de éstos artefactos tan nocivos -aparentemente- para los oyentes, como para los ejecutantes?
Que significado tiene que los Olmecas enterraran más de 150.000 de éstos artefactos sonoros? 
Porque la mayoría de los hallados en tumbas aparecen rotos o partidos?
Probablemente nunca sabremos la verdad.
Pero existe una leyenda muy antigua que señala que los Olmecas decidieron hacer desaparecer éstos artefactos sonoros o "silbatos de la muerte" porque sabían que después ellos vendría un pueblo guerrero  -los aztecas- y otro mucho peor después -los europeos?-, que utilizarían sin escrúpulos el poder de éstos artefactos, para acabar con todo.
Claro! nunca lo sabremos, pero no deja de ser hermoso, imaginar que pudiera ser así. Que gran lección!
Si queréis escuchar algo de música precolombina podéis hacerlo aquí:


http://terraxaman.blogspot.com.es/2009/03/acaso-de-veras-se-vive-con-raiz-en-la.html

Como siempre espero que os haya sido útil e interesante.